Abrió la puerta y entró, Kuku estaba inmóvil mirando la televisión del cuarto, quien cuando se percató de la presencia de Enzo, puso una cara asustada, Vogrincic sintió la incomodidad y la confusión ajena, acercándose para acostarse en un futón que había dentro al lado de la cama del paciente.
—¿Qué hacés acá?
Preguntó Esteban, algo ansioso, intentando no moverse mucho por las heridas que tenía en su cuerpo.
—Alguien se tenía que quedar.
Respondiéndole mientras preparaba una especie de comida que le habían dado en el hospital, era comida molida.
—Pero prefería a Blas, a vos no te conozco, no sé, es raro.
—¿Por qué raro? Entonces nos podemos conocer viste, vos te llamás Esteban.
Esteban entrecerró los ojos con sus sospechas, mirándole de arriba hacia abajo, no se veía un mal tipo o algo así, no quería ser prejuicioso, además las apariencias engañan.
—Uhm si, ¿vos?
Enzo por dentro se sentía realmente fatal.
—Enzo Vogrincic.
El Uruguayo notó como Esteban hizo una sonrisa, sonrisa que tuvo que aguantarse por el dolor de su mandíbula, tenía una pequeña fractura por la caída luego del disparo.
—Yo tengo un apellido más raro, el mío es Kukuriczka, te gané.
Deja vu.
A Enzo le dio un gran deja vu, casualmente un deja vu que tenía que ver completamente con los apellidos "raros" que ambos tenían, tenía ganas de llorar y contarle todo lo que habían pasado, cuando de repente se le ocurrió una duda, ¿Qué recordaba Esteban del accidente?
—Y bueno, acepto la derrota.
Habló con una sonrisa que contagió a Esteban, una vez terminó con el tema de la comida, se levantó acercándose a Kuku, este lo miraba con cara de "no"
—¿Qué hacés?
—La enfermera me dijo que tenés que comer, dale.
Esteban bufó, notando como Enzo revolvía la especie de sopa que en realidad era comida molida bastante asquerosa..
Abrió la boca lo mas que pudo, quejándose facialmente por el dolor que sentía, preocupando a Enzo haciendo que intentara meter la cuchara lo más cuidadoso posible, lográndolo con éxito al notar como una vez sacó la cuchara Kuku saboreaba el alimento que recien habia ingerido con desagrado, no estaba malo, pero claramente un plato gourmet no era.
—Un asco esto, prefiero comer otras cosas..
—¿Un plato de Ratatui?
—¿Qué tiene que ver eso? Además, es Ratatouille.
Segundo deja vu.
—Que horrible como estás, posta, ¿Qué te pasó?
—Te juro que no tengo idea, no me han dicho nada aún porque recién hoy vengo despertando. ¿Vos sabés? Si sos amigo de los chicos.
Enzo dudó, en algún momento le dirían lo que habría pasado pero en un momento donde todos estuvieran y, claro, estando todos de acuerdo.
—Ya te lo dirán, tenés que descansar.
Enzo le dio lo último de comida y dejó el plato a un lado, posicionándose al lado de Kuku y mirándolo con una sonrisa que a Esteban incomodó un poco, devolviéndole una algo falsa.
El Uruguayo lo miraba, acercó su mano y acarició su mejilla, dejando a Kuku más descolocado, le dedicó un "perdón" y se acomodó en aquel futon para quedarse dormido.