En El Brillo De Las Estrellas

Capítulo 22: Amanecer

ANTERIORMENTE

- Papá, tengo algo importante que decirte.

- Espera. ¿Volviste con Sophia?

- O sea, sí...pero no es eso.

- ¿¡Qué?! ¿En serio volvieron? Enhorabuena por la reconciliación - Mario felicitó a su hijo, aunque no le hacía mucha ilusión la noticia. Además, se supone que Alex está enamorado de Solanch...¿por qué haría eso?

- Papá, escúchame.

- Cuéntame, ¿cómo se arreglaron?

- ¡¡¡Papá, cállate!!!

- ¿¿¡¡Qué pasa??!!

- ¡Bryan secuestró a Solanch!

●●●●●●●●

- ¿Cómo dices? - preguntó el padre de Alex confundido.

- Así es, papá. Bryan la secuestró.

- No puede ser - decía Mario - Eso es una mentira.

- Papá, que no me creas no significa que sea mentira.

- Alex, Bryan no secuestró a Solanch. Él la rescató.

- ¿¿¿¿¡¡¡¡QUÉ????!!!! - Alex hasta se levantó y quedó sentado en la cama.

- Sí, incluso se enfrentaron al secuestrador. Me enteré ésta mañana por Bryan. La policía fue a la casa donde la tenían cautiva, pero fue en vano. El hombre había abandonado el lugar.

Sophia miró a Alex y sonrió con mucha maldad. Ella estaba al tanto de todo lo que hizo Bryan, y también de lo que estaba por hacer.

- Pero, ¿en qué te basas para decir todo eso?

- Olvídalo, papá. Cosas locas en mi cabeza - suspiró Alex sabiendo que no podría combatir la maldad de Sophia, Bryan y Elizabeth juntos. Eran demasiado fuertes.

- Como quieras, hijo. Necesito irme, ¿vale? Por cierto, alguien quiere verte. Es una chica llamada Katherine, está en la sala de espera.

- ¿¡Katherine?! - se asombró él.

- Sí, quiere verte y está allá afuera.

- Llévate a Sophia y dile a Katherine que pase y que la estoy esperando.

Mario hizo lo indicado por su hijo, él y su ahora nuera, salieron del cuarto. Caminaron por todo el pasillo sin decirse una sola palabra hasta llegar al asiento en donde estaba esperando la mejor amiga de Solanch.

- Chica, Alex quiere que pases ya.

- ¿Está seguro, señor? - dijo Katherine indecisa - Es temprano, a lo mejor querrá dormir un poco más.

- No te preocupes. Él me mandó a llamarte.

- De acuerdo, muchas gracias - dicho esto, Katherine se levantó de la silla y miró detalladamente a Sophia sin saber que era ella, pues no se habían conocido aún.

- Por nada. Vámonos, Sophia.

La expresión del rostro de Katherine cambió radicalmente al escuchar el nombre de la chica que se marchaba junto al padre de Alex.