Israel había bajado y estaba con daga en mano atacando a cada perro que tenía a pesar de haber ido a buscar su arco y su flecha.
Tenía sangre en sus manos, pero los perros no cesaban su ataque
Y estaba solo de repente, algo asustado pero listo para defender a los suyos
—Los despedazaremos hasta que no quede ninguno!!! — gritó un hombre entre los perros, que ya cesado el ataque inicial se quedaron varios, alrededor de él
—No dejaremos que lo hagas. — respondió fríamente el puentealtino, sin quitar la vista y pronto levantando su arco y apuntando a su enemigo
—En serio...? JAH, todos ustedes, malditos gatos infelices... Jamás estarán sobre nosotros, ni si quiera alcanzarán la mitad de nuestro nivel
—Retrocede ahora o te voy a disparar la maldita flecha en el cráneo. — con más rabia, mantenía su arco listo para disparar
—Jamás, y tampoco vas a hacer eso porque sabes que no puedes, Israel. — sonrió burlón y comenzó a acercarse, esta vez en su forma original
Era un perro grande, lo suficiente como para agarrar un gato y despedazarlo él solo, su pelaje era negro y sus patas eran blancas. Miraba a Israel como si fuera una presa justo en el punto exacto para atacarla, morderla y arrancar parte por parte para disfrutar el sabor y consumir hasta dejar los fríos huesos.
Y hizo una señal discreta para que uno de los perros que lo acompañaba se lanzara sobre Israel por sorpresa
—Perro de mierda...— dijo Lautaro, susurrando desde las sombras, veía al can preparándose lentamente
Lautaro, convertido en gato, se apresuró en correr y lanzarse a los ojos del animal enemigo gusto antes de que atacara a Israel
Estrella llegó a tiempo con un fusil en mano, y lo disparó en contra de los otros canes, ganando ese ataque a pesar de los muertos y heridos.
—Llévense a los heridos, todo lo necesario, tenemos que correr— dijo la felina líder, escuchando de lejos sirenas y gritos
Israel se acercó a Lautaro, agradeciendo y diciendo un par de malas palabras además de correr a buscar lo que necesitaban para abandonar la base rápidamente.
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.Todos habían escapado, con sus cosas, las armas, los cuchillos, el libro...
Pero Pelusa no estaba, había corrido con las crías lejos, había escapado y aun así escuchaba de lejos aquellas sirenas y los disparos
Lloraba asustada por pensar la idea de que Estrella y sus amigos habían muerto, pero al ver a los pequeños sonreía con algo de dificultad y queriendo volver, pero no era seguro para los pequeños.
—Solo espero que estén bien...— suspiró pesadamente ya algo cansada
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.—Señor... los gatos escaparon. — dijo un hombre por un radio escondido cerca de la casona que era base de los gatos
—Escaparon?! ¡¿Vieron a dónde?!
—No señor. Pero dicen que hay cadáveres de los perros que enviaste a la misión, y no han encontrado ni recursos, ni botiquines ni nada referente a los felinos
—Maldición... Encuentra a Pelusa, y ese libro, deben encontrarlos AHORA.
—Si señor. — después de eso, el hombre se perdió entre las demás casas y personas como un perro callejero vagando por calles sin sentido.
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.—Porque hiciste eso...? — preguntó Israel mientras caminaba entre un grupo de felinos, al lado de su compañero
—Me caes mal, pero me sentiría culpable si dejo que alguien muera comido por perros sarnosos
—Si claro... "Te caigo mal"
—Si, harto, eres un insoportable de mierda
—Acaso quieres que te deje moribundo a medio campo?
—Ya dejen sus weas y busquemos a Pelusa, si? — dijo Estrella, que estaba preocupada por su amiga mientras que los otros dos solo hablaban cosas sin sentido para ella
Hizo una pausa en su firme caminar y miró al rededor, el campo era amplio pero amplias también eran las posibilidades de encontrar allí a Pelusa
Así que comenzaron a llamarla, aunque por su nombre humano, "Ema".
Pelusa con su oído agudo siguió las voces de sus amigos y llegó a ellos, con los gatitos pequeños que había salvado
—Pelusa!!!— Estrella se acercó rápidamente a la menor y la abrazó con cuidado por los gatitos— hiciste bien en venir acá...
—Gracias, le atiné a agarrar a las guagüitas y correr noma', ustedes están bien?
—Si, estamos casi todos...
Pensábamos acampar todos aquí hasta mañana y partir a una casona cercana, eso sí está en La Cisterna—Y porque no nos vamos ahora para allá?— le dió algunos gatitos a Lautaro, mirando atenta a su amiga
—Hay heridos, otros se están encargando de curarlos, pero no podemos irnos así con ellos sin haber descansado y dejado que el dolor inicial pasara
Comenzaron a caminar de vuelta para reunirse con los otros en otra parte del campo e Israel le hacía burla al condino por llevar a los gatitos
—A ver, amamántalos po, se te van a morir las crías, mala madre — decía entre risas viendo al más bajo más molesto
—Corta la wea. — miró mal al puentealtino, que solo le sacó la lengua como burla mientras seguían caminando hasta su destino
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.Hicieron todos juntos una especie de campamento discreto entre el pastizal, convertidos en gatos pasaron la noche
Aunque Estrella, desconfiada, hizo guardia con Katy durante la noche, aún manteniendo el fusil en sus manos, listo para ser disparado"Para los indignados tienen perros preparados"
—Alguien, en algún lugar de su historia, perdido en alguna línea de tiempo....
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𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚕𝚊𝚜 𝚝𝚛𝚊𝚐𝚎𝚍𝚒𝚊𝚜
Ficción GeneralPelusa, felina de ojos verdosos y pelaje carey entre el blanco y castaño oscuro junto a algo de amarillo. Con una vida que muchos gatos envidiarían, una dueña ejemplar y una ciudad estable. Aunque... La vida ha golpeado duro su puerta, y de un día p...