Capítulo 8: Las Estrellas También Sangran PARTE I

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♥︎El domingo pasó volando♥︎
♥︎Menos mal que hoy es lunes♥︎
♥︎Ya quiero volver a verte♥︎
♥︎Para sentir tu perfume♥︎

Mientras Solanch escribía esta canción en su cuarto, le llegó a su celular un mensaje de Alex.

<<Psicópata>> - Son las 7:45 a.m. y te estoy esperando en el lugar de siempre para irnos. Vamos, niña fea.

Ella sonrió con mucha euforia y agarró el teléfono para responderle a su Psicópata.

<<Niña Fea>> - Ya voy, amor.

Alex se quedó mirando el mensaje, confundido por esa palabra que a ella se le escapó.

- ¿En serio acabas de decirme "amor", Solanch?¿Qué está pasando? - se decía Alex a sí mismo aún más confundido.

Ella caminó 3 calles hasta donde estaba él, quien la esperaba recostado en su motocicleta negra. Solanch corrió hacia Alex, lo abrazó fuerte y lo besó.

- Buenos días, amor - dijo Solanch.

Las pupilas de Alex se dilataron y quedó más desorientado de lo que ya se encontraba. Ambos jóvenes subieron a la moto sin decir una palabra y así mismo llegaron a la escuela, en total silencio. Estando ya en el estacionamiento del colegio, al bajar de la moto, Alex le preguntó a Solanch:

- ¿Puedes explicarme qué pasa?

- ¿Qué pasa con qué?

- Solanch, desde que comenzamos a hablar me has llamado "amor".

- ¿No debería? - preguntó ella.

- Creo que no, realmente no somos nada. Solo amigos.

- ¿O sea, que para ti la noche del sábado no significó nada?

Alex miró al suelo y respiró profundamente, con ganas de decir que quería algo más que una amistad con ella. Pero de sus labios salieron las necias palabras:

- Esa noche fue maravillosa; pero tienes tu vida, yo tengo la mía. Lo siento.

- Yo soy la que realmente lo siente, tú no sientes nada por nadie. ¡¡¡Eres un monstruo sin sentimientos ni empatía!!! ¡¡¡Solo piensas en ti y en tu estúpida vida!!! - gritaba Solanch sollozando y dejando caer sin querer el casco negro que llevaba puesto.

Alex clavó su mirada en el casco que acaba de estrellarse contra el suelo del estacionamiento.

- Perdóname, en serio. No fue mi intención dejarlo caer. Por favor perdóname - dijo Solanch ahogada en llanto casi sin poder hablar.

- Perdóname tú, amor - respondió Alex, quien seguido de esto, tiró de la blusa de Solanch hacia él y la besó mientras ella todavía lloraba.

Al terminar de besarla, la joven preguntó:

- ¿Por qué haces esto conmigo?¡¿Acaso te gusta hacerme sufrir!?¡¿Disfrutas, verdad!?

- Cállate ya, Solanch.

- ¡¡No voy a callarme porque es la verdad!!

- Deja de llorar y cállate, mierda.

- Si quieres cállate tú. Al parecer te gusta pero también te molesta hacerme sufrir.

- ¡¡¡Que te calles!!! - gritó Alex con mucha rabia en su voz. - Solo te estoy pidiendo que pares porque odio verte llorar, y más si es por mi culpa.

Solanch bajó su cabeza y dio 2 pasos muy lento. Dejó su frente caer en el pecho de Alex y lo abrazó sutilmente.

- No vuelvas a llorar nunca más por mí, vale? - dijo Alex en voz muy baja abrazándola por la cintura y acariciándole el cabello.

En El Brillo De Las Estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora