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Enzo creía que no se lo merecía, mucho menos el papel protagónico que no era tan protagónico porque creía que TODOS eran protagonistas.

El uruguayo creía que era uno de los mejores momentos de su carrera, sin embargo él solo tenía pensado concentrarse sólo en eso, sabía que conocería a muchos chicos, pero eso no sería su prioridad.

Vogrincic venía de una familia con dinero, nunca le faltó para nada, su padre lo aseguró con una casa bastante grande, con piscina y con auto incluido, es por eso que muchas mujeres se le acercaban con intenciones algo ambiciosas para sacarle dinero, pero Enzo no tenía intención de tener pareja, mucho menos tener hijos, en sus planes solo estaba mejorar en su carrera y concentrarse en este nuevo proyecto histórico que lo llevaría muy lejos si lo hacía bien, claro, con el apoyo únicamente de su madre ya que su padre falleció hace unos pocos años.

Salió de su casa, iría a una especie de estudio para conocer al elenco quienes serían sus colegas, manejó a velocidad moderada, iba bien en la hora, por lo que estacionó para comprarse un café, pues no tomaba mate.

—Muchas gracias, podés quedarte con el cambio.—Dijo Enzo sonriendo a la vendedora.

Caminó hasta su auto, y pudo notar una cabeza en el asiento delantero de copiloto, se asustó, ¿le estaban robando?

Rápidamente abrió la puerta, y en una posición de ataque un poco.. extraña, le gritó a aquel joven.

—¡¿Quién sos y por qué intentás robar mi auto?!

El chico exaltado lo miró extrañado, que señor más raro, era bastante alto, con hoyuelos en sus mejillas, guapo a decir verdad, tenía una camisa blanca desabrochada en los primeros botones, y unos pantalones de tela negros, y una chaqueta negra que no traía puesta.

—Uhm.. Señor, voy a esta dirección.

El menor sin bajarse del vehículo, le mostró Google Maps, hacia una dirección que casualmente era exactamente la misma a la que el mayor se dirigía, esto le causó miedo, creía que lo estaba siguiendo y que le iba a asaltar, ya era mayor, ¿cómo se podría defender?

—Oye, ladronzuelo, ¿vos me estás siguiendo? Ya dime qué querés, hoy es un día importante.

—¡Hoy también es un día importante para mí!

Enzo suspiró, ¿por qué le pasaban estas cosas justo ahora? Tenía a un chico que se veía de 18 años en su auto y por lo que veía no tenía ganas de salir.

Caminó hacia el otro lado del auto, abriendo la puerta y sentándose en el asiento de piloto, había un auto al frente suyo que estaba parado y no se movía, como si estuviese esperando a alguien.

—Lo que me faltaba.. —Dijo Enzo, ya se estaba frustrando, y sabía que eso era malo, pues cuando estaba enojado, se enojaba con todos, y no lo podía controlar.

—Mirá niño, te llevaré con tus padres, ¿dónde vivís?

Lo observó durante un rato, estaba en el celular, podía aprovechar de observarlo bien, vio como el más bajo abría la boca con asombro y miraba hacia al frente, luego dirigió la mirada a Enzo.

—O-Oye, disculpá, me confundí.—Vogrincic lo miró extrañado, y dejó que terminara.—Pensé que vos sos mi uber, pero el auto que pedí es el que está al frente nuestro.. perdóname boludo..

Notó como la mirada de Enzo era de incredulidad, ahora entendía todo, pero se le olvidó un pequeño gran detalle.

El chico se bajó del auto pidiendo otra vez disculpas, casi corriendo al auto que ya se iba, cuando ya iba acelerando, Enzo pudo prender el auto para dirigirse al fin al estudio.

deja vu - matías x enzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora