Tome su mano con duda y la apretó suavemente, ayudándome a levantar.
- Levanta tus brazos.
Los levante de inmediato preguntándome que pensaba hacer, y justo entonces comenzó a levantar la sudadera, dejando mi cuerpo descubierto de cintura para abajo.
- Espera... ¿Qué vas a hacer?
Pregunte nerviosa bajando los brazos y sosteniendo con mis manos la sudadera, el pensar que quería volver a abusar de mi me hacía preferir quedarme encerrada en la habitación toda la vida, pero sin que me tocara.
- Te voy a bañar, ¿Qué no es obvio?
Dijo cruzándose de brazos y frunciendo aún más el ceño, lo cual hizo que mi cara se calentara de vergüenza. Me estaba comportando como una adolescente, y eso era más que obvio.
Tenía vergüenza de enseñar mi cuerpo por alguna razón, sabiendo que meses atrás abuso de mí repetidas veces y estaba encerrada con chicas, donde todas estábamos completamente desnudas. Supongo que me había acostumbrado a tener encima la sudadera, la cual bajaba hasta mis muslos.
Él lo noto y suspiro, parecía exasperado. Rasco su nuca y se sentó sobre la cama, sacando y mirando su celular.
- No veo el por qué de esa reacción, pero entonces desnúdate y entra en la tina. Sobra decir que, si cierras la puerta o intentas algo, bueno... No será nada agradable.
Dijo mirándome una última vez y aprete los puños, sabiendo a que se refería.
Entre en el baño y me quite la sudadera, dejándola caer en el piso. Una vez completamente desnuda toque el agua y estaba tibia, por lo cual me apresure a entrar. Estaba emocionada, en estas circunstancias el poder bañarme y más con agua tibia era un regalo.
Era tan reconfortante tocar agua después de tanto tiempo. Tanto que sentí un escalofrió correr por mi espalda y abracé mis piernas, cerrando los ojos y disfrutando el momento.
- Que bien se siente...
Susurre para mí misma y justo en eso lo escuche entrar al baño, mientras me miraba con expectación. Abrace más fuerte mis piernas y se sentó sobre la tapa del inodoro, remangando las mangas de su sudadera hasta poco más arriba de sus codos.
En su mano derecha traía una pequeña vasija y en la izquierda un bote pequeño de Shampoo, lo cual me sorprendió.
Introdujo la vasija en el agua frente a mis rodillas y la acerco a mí, dejando caer el agua tibia sobre mi cabeza. Esto se sentía mucho mejor que un orgasmo, el agua era tan agradable.
- Acércate.
Dijo y sin rechistar o decir una sola palabra me acerque un poco más, mientras llenaba sus manos de Shampoo.
Sentí como comenzaba a hacerme masajes en la cabeza, esparciendo bien la crema. Le estaba dando la espalda, pues era la mejor manera.
Aunque no debía de negar que me sentía nerviosa, su silencio era abrumador, solo diciendo lo necesario. Me sentía aún más ansiosa dándole la espalda, pues no sabía que expresión tenía o si pensaba hacerme daño, lo cual me tensaba.
El ambiente era claramente incomodo, pues pensaba que me vigilaría desde la puerta, pero no que terminaría estregando mi cabeza. Alguien como él era algo extraño imaginarlo en una situación así.
Comenzó a darme sueño debido a la calidez que sentía y bostece, cerrando por breves momentos los ojos.
- ¿En serio te dio sueño en pleno baño? Que gato.
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Poco más que el Síndrome de Lima.
FanfictionSi realmente eres un monstruo, déjame ser consumida por ti, aunque mas tarde me arrepienta. Si tan solo no hubiera salido de fiesta esa noche, nada de esto estuviera pasando, ¿Verdad? Mi vida seguiría siendo igual de... Corriente y asfixiante. Dame...