Sus ojos...
Me levante al darme cuenta de que por esa noche no podría dormir, la misma escena se repetía en mi mente una y otra vez.
Sus manos, el cómo tomo el arma, ese brillo asesino en sus ojos. Mi mente no dejaba de recordar, no era capaz de distraerme con algo más.
Me levanté y abrí la puerta, saliendo al jardín. Aunque realmente no lo era, las rosas que se plantaron alguna vez estaban marchitas, todo estaba muerto.
Encendí un cigarro y pasé mis manos por mi cara, buscando la forma de negarme ante lo que era obvio, ¿Cómo era posible que yo pudiera experimentar sentimientos así?
¿Cómo pase de querer torturarla y verla llorar simplemente por lo que era a pensar que... Sus ojos son preciosos? Me frustre y arroje el cigarro al piso, presionándolo con mi zapato.
Levante la mirada y observe la luna, la cual brillaba más que cualquier noche, más que cualquier estrella. Sus ojos volvieron a mi mente y un sentimiento extraño me envolvió, no me gustaba para nada.
- ¿Yo? ¿Amar? No lo creo... Ella no puede ponerme a pensar en matrimonio, que mierda más ridícula.
Me cubrí la cara y no fuicapaz de controlar la risa, así que lo hice hasta ahogarme.
Me desperté tras escuchar una risa maniaca venir de algún lado y me senté en la cama, con un sudor frio.
Me estire y note que la luna brillaba con fuerza, aclarando lo oscura que estaba la habitación. Toque las cadenas y me acurruque de nuevo, mirando por la ventana.
- ¿Qué es lo que está pasando aquí?
Pregunte en un susurro, esperando a que la luna me respondiera. Las dudas rondaban mi mente y la misma melodía se repetía una y otra vez sin cesar.
Ojalá pudiera salir... Un respiro vendría bien. Me estaba más que acostumbrando a su carácter suave y amable, ese lado que nunca me había mostrado, no me gustaba en lo absoluto.
- Simplemente recuerda lo que es, no es más que un monstruo, está esperando a que bajes la guardia para apuñalarte por la espalda, y no literalmente.
El aire estaba frio, esa noche era mucho más fría que cualquier otra.
Intente dormir con la idea en mente de que algún día la policía llegaría y lo condenarían a la silla, finalmente acabando con su podrida existencia.
¿Por qué sus ojos me parecen tan bellos? Que asco es pensar algo así de alguien como él... No siente más que desprecio por el mundo, y eso lo demuestra torturando a los demás.
Me estoy volviendo loca aquí encerrada... Por favor, alguien sáqueme pronto de aquí.
Sentí un escalofrió y me abrace a mí misma, preguntándome que habría sido de las demás chicas, no sabía que había pasado con ellas desde algunas semanas atrás.
Desde la visita de esos hombres no escuchaba una sola cadena arrastrarse por el suelo, un grito o quejido, nada.
Tal vez si se las habían llevado, pero esas miradas que le dieron a él más que cualquier otra cosa significaban que no habría compra.
Odiaba llamarlo de esa manera, pero eso es lo que era. Una tonta y despiadada compra de mujeres secuestradas.
Al fin caí en brazos de Morfeo y por primera vez desde hacía mucho tiempo dormí sin tener pesadillas, soñando que estaba en una pradera y un hombre alto me regalaba una flor.
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Poco más que el Síndrome de Lima.
FanfictionSi realmente eres un monstruo, déjame ser consumida por ti, aunque mas tarde me arrepienta. Si tan solo no hubiera salido de fiesta esa noche, nada de esto estuviera pasando, ¿Verdad? Mi vida seguiría siendo igual de... Corriente y asfixiante. Dame...