Al cabo de 20 minutos, Solanch alcanzó a notar que el auto disminuía su velocidad, hasta que se finalmente se detuvo. Una de las puertas de los asientos traseros, se abrió.
- ¿Llegamos? - preguntó ella.
- Baja del coche, Sol - dijo Katherine desde afuera del vehículo.
Solanch salió cuidadosamente del auto, ya que no podía ver nada. Katherine tomó la mano de su mejor amiga y comenzaron a caminar, y al haber recorrido unos metros, se detuvieron.
- Ya puedes quitarte la venda, Sol - dijo Kathy acariciando el cabello de la cumpleañera.
Ella retiró la tela de sus ojos, y su vista comenzó a recuperarse lentamente. Poco a poco, iban apareciendo las imágenes de lo que estaba viendo. Cuando Alex y Solanch se conocieron, él le hizo una broma pesada a ella, llevándose su celular. En la tarde al salir de la escuela, el la llevó en la moto a un puerto. Estaban ahí, lucía más hermoso que la última vez que ella estuvo ahí. Era cerca de una baranda. Había una mesa grande con 4 sillas, encima de la mesa se había colocada una deliciosa tarta de chocolate, unas cuantas latas de refresco de limón y una botella de champagne con sus respectivas copas de vidrio. El lugar estaba decorado con muchas flores, globos, y luces de navidad por todas partes. Había un cartel enorme en la pared de uno de los contenedores que allí se encontraban. El cartel tenía escrita la frase: FELICES 18 AÑOS, ESTRELLITA. TE AMO.
- ¿Dónde está? - dijo Solanch mirando desesperadamente a todos lados.
- No ha venido, dice que le surgió un contratiempo y que tardará un poco - Michael le respondió a la chica, él no sabía nada del chantaje.
- Pues esperemos - Solanch suspiró.
Pasan tres horas, ya son más de las 10:00 p.m. y Alex no llega. La tarta de cumpleaños de ella ya no estaba completa, entre los 3, habían comido hasta dejarla a la mitad. El viento soplaba con fuerza y el cielo se tornaba a un color rojizo, se estaba nublando.
- ¿Qué haces Solanch? - dijo Michael al ver que la chica sacó el teléfono de su bolso.
- Lo voy a llamar. Ya no aguanto.
- Sol, de seguro ya estará en camino - Katherine trató de calmarla.
- Es que lo extraño - replicó ella.
- Llámalo Solanch, llámalo - fueron las palabras de Katherine, quien dijo esto con voz de "tú ganas".
El celular comenzó a dar timbres, nadie atendía. La llamada terminó y nadie respondió. Solanch llamó una vez más, pero sucedió lo mismo.
- Faltan dos horas para que el día de mi cumpleaños termine oficialmente, y sólo quería verlo a él - la voz de ella tenía un tono bastante molesto.
La chica estaba cansada de todo eso, y se sentó en una de las sillas. Michael y Katherine permanecieron en silencio, porque sabían que Solanch tenía razón...y no era para menos. Imagínense que hoy es el cumpleaños de ustedes, y cumplen sus 18 años...es una fecha super importante, ¿no? Y desde que el día comenzó, sólo quieren ver a una persona importantísima para ustedes, pero el día casi termina y no han visto a esa persona. No han recibido felicitaciones, ni besos, ni abrazos de quien más querían ver ese día. Duele, ¿verdad? Pues Solanch estaba molesta y cansada con toda la razón del mundo. Unos segundos después, el sonido conocido de la motocicleta de Alex, se escuchó. Solanch se puso de pie tan rápido como pudo.
- Alex...- fue lo único que alcanzó a decir.
La moto se acercó, más, y más, y más...hasta llegar a su destino. Y allí se detuvo, justo frente a Solanch. El piloto abandonó el vehículo y se quitó el casco.
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En El Brillo De Las Estrellas
Teen FictionSon las 2 a.m., es la madrugada del jueves y Solanch despierta debido a unos fuertes ruidos. Gracias a esto, ella conoce a alguien que marca un antes y un después en su monótona vida. Una motocicleta negra, un chico enfrascado en no enamorarse, lazo...