HOSPITAL
Una sensación de cosquillas me sacó de mi aturdimiento. Al principio era casi imperceptible pero al rato podía sentir claramente la sensación en mi rostro y cabello. Somnolientamente abrí los ojos para encontrarme con unos hermosos ojos dorados que yo conocía muy bien.
- ¿Inuyasha? - pregunte un poco aturdida. No recordaba claramente que había pasado.
-Hola- me contestó Inuyasha con una sonrisa triste. Sus dedos siguieron bailando por mi cabello y rostro, sacando un mechón, volviéndolo a poner en su lugar o acariciando mi frente o mejillas sin decir nada, limitándose a observarme casi con.... ¿adoración?
Pude notar la melancolía en sus ojos.
-¿Qué sucede?- cuestione mientras intentaba sentarme, me costó un poco incorporarme pero lo hice.
-Soñé algo hermoso, pero imposible- susurro como si me contase un secreto.
-¿En serio? ¿Qué fue eso?-
-No puedo contarte. Podría molestarte de alguna manera-
-Claro que no- susurre mientras tomaba su mano entre las mías -Nada podría hacerme molestar contigo, mi amor- Se sentía tan bien susurrarle palabras cariñosas a él. Era algo que deseaba con ansias.
Su mirada denotaba confusión y eso me asusto a mí.
-¿Qué va mal?-
-¿Me llamaste 'mi amor'? Significa que.... ¿no fue en sueño?- Su mano apretó un poco la mía.
-¿Creíste que habías soñado lo de ayer? ¿Creíste que habías soñado que te dije que te amo?- pregunte un poco atónita.
-Cuando desperté no estabas y.....y.....y no tenía sentido. Solo podía haber sido un sueño. No podía ser otra cosa- hablaba con dificultad, como si no pudiera creerme.
-Inuyasha, mírame. Si paso, no fue un sueño. Yo te amo- lo acerqué a mí y le di un casto beso en los labios.
-No estabas- susurro.
-Lo siento. No quise...- fui abruptamente silenciada por los suaves labios de Inuyasha.
Cuando se separó de mí, descansó su frente contra mi hombro y sus brazos me rodearon.
-Me alegra que no fuera un sueño- lo escuche murmurar con alivio mientras me apretaba mas hacia él.
Estuvimos un buen tiempo así. Juntos, abrazados, solo disfrutando del otro. Nos recostamos en mi cama y no volvimos a hablar. Llegó un punto que el volvió a quedarse dormido, pero yo no pude. Estuve despierta viendo su rostro. Su expresión no era la misma, claramente podía ver lo tranquilo que estaba y no había mejor sensación que esa.
Podría decir que para mí esa noche fue como un sueño también. Fue uno de los momentos más hermosos de mi vida porque los compartí con él. Pero a diario no podíamos estar así, al menos no frente a todos. Especialmente no frente a Bankotsu.
Quizás no era una mala persona, lo había demostrado. Tenía culpas, demasiadas, y por esas mismas culpas estaba dispuesto a alejarnos si veía cosas que él consideraba como impropias.
¿Pero que tenía de impropio que yo quisiera estar con Inuyasha? ¿Qué mal había en que yo le amase o él lo hiciese conmigo?
Aun así no quería arriesgarme a que me alejaran de él.
La mañana estaba hermosa y fresca. Un perfecto clima para pasarlo en el jardín.
Inuyasha y yo pasábamos todo nuestro tiempo ahí, mientras podíamos.
Nos sentábamos escondidos entre los árboles, donde nadie podía vernos y ahí nos acurrucábamos juntos. Ese era uno de mis momentos favoritos del día. Estar junto a él y decirle 'Te amo'.
-¿Qué piensas?- preguntó Inuyasha sacándome de mi ensoñación.
-En nada. Solo que te quiero muchísimo- conteste juguetona mientras tomaba su mano para volver al edificio.
-Pues yo aún más, muñeca- ya no me molestaba su apodo, la verdad era una forma realmente dulce de llamarme.
Mientras atravesábamos el patio me empecé a sentir mal. Sentía como la luz del sol me daba de lleno en la cara y me hacía perder la visibilidad. Todo me daba vueltas y sentía que no podría mantenerme de pie.
Lo último que alcancé a susurrar fue su nombre: Inuyasha.
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Abrí los ojos pesadamente. La luz me cegó inmediatamente, todo era demasiado brillante ¿significaba que estaba muerta? no lo creo. Tarde un par de minutos en enfocar la vista de manera que pudiese intentar reconocer el lugar. Aunque me fue imposible.
Después de un rato de confusión a mi mente llegó un nombre.
-Inuyasha- mi voz sonaba muy ronca, me era irreconocible.
Sentí un apretón en mi mano. Gire mi cabeza suavemente para ver quién era.
-Tranquila. Tranquila- reconocí la voz de Lin casi de inmediato.
-¿Dónde estoy?- logre articular con dificultad.
-Estás en un hospital. Te internaron por una descompensación y.... no sé qué otro término médico usó. El punto es que estabas muy débil y casi anémico-
-¿De verdad?- exclamé con sorpresa, la verdad sentía que me estaba muriendo pero por lo que decía Lin era poca cosa.
-Así es. Pero la verdad me has dado un gran susto.- pude escuchar la voz ahogada de Lin en esas palabras.
-Lo siento- fue lo único que pude decir.
Iba despabilándome con el pasar del tiempo.
-¿Y Inuyasha?- volví a preguntar de un salto. Intente sentarme pero Lin hacia presión contra mí para que no lo hiciera.
-Tranquila. No te levantes, tienes una intravenosa puesta y puedes dañarte la vena si te mueves-
-No importa. ¿Dónde está Inuyasha?-
-No lo sé, Kag. Debe seguir en el psiquiátrico. Vine directamente a este hospital porque me llamaron. Pero Inuyasha debe estar bien. Tranquila-
Intente hacerle caso. Sabía que no ganaba nada con alterarme, pero la verdad me estaba costando mucho trabajo el hacerlo. Deja pasar unos minutos para aclarar mi mente y poder formular alguna pregunta. Cerré los ojos en un intento de superar el estupor provocado por los medicamentos. Paso mucho tiempo antes de que pudiese empezar a hablar de nuevo.
-¿Desde cuándo estoy aquí?-
-Desde ayer. Me llamaron al mediodía-
-¿Cuánto tiempo estaré aquí?-
-No lo sé Kag. La verdad, no se mucho-
-Perfecto- ironice.
-No te molestes conmigo-
-Perdón Lin. Aunque ahora que lo pienso, ¿Qué ha pasado contigo? Tengo tanto tiempo sin verte- comente.
-Yo... lo siento-
-¿Por qué me rehuyes?
-Yo no lo hago-
-Claro que sí. Me evitas, y evitas ir al hospital desde.... desde el día en que mencione a Bankotsu- murmure lo último para mi, recordando lo que él me había contado. -Conoces a Bankotsu, ¿verdad?-
-Claro que no- contestó pero sin verme a los ojos.
-Lin, dime la verdad. Soy tu amiga, confía en mí- debía presionar para obtener una respuesta.
-No puedo Kag. Tengo miedo- y ese miedo se reflejaba claramente en sus ojos.
-Eres Lin Takahashi, ¿verdad?- En el momento que solté esas palabras sus ojos casi se salen de sus cuencas.
-¿Qui...quien te... dijo eso?- preguntó con el horror en su rostro.
-Ese es tu verdadero nombre ¿no es así?-
En un momento Lin estaba sentada en su silla y después estaba abrazándome y llorando desconsoladamente.
-Por favor no le digas a nadie. Por favor. No quiero volver. Por favor Kag- rogaba una y otra vez.
-Lin, tranquila. Mírame- le pedí gentilmente. -No tienes por qué estar asustada. Solo quería que me dijeras la verdad. Así que no llores- dije mientras limpiaba sus lágrimas.
Ella me observo por un momento antes de contestarme.
-Sí, soy Lin Takahashi
----------------------------------------------------Buenas noches 💗
Lo sé, se que es demasiado corto el capítulo 😢 pero las cosas comienzan a empeorar.. Kag está en el hospital y Lin ya sabremos un poco más de su vida 😢
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PORCELANA
RomanceCuando ella entro en aquel psiquiátrico jamás creyó enamorarse de un interno, asi el la cuida como su muñeca de porcelana ¿Será mas fuerte el amor, la dulzura y la paciencia que los traumas y problemas?-adaptación-