Narra Jonathan.
Era una linda noche, y el parque se veía aun mejor por todas la luciérnagas que volaban al rededor de nosotros. Aunque era un fastidio porque algunas se estrellavan contra mi rostro. Me acerqué un poco al lago que tenía adelante. La tenue luz de la luna iluminaba y se reflejaba distorsionando sus silueta por las ondas que las hojas caídas producían en el agua.
Era un espectáculo increíble, eso tenía que admitirlo. Me agaché un poco mas y toque el agua con la punta de mis dedos, pude ver mi sombra reflejada y como las ondas lo deformaban. Poco a poco otra silueta se formaba detrás mío. Era Jessica que me sonreía mientras yo veía el agua concentrado.
Algo destello en el agua llamando mi atención. Cuando desvíe la mirada al destello, ya no se encontraba nada. Debió de haber sido un simple pez.
-Tengo que admitir que la vista de la noche en el parque es sorprendente- Me levanté y me giré a donde ella- Gracias por traerme, es genial-
-Te dije que esta noche no la olvidarias, y así será- Me pareció que su sonrisa no era honesta, pero decidí ignorarlo.
Permanecimos un rato mirando las luciérnagas pero el mismo destello que vi se reflejó otra vez en el agua. Me acerqué para tratar de ver al pez, pero un grito me desconcentró.
-¡Jonathan!, ¡voltea inútil!- Era una voz femenina conocida- ¡NO!-
Al girarme para ver de que se trataba, sentí como algo filoso atravesaba mi costado. Un dolor tan fuerte que mis piernas cedieron y caí al suelo de rodillas. El culpable de mi dolor seguía clavado en mis costillas. La tomé y la retiré con cuidado de no lastimarme mas.
Nunca había experimentado este tipo de dolor, esa magnitud de dolor. Mis ojos se volvieron pesados, pero yo luchaba para mantenerlos abiertos. No moriría asi, no si antes luchar y ver quien es el causante de esto.
Miré en la dirección en la cual me habían clavado la daga. Solo veía a Jessica con una sonrisa, pero no como las de antes, esta era verdaderamente siniestra. Es una maldita perra.
Lo único que pude hacer era tomar le el tobillo. Lo agarré con toda la fuerza que me quedaba, clavando le las uñas, tratando de hacerle por lo menos algo de daño.
-Maldita perra- Dije con mis últimos alientos.
-Gracias por el alago Jonathan- Dijo ella sin dejar de reír, me pateó el costado y yo por el dolor, caí a un lado.
Pude ver la silueta de quién me había advertido de su ataque. Corría a mi dirección a toda velocidad, pero se desvió en el ultimo segundo y pateó en la cara a Jessica. Ella perdió el equilibrio y calló al lago.
-¡Que te pasa maldita!- dijo esta tratando de salir del lago.
La silueta alzó su mano y de ella se produjo una luz radiante, de la nada sostuvo un arco. Un arco que brillaba con las mismas marcas extrañas que había visto en los otros. Podía ver la forma borrosa de la persona. Esta estiró su brazo y sacó de su espalda una flecha. La flecha resplandecía. La soltó y la flecha se dirigió directamente a la mano de Jessica. La flecha impactó perforandole la mano. Jessica soltó un alarido y alzó su mano sana, esta brilló haciendo desaparecer a Jessica con ella.
Mis ojos se volvían mas pesados, veía todo mas borroso, los ojos estaban a punto de cerrarse, pero pude reconocer de quién era la voz, Shannon.
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¿Magia?
Ficção AdolescenteYo... tuve un sueño. Bueno... eso creía hasta ahora. Creía que era tan solo un simple sueño o, mejor dicho, una pesadilla. Pero cuando desperté me enteré que no era así. Mi padre ha muerto y varios de mis amigos también. Y no les pude decir adiós...