"Arauco tiene una pena, que no la puedo callar
Son injusticias de siglos, que todos ven aplicar
Nadie le pone remedio pudiéndolo remediar
¡Levántate, Huenchullán!"Cantaba una mujer desde lo más alto de aquella grande casa, que era la base de los felinos, tocando la guitarra con mal augurio en su voz y en el instrumento, mientras que la noche se levantaba sobre ella
Todo debido a que, a lo lejos, escuchaba los lamentos de Israel, y las voces de las felinas tratando de calmarlo.
Con desgracia en sus ojos siguió cantando hasta terminar la canción, en su mismo tono lamentado.
"Ya no florece el mañio, ya no da fruto el piñón
Se va a secar la araucaria, ya no perfuma el cedrón
Porque al Mapuche le clavan el centro del corazón
Levántate, Curimón..."—Dios... Ezra... lo siento tanto— decía el joven, mirando el collar rojo que había quedado de su amigo, mientras las gotas de agua caían de su cabello empapado y de su ropa, recorriendo su tez blanca fríamente
—Isra, vámonos, te vas a enfermar aquí...— dijo Estrella, con el sonido del río de fondo, y levantaron al chico para volver a la base
Israel no volvió a emitir palabra alguna, de su boca solo salían lamentos, de sus ojos solo se veía caer llanto, ni si quiera el frío le resultaba tan doloroso como haber tomado el cuerpo sin vida de su viejo amigo y verlo desvanecerse.
Era como ese tal Arauco, su pena era imposible de callar, y así como el alma de Galvarino, a Ezra se lo llevó el viento sur.
Pensamientos fatalistas, mientras caminaba con sus amigas y con pocas fuerzas, que la mayoría destinaba a tomar con fuerza el collar de gato que había dejado el adolescente
Por más que le pidieran que soltara el objeto, no lo hacía.
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.El joven ya estaba seco, estaba solo y frente a una estufa para que no bajara su temperatura. No había hablado, le dolía la cabeza de llorar, y aún tomaba el collar rojo de Ezra.
Se convirtió en gato y se acurrucó en el mismo lugar, pero con el objeto debajo de él para que nadie se lo quitara mientras dormía.
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Pasaron los días normalmente para todos, a excepción de Israel, que seguía decaído y más callado, pero aun así cumplía con excelencia sus deberes de guardia y protector de la base junto a otros felinos elegidosEn las prácticas se cruzó con otro felino
—Vas a usar el arco? — preguntó, era más bajo que el pelinegro y se sintió algo asustado por la mirada seria del contrario
Él era un joven de cabello castaño, algo alborotado a pesar de que se lo peinaba mil veces, de estatura mediana, ojos cafés casi negros, y con vitíligo. Su piel era una mezcla de un tono moreno claro con manchas de piel blancas, como porcelana
—No. — respondió fríamente para volver a centrarse en su entrenamiento
—Bien, bien... hielo de mierda— dijo lo último en un susurro casi inaudible... Pero el excelente oído de Israel no dejó escapar eso
—Que dijiste? —volvió a ver al más bajo, esta vez algo hostigado
—Ah? ¡¿Yo?! Nada... ¿por qué preguntas? — trataba de disimular con algo de miedo por el mayor
Israel se iba a acercar hasta que...
—Oigan!! ya po, paren la wea— interrumpió Katy, que entró porque estaba buscando su katana—Lautaro, no lesees a este weon
—Yo no estaba haciendo nada!! — reclamó Lautaro algo molesto mientras veía a su amiga
—Da lo mismo. — suspiró pesado y acercó a ambos para presentarlos —Bien, Israel, este weon es Lautaro. Lautaro, este weon es Israel, salúdense civilizadamente
El más alto, con el mismo carácter, aunque ahora más hostigado que antes, solo dijo hola fríamente y se iba a ir, hasta que Katy le tomó del brazo
—Así no animal— lo regañó y tomó su muñeca para obligarlo a saludar mejor, y hasta habló por él como si fuera un títere
Lautaro trataba de aguantar la risa por las acciones de la felina, tenía una mezcla de risa y miedo por la mirada fija y amenazante del más alto
—Y voh también saluda— regañó también al más bajo, la diferencia es que este si saludó bien, aunque soltando unas risitas nerviosas —Ya, ahora... Dense un beso— comenzó a reír a carcajadas tratando de alegrar a Israel
—Puedes soltarme? — se soltó algo brusco del agarre de su amiga y decidió irse
—Ay ya— se quejó y miró al de pelo castaño algo agotada —Lo siento Lauti, no han sido días fáciles para Israel...
—Por qué?
—Larga historia. — respondió seca y fue a buscar su arma, que era para lo que originalmente iba
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.Los días pasaban, ahora en el sistema de la base se habían implementado misiones en toda la ciudad, y por eso enviaban a Israel junto a otros felinos en grupos a recorrer, reconocer, identificar y hacer observaciones sobre toda la ciudad
Lamentablemente para nuestro Lautaro, le tocó estar en el grupo de exploración de Israel, así que tenía que estar al lado de él y generalmente le daba un poco de miedo y también molestia.
✮𝕹𝖆𝖗𝖗𝖆 𝕷𝖆𝖚𝖙𝖆𝖗𝖔✮
Primero... ¡¿porque tengo tan mala suerte?! ¿Acaso hice algo mal en mi vida para que me tocara trabajar con este weon, que solo me mira mal todo el rato?
Más encima es más alto que yo... me da miedo el hijo de puta.
Pero me estoy acostumbrando, tampoco es lo más terrible del mundo... Mientras no me golpee todo bien
—Que tenemos que hacer hoy? — dijo otro del grupo
—Identificar dónde queda la Municipalidad. — como siempre, respondió Israel. Ni sé si es el líder del grupo
—Oye, ¿eres el líder del grupo acaso? — pregunté
—Y tú qué crees que voy a ser? — me respondió con sarcasmo y quería insultarlo, pero estábamos trabajando, llegaba a informar eso y me bajaban la paga de una
Me quedé en silencio y seguí como imbécil al condenado. No quiero, pero si no hago caso me bajan la paga, y tampoco es que necesite pagar el arriendo o alguna wea así... Pero me sirve en caso de que tenga que irme.
¡¡¡Además, que a nadie le gusta que le bajen el sueldo!!!
En fin
Solo quiero irme a dormir.
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𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚕𝚊𝚜 𝚝𝚛𝚊𝚐𝚎𝚍𝚒𝚊𝚜
Художественная прозаPelusa, felina de ojos verdosos y pelaje carey entre el blanco y castaño oscuro junto a algo de amarillo. Con una vida que muchos gatos envidiarían, una dueña ejemplar y una ciudad estable. Aunque... La vida ha golpeado duro su puerta, y de un día p...