Capítulo 26

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-¿Ya va...qué?- La noticia llegó de golpe, pero mantuve la compostura, sabía que su brazo estaba en malas condiciones pero no que su estado estaba crítico.

-Bueno, ¿recuerdas que su brazo quedó gravemente herido?... Los cortes eran mas profundos de lo que creíamos, perdió mucha sangre y por ahora se encuentra inconsciente- Shannon notó mi cara de horror y después de unos segundos aclaró- Lamentablemente tendrá que perder su brazo, Brooke esta trabajando para construir una buena prótesis, pero lo que me preocupa es que ese brazo no trabaje tan bien como uno real, recuerda que su arma es la espada y el brazo que perdió es el derecho... ¡pero puede vivir!... eso creo...-

Mi boca se abrió cada vez mas involuntariamente, pero seguí firme. Me levanté de la silla y dije- Bueno, es hora de ir a entrenar- Caminé en dirección al jardín y Shannon me siguió en la acción.

El entrenamiento que tuve fue más duro que el último, esta vez fue mas trabajo físico que nada. Ella me entregó una espada y sus manos se movieron tornándose de un color azulado. De una luz del suelo surgieron unas sombras con silueta humana y ella volteadose a verme me dijo- No sabemos aún cual puede ser tu arma, pero igual por ahora te las puedes ir arreglando con la espada, esta es una prueba donde tendrás que trabajar sólo... acaba con el enemigo, piensa que esta es una batalla de verdad- sus manos se elevaron por encima de su cabeza y un humo blanco empezó a envolverla haciéndola desaparecer en la neblina, esta terminó abarcando todo el jardín, en volviéndome también en ella. Por un momento una luz me cegó y aparecí en un escenario nuevo... era una ciudad desértica, todo destruido y abandonado. La sombra que ella había creado seguía de pié en el mismo lugar. Ya me habían enseñado a usar la espada y además había estado en clases de esgrima una vez, pero esta arma era mucho más pesada. Separe mis píes y me mantuve en posición de ataque, se escuchó un chasquido y a la sombra se le iluminaron los ojos. Rápidamente esta se empezó a mover con una velocidad impresionante hacia mi, de sus manos se formaron dos espadas y al llegar a un escombro que había en el piso esta la utilizó de impulso para saltar y aterrizó en otro escombro que estaba mas cerca mío. Decidí no quedarme observando como me presumía sus movimientos de gimnasia y corrí en dirección al escombro. Me apoyé en una piedra y salté a una más grande, la sombra me siguió la acción quedando los dos en la misma. Corrió hacia mi y saltó dando giros con las espadas, salté a un lado evitando el ataque, pero rápidamente me levante alzando la espada y cortando le uno de sus brazos, este cayó y la tierra lo absorbió como si fuera agua. La sombra se volteó dando un fuerte golpe con la espada a la pared que se encontraba detrás de mi, esta se agrieto pero ni me inmute. Seguí concentrado en destruir la sombra, las espadas sonaban y retumbaban con ruidos secos hasta que por fin la sombra se resbaló con un trozo de piedra suelta y tuve el momento para clavarle la espada. La sombra se desvaneció y me levante con aire victorioso buscando con la vista a Shannon.

Una voz resonó por todo el escenario, era la voz de Shannon.

-Buen trabajo, pero esto es sólo el comienzo.

Una gota de sudor se deslizaba por mi frente, cansado por la batalla respiraba con dificutad. Recordé como una vez cuando tuve la oportunidad presenciar una de sus batallas observé que los superaban por número y tamaño, esto era sólo un juego para ellos.

Me limpié el sudor con la palma de la mano y me ubiqué en el que creía que era el centro del lugar. Espere paciente, pero nada ocurría.

Cansado me senté por un momento en el suelo... pero un sonido me desconcertó. Me volteé y una sombra alzaba una gran y pesada hacha que iba dejando caer con velocidad sobre mi cabeza, no tuve mas tiempo que para rodar por los escombros y piedras evitando aquel peligro. La voz de Shannon se volvió a escuchar, esta vez un poco alterada.

-¡No te desconcentres ni te confíes!, en las batallas reales tienes que ser paciente-

Esta vez la sombra era mucho mas alta y tenía mas masa muscular que la otra. Se movía con mas lentitud, pero sus ataques eran mas letales que los anteriores. Corrí saltando de escombro en escombro y cuando quedé justo detrás de la bestia, salté para clavarle la espada en la cabeza. Esta notó mi presencia y se giró rápidamente rozandome la pierna con el hacha. Caí al suelo y noté un dolor punzante, observé mi pierna y tenía un corte superficial, pero igual sangraba con poca intensidad. Me asusté un poco, pensaba que en el peor de los casos el arma de la sombra me iba a traspasar sin hacerme ningún daño, pero estaba equivocado... esto era muy real.

Me levanté con más energía y recogi la espada que quedaba en el suelo. Iba a demostrar que yo no era inútil, que yo no iba a ser la dama en apuros, que yo no iba a dejar que se derramara mas sangre de amigos. Empuñe mi espada y corrí hacia la sombra, me arrojé al suelo deslizándome bajo sus piernas. Tomé mi espada y se la pasé por las piernas, estas desaparecieron y la sombra cayó. Aproveché el momento para clavarle la espada en el pecho, este desapareció como el anterior.

Esta vez estaba preparado, estaba esperando la siguiente prueba con ansias. Brotaron del suelo más de una sombra. Estas eran débiles pero ágiles, las derrote rápidamente. Salieron más sombras, pero en esta ocasión eran de todos los tamaños, salieron mas y mas... uno... dos... siete... quince.
Eran demasiados, cada vez que destruía a uno salían dos mas, quedé acorralado y más se acercaban a mi. Una sombra me dio con su espada en la misma pierna donde me habían dado anteriormente. Caí al suelo y cada vez estaban mas cerca. Una silueta distinta se elevaba por encima de todas, pero me di cuenta que esta estaba peleando con las otras. Esta alzó su arma y golpeó a las sombras frente mio. Su cara se iluminó y vi a Shannon que me tendía la mano. La acepté y me ayudó a levantarme, mi pierna tambaleó pero me apoyé de la pared el dolor se iba desvaneciendo poco a poco, pero la sangre seguía brotando.

-¿Estas bien?- Una sombra se aproximó a ella pero levantó su arco y le clavó una flecha en la cara rápidamente- Creo que me pasé un poco con las sombras, pero lo hiciste muy bien- Me dedico una sonrisa- Aún te falta un poco mas de entrenamiento.

Mi pierna sangraba esta vez con más intensidad. Ella la observó con cuidado e iluminó su mano para curar con más rapidez la herida. Se arrodilló dejando su arco en el suelo y tomando mi pierna con sus manos iluminadas, poco a poco empezó a detener el sangrado. Una sombra de las enormes se acercaba a nosotros, esta se volteó con rapidez, pero la sombra pateó su arco lejos de su alcance. Levantó su enorme hacha para dejarla caer encima de ella. Yo con dificutad me ubiqué apresuradamente en frente de la silueta, protegiendo a Shannon logré que de mis manos brotara una de las características luces. De ellas salió una espada larga, mas liviana que la anterior, no esperé ni un momento, la tomé con fuerza y se la clavé en el pecho, la sombra desapareció inmediatamente.
Volteé a ver a Shannon para ver si se encontraba bien, esta desvió la mirada hacia la peculiar espada que sostenía.

-Esta... esta es tu arma- La sostuvo por un momento en sus manos- es una katana... interesante- se veía fascinada y la contemplaba como si fuera oro.

En ella se encontraban las inconfundibles marcas que caracterizaban a cada una de las armas de los otros. Una deslumbrante sonrisa se asomó en la cara de Shannon, yo le sonreí de vuelta emocionado. Ella me entregó la katana, elevó sus manos y las dejó caer como arrancando una cortina. Todo el escenario donde estábamos desapareció y volvimos a estar en el jardín de la cabaña.

Shannon no dejaba de sonreír. Ella se levantó y me abrazó con fuerza susurrandome en el oído "lo lograste".

-Nunca había visto una katana así, es muy interesante... te felicito... y gracias por defenderme, a veces esas sombras se salen de control- Me golpeó con suavidad la espalda de forma amistosa y entró de nuevo a la cabaña- Mañana otra vez entrenamiento, a la misma hora- Me señaló con el dedo de forma amenazadora- No llegues tarde- sonrió y se fue.

Sostuve la katana y la observé detalladamente por un momento, sonreí y la desvaneci en el aire.

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