¿Magia?

Capítulo 32

Me quedé embobado pensando un momento en Shannon, en sus palabras y en lo que había sucedido segundos atrás. Nunca había sentido algo así... me habían atraído otras mujeres pero no con tanta intensidad.

Agité mi cabeza aclarando mejor mis pensamientos *este no es momento de andar pensando en estas cosas ¡Estamos en peligro!* me seguí repitiendo esas palabras una y otra vez hasta quitar cualquier otro pensamiento de mi mente.

Me recosté en mi cama y cerré los ojos. Ese momento se tornó largo y terminé cayendo en un profundo sueño.

"Eres igual a mi y lo sabes, solo es cuestión de tiempo hasta que logre atravesar tu insignificante escudo humano"  Una voz empezó a resonar en mi cabeza.

Imágenes de todos mis amigos de los
"guardianes" pasaron a toda velocidad por mi mente. Empezando por Alex pasando por Jake y Michel pero se detuvo un tiempo mas largo en una... el rostro de Mary. Ella había muerto, y todo por mi culpa... Fred me culpaba de su muerte y tiene razón.

"Y si te sigues escondiendo... lo mismo le pasará  a cada uno de tus pequeños amigos" 

*¡Sal de mi cabeza ya!  Yo no soy como tu, yo los voy a proteger y vengaré la muerte de Mary y de mis padres. No puedo creer que estés emparentado conmigo... ¡Tu eres un monstruo! *

"¿Tu crees que soy ese estúpido e impulsivo hermano tuyo?  JA no me compares con ese tipo."

*Entonces ¡¿quién eres y por qué estás en mi cabeza?!*
Una amarga y sarcástica risa resonó en mi mente

"Soy mas fuerte que cualquiera de estos peones a los que llamas amigos, soy mas fuerte que el que mató a aquellas personas que tanto extrañas, y si me sigues aprisionando de esta forma voy a terminar destruyendo este cuerpo inútil"

*¿De qué hablas?*

"¿Es qué no has caído ya? Soy el mismísimo Jonathan Millers el poseedor del poder mas fuerte nunca antes visto en su totalidad por cualquier ojo de un ser vivo. Sólo estoy esperando el momento para salir y cuando ese momento llegue te recomiendo que no tengas cerca a seres queridos"

*Ya deja de confundirme de esta manera, yo se bien quien eres*

"Piensa en lo que quieras, ya verás a la hora de la verdad... no me podrás contener, todo lo que hagas será inútil. Yo solo advierto lo que será inevitable, es mejor que tomes las precauciones necesarias, o si no... todo será peor... para ti"

Mis ojos se abrieron de golpe, sentía un peso en el pecho que me asfixiaba. Mis manos rápidamente se colocaron alrededor de mi cuello, mientras jadeaba y  suplicaba por tomar un poco de aire. Pero sobre todo un dolor que nunca había sentido antes se apoderó de mi ser, de lo mas profundo de mi pecho sentí como algo se quebraba... como si fuese un huevo rompiendo su cáscara... como si estuviese incubando dentro de mi a un monstruo...

Me retorcí de dolor hasta que finalmente caí al piso. La falta de aire y el dolor incomparable que me recorría el cuerpo que acababa justo en mi corazón no me dejaba levantar. Con desesperados zarpazos me aferré a las patas de una silla, y tomando impulso me elevé desde el suelo hasta llegar a la superficie del escritorio que tenía al frente la asiento. Me tomé de lo que estaba a mi alcance, pero lamentablemente era algo no muy estable, asi que caí nuevamente de espalda al piso, pero esta vez llevando conmigo todo lo que estaba sobre el escritorio.

Atraída por el ruidoso alboroto Shannon atravesó la puerta con velocidad, con su arco en mano preparada para cualquier amenaza. Sorprendida por mi estado, soltó inmediatamente su arco, pero a solo milímetros del suelo este se desvaneció en el aire.

-¡Jonathan!- Corrió hacia mi- Pero qué...- Se encontraba arrodillada a mi lado, pálida y con pánico en sus ojos.

Tomé su mano mientras temblaba y la deposité sobre mi pecho. Ella pareció darse cuenta de lo que le trataba de indicar. Con movimientos prácticamente invisibles al ojo humano, sacó una navaja y con delicadeza pero de forma veloz cortó mi camisa. Mi pecho quedó al descubierto, pero no se encontraba del todo ileso. Una cicatriz se extendía de largo a largo por todo mi torso y parecía provenir de donde está ubicado mi corazón.
Shannon cerró sus ojos y tomó entre sus manos el pequeño Ópalo que se encontraba en su cuello.

Sus ojos se abrieron de golpe... pero estos se veían... sin vida.
Arrancó violentamente el Ópalo de su cuello, este empezó a transformarse hasta convertirse en una estaca brillante. Alzó sus brazos sujetando todavía la estaca de Ópalo entre ellas, y con una fuerza impresionante la clavó en mi.

Sólo sentí una fuerte presión... sólo una presión, sin ningún dolor agregado.

Pasaron unos cuantos segundos, máximo algunos pocos minutos.

Aun ella sujetaba el borde de la estaca que todavía se encontraba una mitad dentro de mi pecho. El dolor indescriptible de antes se fue disipando, y poco a poco fui recuperando la respiración.

La puerta se abrió de golpe, pero esta vez era Michael el que entraba. Corrió sin decir nada y se arrodilló junto a Shannon. Este me observó... pero en ese momento no encontraba en su rostro el odio y desagrado que tenía siempre hacia mi... esta vez se veía asustado y nervioso.
Rodeó con sus manos las manos de Shannon, que aún continuaban sujetando firmemente la estaca clavada en mi pecho. Apretó con fuerza las manos de Shannon y lentamente fue sacando la estaca. La estaca que parecía de luz se fue modificando nuevamente hasta quedar otra vez como la piedra preciosa que siempre le colgaba del cuello de ella.

Increíblemente la estaca no había dejado herida alguna, hasta se llegó a llevar la cicatriz que me había surgido.
Michael dejó caer el Ópalo y sujetó rápidamente a Shannon, que se venía cayendo a un lado.

Aun continuaba recostado en el suelo, impactado por lo que acababa de sentir. Me incorporé tocandome el pecho. La cabeza me daba vueltas, pero aún así logré ver con dificultad a la milagrosa piedra que me habían clavado. La piedra parecía no haber quedado intacta... una grieta se extendía de una punta a la otra, emitiendo de vez en cuanto un pequeño rayo de luz repentino.

Giré mi cabeza y vi a Shannon en brazos de Michael. Sus ojos seguían abiertos, pero se encontraban extraños.

Michael alzó su cabeza y me miró a los ojos. Con una voz firme pero con leves temblores me dijo:

-Tenemos que hablar de lo que pasó-

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Volví después de mucho tiempo :D
Siento no haber podido subir nuevo capítulo en tanto :(

Les aviso que no planeo dejar la historia a la mitad, pero necesito apoyo para saber que quieren que la continúe y para saber si les gusta.

Gracias por la paciencia de verdad.

Att: I.V