Prólogo

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Hola a todos! Bueno, sacando historias de borradores, probablemente nadie la recuerde porque la envié a borradores el primer mes que empecé a escribir Daemyra porque no quería escribir algo en lo que no estuvieran Jace, Luke y Joff.

Peero, ya me reconcilié con la historia, y acá la traigo de vuelta, desde cero también.

Para los que preguntan que ha pasado con otras historias, en los borradores andan por mientras.

Aclaraciones:

- La familia Targaryen es la familia real británica.

- Los Velaryon eran parte de la Armada Marina Real

- Daemon se casa con Laena y tienen a Baela y Rhaena

- Rhaenyra se casa con Laenor pero no tienen hijos, no existen mis niños fuertes :C

- Rhaenyra si tiene una aventura con Harwin en un principio

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Besos.

Daemon estaba sentado en el sillón de su casa observando las facturas sin pagar, la colegiatura de sus niñas y viendo como Laena tomaba su teléfono celular para llamar a su padre y pedirle ayuda.

- Puedo encargarme, no tienes que pedirle ayuda a Corlys- gruñó él y Laena negó.

- Debemos tres meses de colegio de las niñas, ellas tienen 10 años, comienzan a darse cuenta de que las cosas van mal en casa- dijo Laena mirando a su esposo y sentándose a su lado- Sé que tú orgullo es fuerte, pero ¿Qué de malo tiene que le pida ayuda a mi padre?- preguntó Laena mirando a su esposo. 

- Puedo pagar las facturas, la colegiatura, solo deja encontrar un trabajo que me deje un poco más de dinero- dijo Daemon maldiciendo su suerte. 

- ¿Por qué no volvemos a casa?- preguntó ella y él se puso de pie para salir de casa- Daemon, no te vayas, sé lo que sufriste, sé lo injusta que ha sido la vida contigo, pero esta vez el orgullo no nos salvará- dijo ella que quería volver.

Su vida no estaba en una ciudad extranjera, su vida estaba en Londres, junto con su familia, los Velaryon. Y la vida de Daemon debería estar allí también, aunque su familia, la familia real británica, los  Targaryen, no quisieran saber de él.

- ¿Qué quieres que haga Laena? ¿Qué?- preguntó Daemon mirando a su esposa- ¿Quieres que vaya ante mi hermano y le ruegue que me perdone por algo que él consideraba un error? ¿Quieres que vaya y le suplique que me devuelva lo que por derecho me corresponde? Él me quitó todo, no volveré a su lado- dijo Daemon saliendo de allí hasta la habitación de sus hijas.

Su molestia se quitó cuando vio a Rhaena dibujando y a Baela tocando el piano. 

Celebró el dibujo de Rhaena, pero ella parecía triste.

- ¿Qué sucede pequeña?- preguntó él mirándola a los ojos y ella agachó la mirada- Dime- exigió él y ella se mordió el labio- Ahora- dijo ella y Rhaena lo miró fijamente.

- Baela está triste- dijo Rhaena y Daemon notó que Baela tenía los ojos brillantes pero intentaba sonreírle tocando piano.

- ¿Qué sucede Baela?- preguntó Daemon tomando la mano de Rhaena y llevándola hacia  Baela para conversar con ellas.

Baela miró a Rhaena y luego miró hacia abajo.

- Dime ahora- exigió él en un tono un poco duro, pero no le gustaba que dudaran en decirle las cosas.

Los secretos de la corona (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora