INFORME DIARIO. - AVANCE CON LA INVESTIGACIÓN.
FECHA: ##/##/##
INFORMANTE: ???
Ha pasado bastante tiempo desde que empezamos el plan, día 10 del seguimiento al proyecto N. 64 del laboratorio de Brookhaven.
El objetivo se encuentra actualmente en Chile, Puente Alto, región Metropolitana. Un equipo de la agencia se encarga de controlar, pacificar y capturar al proyecto perdido para su investigación y sus avances conforme a lo que ha sucedido este tiempo desde su huida del recinto.
Tenemos identificado el lugar en el que tiende a hospedarse y tenemos tácticas confiables para su próxima captura. En este momento, estamos en el final de la fase 3 de nuestro trabajo: la identificación y planeación de la captura.
Finalmente, en la fase 4, Pelusa (o el proyecto N. 64) será recluido, aislado e investigado para nuevos proyectos con fines como: avances militares y estratégicos, avances en la ciencia, etc.
Nuestro método ha sido controlar y usar a la escritora del proyecto para que manipule y mantenga en distracción a Pelusa. Aún estamos en trabajo de descubrir cómo se pudo llevar a la vida a este ser y que el acontecimiento haya pasado a mayores.
Que Dios y la santa Virgen nos amparen y a todas las naciones del mundo, que estamos trabajando unidos para nuestra salvación.
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Ema seguía escribiendo y trabajando, las letras empezaban a agobiarla (aun más de lo que ya lo hacían), pero realmente no quería que Pelusa cayera de nuevo en unas manos tan engañosas como las de los agentes y los gobiernos.
—Descansa un rato weona, ya es suficiente trabajar, te debes estar quedando ciega de tanto mirar ese computador— comentó mientras le ofrecía un café, cargado y con leche, obviamente, siendo un perfeccionista que se respeta, hizo un diseño en el café.
—Gracias. — ni si quiera se fijó en el diseño tan bonito que había en la taza, solo lo sopló y le dio un sorbo, aunque escuchó un gritito de indignación por parte del contrario, lo que la hizo voltear preocupada. — ¿Qué pasó? ¿Dije algo? (Aunque solo le dije gracias...)
—¡¡No viste el diseño!! ¡Había dibujado un gato con una luna bien bonito para ti, y así me pagas! Vergüenza debería darte mujer. —
—¡A-ah, lo siento! Lo siento, fue sin querer — le dio unas palmaditas en la espalda al más alto para consolarlo y tratar de disculparse, pero esa mirada despiadada no se la quitó de encima.
—Estoy muy molesto. — se hizo el traicionado por un corto lapso de tiempo y después de un rato vio a su hermana irse, probablemente a buscar algo o ir al baño, al final seguía siendo un humano normal a pesar de parecer máquina escribiendo y trabajando tanto.
(No sería malo leer lo que ha escrito... Pobre... ¿Pelusa era? Uh, no recuerdo, que fome.) —
Sam empezó a leer desde el principio del capítulo, con detención y apreciando cada palabra y frase, ya que como un perfeccionista que se respeta... No podía haber fallas (aunque no fuera su trabajo, porque es todo un fijón.)
Su hermana al parecer se demoraría, así que decidió revisar si se había guardado el trabajo y empezó a leer desde el principio... Toda la historia se apegaba al plan de la agencia, hasta cierto punto.
Se mencionaba que Pelusa estaba estudiando duro, conocía a más de los suyos y creaba relaciones, además de convenientemente ser amiga cercana de la líder de una de las bases felinas más grandes. Se detallaba que estaba aprendiendo sobre armas... Entre dramas secundarios como el pobre chico con vitíligo siendo atacado por una flecha disparada por el amor de su vida.
Samuel sabía que esas ideas no se apegaban a lo que debía hacer Emma, y cada vez más preocupado por lo que leía, ya que algunas frases las debía leer más de una vez, decidió dejar todo como lo había encontrado y llamar a la pelinegra con un grito pronunciando su nombre.
—¿Qué pasó? — dijo después de volver rápido con un par de papeles y una carpeta en manos.
—¡¿Quieres morir acaso?! — alzó la voz con preocupación, lo cual también era reflejado por su rostro, y se acercó a la contraria para tomarle los hombros y observarla fijamente.
—¿Qué wea te pasa weon, ¿qué estás hablando? — dejó aquellos objetos de lado, mirando con confusión al otro.
—Tú sabes que estoy hablando, lo que estás escribiendo no se adecúa al plan, ¡¡y sabes las consecuencias que puede traerte eso!! —
—Shhh.... No lo grites... Sé que estamos en casa, pero no lo grites. — pronunció en susurro y le tapó la boca, después al quitársela, tomaron asiento de nuevo.
—¿Sabes que estás haciendo? ¿no? ¡¡Nos amenazaron a ambos con matarnos si nos salíamos del plan, pero me preocupas tú!! Sabes lo que pueden hacerte por esto? — alarmaba angustiado mientras trataba de susurrar.
—Si, lo sé, pero quiero que ella esté bien... Sam, ella es real, es tan real como tú y como yo, no puedo condenarla a un destino cruel... Necesito hacer algo, he estado trabajando de más para entregar otra versión a la agencia en la que Pelusa no tiene nada y no sabe nada de lo que sabe ahora...
—Dime, ¿qué es eso de las sagradas escrituras? La nueva biblia... Dios, ¡te van a matar! —
—No si no me descubren, por eso, no digas nada... No toques nada, haz que esto no pasó, ¿sí? Estaré bien — le acarició suavemente la mejilla al joven cuando lo vio sollozar.
—No quiero perderte... Eres la única familia que tengo... No quiero que te arriesgues, perdón, pero no quiero arriesgarte, mamá me encargó que te cuidara mucho y ahora haces esto— se limpió las lágrimas y abrazó a la más baja con fuerza.
—Tranquilo... Estaré bien, no fallarás tu misión. Me gustaría no arriesgarme, pero son muchas personas condenadas a morir si yo decido que mueran, y... No puedo. —
Estuvieron abrazados un rato mientras se calmaban, ya que la idea de una muerte próxima y dolorosa no solo aterraba a Samuel, que a pesar de ser el más alto y fuerte, era el hermano menor, y derramaba mares por los ojos si se trataba del fallecimiento de su hermana; la peor pesadilla que pudo soñar en toda su vida.
Se sentía de nuevo un niño pequeño, llorando desconsolado en los brazos protectores de una hermana mayor que guardó sus lágrimas para reemplazarlas por fuerza de voluntad y valor para seguir la vida después de todo lo que vivieron alguna vez.
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𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚕𝚊𝚜 𝚝𝚛𝚊𝚐𝚎𝚍𝚒𝚊𝚜
Художественная прозаPelusa, felina de ojos verdosos y pelaje carey entre el blanco y castaño oscuro junto a algo de amarillo. Con una vida que muchos gatos envidiarían, una dueña ejemplar y una ciudad estable. Aunque... La vida ha golpeado duro su puerta, y de un día p...