Se arreglaron nuevamente para aquella fiesta que los mismos chicos del evento habían preparado, Matías y Enzo bajaron juntos, se sintió como una eternidad el tiempo en el que estuvieron bajando hasta el segundo piso.
Una vez llegaron, escucharon música y voces riéndose por aquí y por allá, se separaron y cada uno fue por su camino.
—¡Enzoo! Sos re callado vos eh, vení a tomarte unas copitas conmigo, hay que conocernos mejor.
Le decía Blas, Enzo veía a lo lejos a Matías que estaba con Juani tomándose shots de tequila con limón, el pensamiento de querer cuidarlo se le pasaba por la mente, pero era absurdo, se quiso abrir para celebrar el logro y le asintió al chico.
Y así pasaron la noche, Mati y Enzo no hablaron en toda la fiesta, compartían miradas así nomás pero de ahí a hablarse, no.
—¡Che! ¿Dónde está tu novia Mati?
Habló fuerte uno de los chicos del elenco, Enzo no pudo saber quién era, estaba algo borracho y lejos de él, aparte que no se concentró en saber quién era, se concentró en Matías, quien estaba bastante más borracho que él, estaba con una mirada seria.
—¿Qué pasa con ella?
—¿Por qué no la invitaste?
Preguntó con un tono de voz coqueto, se notaba la incomodidad del ambiente.
—¿Y para qué querría venir para acá? Dejá de hablar boludeces.
—¿Estás seguro que es por eso y no porque se esté acostando con otro ahora?
Matías abrió la boca lentamente, sus ojos comenzaron a ponerse llorosos, todos estaban sorprendidos, y lo miraban con lástima, y eso, era lo que más odiaba Recalt.
Miraba a su alrededor, estaba mareado y no podía ver por los cristalinos ojos que tenía, se fue corriendo mientras escuchaba los murmullos de los demás, unos chicos le gritaban al impertinente que había dicho eso, y otros hablaban entre ellos sobre lo que acababa de pasar. Unos minutos reaccionó y se fue corriendo al ascensor, entró y de repente volvió a abrirse, encontrándose con un Enzo preocupado, borracho, pero preocupado, a Mati ya se le había bajado todo el alcohol después de lo ocurrido.
—¿Estás bien?
—¿A ti te parece que lo estoy? Pelotudo, si vas a subir que sea rápido que ya no quiero estar aquí.
Enzo asintió y subió con él, fue un silencio incómodo mientras Vogrincic no podía mantenerse parado, Recalt suspiró y lo sujetó de su cintura para poder llevarlo a su habitación, cerraron la puerta y tiró a Enzo a la cama mientras él se sentaba en la orilla de esta, Enzo lo siguió sentándose igual, se quedaron en silencio por unos segundos.
—Estoy re pasado de copas, disculpá, no puedo ser de ayuda ahora.. —Dijo apenado el más alto.
Matías negó con la cabeza, mirando la cara roja de Enzo por el alcohol.
—No te preocupes, no es primera vez que pasa algo así.
—No quiero sonar intruso, ¿pero por qué dicen eso?
Mati suspiró y comenzó a explicarle, intentaba reprimir las lágrimas que salían de sus ojos, odiaba mostrarse así a alguien más que no fuera ella.
—Malena y yo comenzamos a salir cuando yo tenía 16 y ella era mayor de edad, y estamos juntos hasta ahora, sin embargo siento que me arrancó algo de mí a temprana edad, me sentí presionado a hacer cosas que no quería, a tener que madurar mucho más rápido, ella siempre me ha engañado con chicos, pero siempre estoy perdonándola porque siento que ella tiene algo de mí que yo no puedo reconocer, suena re tonto, y tampoco sé cómo explicarlo, pero supongo que me apoyó en mis peores momentos..