Capítulo 19: Despídete, Solanch

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- ¿¿¿¡¡¡Sophia, qué mierda hiciste???!!! - Elizabeth estaba bastante enojada con su hija.

- Hice lo que era necesario, mamá.

-¡No, no lo hiciste! ¡¡Publicaste el maldito vídeo y has roto Internet!! ¡¡Todos lo han pirateado y millones de usuarios lo han compartido!!

- Tenía que hacerlo.

- Rompiste el trato, Sophia. Ya no tenemos con qué chantajearlos. Alex tiene luz verde para volver con Solanch y estoy seguro de que no perderán tiempo. ¿¿¡POR QUÉ MIERDA LO HICISTE, SOPHIA¡??!!

- ¡¡¡POR RABIAAA!!! - gritó la muchacha de 15 años furiosa.

- ¿Perdona?

- Ya no me conformo con que Alex vuelva conmigo y le rompa el corazón. Quiero destruir la vida de mi hermana por completo. Esa inútil ha logrado que Alex se olvide de mí...que deje de amarme. No pienso quedarme de brazos cruzados, y mientras yo exista...la voy a joder y la voy a hundir tanto como pueda.

- Wow, tu maldad me ha conmovido. Se nota que has salido a tu hermosa madre. Pero aún así, Sophia...has eliminado la única carta que teníamos en contra de ese amor.

- No es la única carta. - interfirió Bryan ingresando a la habitación de Sophia - Yo soy la segunda carta con la que se juega Elizabeth. Soy tu as bajo la manga: la carta más peligrosa.

- Bryan te dije que te quedaras abajo en la cocina - Elizabeth lo regañó.

- Perdón, pero es que yo soy quien único puede salvarlas de este desastre provocado por tu hija.

- ¿Y qué piensas hacer, Bryan? - preguntó Elizabeth.

- Sabes muy bien que tengo que secuestrar a Solanch. Ahora sí, Alex nunca más la volverá a ver.

●●●●●●●●

Alex abrió los ojos, frente a él estaban sus padres sentados, quienes casi lloraban de felicidad.

- Mamá, padre. ¿Qué ha pasado? - él estaba muy confundido, acababa de despertar por completo.

- Alex, - dijo su padre - lamento decirte que tuviste un accidente anoche. Como puedes notar tienes una fractura en la pierna y otra en el brazo, por eso están enyesados. También tuviste una fractura cervical. Ten cuidado de no hacer tantos movimientos con el cuello, hijo. Los médicos te han puesto un collarín ortopédico.

- Vaya, Mario, ya hasta pareces doctor - dijo Johanna bromeando.

- Jajaja...¡auch! - se quejó Alex.

- ¿Qué pasa? - Johanna se alertó.

- No te preocupes, mamá. Es que me duele el estómago al reír. Por cierto, ¿cómo que tuve un accidente?¿Cómo pasó esto?

- Hijo, - explicó su madre - anoche manejabas la motocicleta por la autopista y un chocaste contra un auto...un Peugeot si no me equivoco. Todo salió en las noticias.

- Alex...- su padre se acercó a la cama - dime la verdad, hijo. ¿Estabas ebrio?

- ¿¡Qué?! ¡¡No, papá!!¿Cómo puedes pensar eso?

- La policía dice que conducías a una velocidad demasiado alta.

- Es que...rompí con Solanch.

- Es bueno saberlo - dijo su padre alegrándose por la noticia.

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