Al día siguiente, en grupos se dividieron para ir a distintas bases, entregaron a varios de los gatitos aunque algunos aún no se reunían con sus madres otra vez—Si... si sus mamás están muertas, que haremos con ellos...? — preguntó Pelusa mirando en sus brazos a los gatitos
—Dárselos a otros gatos— respondió Estrella, algo triste, y suspiró— es hora de partir... Mientras antes nos vayamos, antes mejor
El amanecer reflejaba un buen día por delante, pero ahora debían terminar de arreglarse para partir como los demás a las bases
—Allá en La Cisterna no hay tantos gatos y hay bastante espacio, nos van a recibir, pero vamos, no confío mucho en quedarnos más tiempo aquí
A Pelusa le hicieron un tipo de bolsito para llevar a los pequeños felinos, a los cuales sonreía para ocultarles el dolor de que quizá las madres de aquellos estaban muertas
Y así, mientras el sol se levantaba al cielo entre los edificios de la ciudad, tomaron todas las cosas y las escondieron lo más posible en bolsos y lo que tenían.
Y allá fueron...
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.Una media hora después, llegaron a la casona, y Estrella tocó la puerta
Siendo recibidos por una guardia, que verificó que fueran gatos y los que decían ser, antes de poder entrar
—Bienvenidos!! Se puede saber que hacen por estos lugares?— dijo la felina que ya había entrado más en confianza al saber que hablaba con felinos—que traen? Tanta bolsa y cosas
—Nosotros.. la base fue invadida por perros, mataron a algunos gatos y ya venían los Carabineros al poco tiempo, no podíamos quedarnos ahí y fingir que no pasó nada— respondió algo triste Estrella
—Oh... esos gatitos...
—Si, son de algunas madres que no hemos visto después de ese desastre— susurró la más alta después de acercarse.
—Por Basted, que horrible.. avisaré para que tengan registro de que ustedes están aquí y no los busquen o reporten desaparecidos
Después de eso, la guardia fue a buscar a otra y le avisó de los recién llegados además de pedirle que lo registrara
Y al poco rato, asignaron a los felinos habitaciones, una al lado de la otra
Pelusa no quiso separarse de los gatitos y los mantuvo con ella, además que en esta casona las habitaciones eran más amplias así que después se reunieron sus amigos
—Vas a dedicarte a cuidar a esos gatos? — dijo Lautaro, y pidió a uno para mimarlo y jugar con él
—Creo que sí, es lo que merecen...
—Pero hay que amamantarlos, tu naturalmente no eres mamá de ellos
—Tú tampoco, más encima tú eres hombre, Lautaro.
Trataré de cuidarlos igual, ¿sí? No es culpa de ellos nada de lo que pasó... — dejó que recorrieran la habitación, sin quitarles la vista de encimaMaullaban y se caían a veces, o peleaban, pero seguían paseando por ahí
Aunque comenzaron a llorar bastante, así que Pelusa se fue para buscar a alguna gata que pudiera alimentarlos o mamaderas para ellos
—Cuanto tiempo estaremos aquí? — preguntó Katy, jugando un poco con la funda de su katana
—El tiempo que necesitemos para estar seguros y poder volver a Puente a nuestra casona original— respondió Estrella — y contra atacaremos.
—Suena bien— Israel apoyó su espalda en la cama, ya que estaban sentados en círculo en el suelo
—Bueno... Queda acostumbrarse por mientras y ya
—Si, por ahora organicemos lo que traemos, no tendrán que hacer misiones, supongo
Aunque varios saben de la excelencia de Israel, quizá a ti si te llaman para alguna misión
Israel no tardó en sonreír orgulloso y recibir un golpecito en el brazo por parte de Lautaro, que estaba al lado de el
El puentealtino le hizo burla y le devolvió el golpe de la misma forma, y el condino siguió el juego
—Ya empezó el matrimonio, paren la wea! Parecen cabros chicos— dijo Katy viendo a ambos
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.Pasaban los días, Pelusa con sus amigas cuidaban de los gatitos, aunque Lautaro también los cargó y cuidó bastante
Israel obvio aprovechaba para hacer burlas y reír con el condino, y sin darse mucha cuenta ya eran buenos amigos, soportaban las bromas pesadas y reían junto a las demás
Durante semanas, estuvieron entre planear como establecerse de nuevo, bromas, cuidar a los gatitos, y reuniones nocturnas en las que solo decían tonterías sin sentido
Y Estrella tenía razón, a Israel le pidieron asistir a una misión, y orgulloso se puso su traje ligero de arquero
—Te dije que no dudaras de mis capacidades, weón.— decía mientras se terminaba de acomodar la ropa, frente al espejo
—Ya corta la wea, eres un caso perdido — Lautaro observaba a su amigo terminar de arreglarse, y su atención a los detalles lo hizo fijarse en el contrario
El condino tendía a ponerle atención a muchos detalles, sobre todo de la gente, hasta el más pequeño a veces, era bastante atento con las cosas con las que quería serlo, y por ello no pudo no ver a su amigo
Era alto, ojos oscuros, sus labios algo secos, su piel era color mate y tenía un rasguño en la muñeca izquierda, además de que en la derecha llevaba un collar de gato rojo como pulsera
El cabello del puentealtino había crecido un poco, llegando algunos mechones hasta la altura de sus hombros, y preparó su arco y las flechas
—Y? ¿Cómo me veo? — dijo Israel cuando ya estaba listo
Lautaro antes de responder se quedó en silencio un par de segundos, pestañeando más veces
—Feo y asquerosamente horrible, vete antes de que vomite hasta el desayuno— respondió serio, mirando fijamente a su amigo
—Sha, y vo'? Menos mal que me estás ayudando— habló en el mismo tono, aunque haciéndose ligeramente el ofendido, después fue a pegarle un manotazo a su compañero y se fue
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𝙱𝚊𝚓𝚘 𝚕𝚊𝚜 𝚝𝚛𝚊𝚐𝚎𝚍𝚒𝚊𝚜
Ficção GeralPelusa, felina de ojos verdosos y pelaje carey entre el blanco y castaño oscuro junto a algo de amarillo. Con una vida que muchos gatos envidiarían, una dueña ejemplar y una ciudad estable. Aunque... La vida ha golpeado duro su puerta, y de un día p...