CAPITULO 23 CONFRONTACIÓN

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CONFRONTACION

-¿Kohaku? ¿Cómo te saco? Porque él lo hizo, ¿verdad?-

-Él... él era el enfermero encargado de mi. Él era el único que se comportaba humanamente conmigo. A veces llevaba comida escondida para mí. Por eso tú me lo recordaste- sonrió aun con lágrimas desbordándose por sus mejillas -Cuando los doctores no estaban cerca él la pasaba conmigo. Me hablaba de su novia y a veces decía que si tuviera una hermanita sería como yo. Él siempre sabía cómo hacerme sonreír. Sabía que sufría conmigo pero también entendía que no podía hacer nada por mi-

-Una noche los....los electroshocks fueron demasiado o quizás fue que yo ya no soportaba más. Mi corazón se detuvo y me dieron por muerta. Kohaku llevaba mi cuerpo a la morgue cuando volvió a sentir mis signos vitales. Como pudo intentó mantenerme viva, él decía que había sido un milagro, que ese día había renacido. Creo que era una buena forma de decirlo. Nadie se preocuparía por mí ahora que estaba oficialmente muerta, así que no fue difícil para Kohaku sacarme. Lo difícil fue que volviese a ser normal. Me llevo al apartamento que compartía con su novia. Aún recuerdo la cara de horror de ella al verme tan desastrosa y encogida por el miedo, debilitada tanto física como emocionalmente. Kohaku me llevó a una habitación, antes de salir me dijo que no tuviese miedo. Fue una petición un tanto difícil por su parte. Lo escuche hablar con Hitomi acerca de mí. Después de un rato ella entró e intentó acercarse a mí. Creo que la asuste cuando le grite que se alejara, ella lo hizo. Fue muy difícil para mí intentar confiar en ella. Aún temía que me hicieran daño, pero ella tuvo paciencia y me ayudó. Tanto ella como Kohaku fueron mi apoyo para no volverme realmente loca. Cuando pasó el tiempo suficiente Kohaku contacto a un amigo suyo para falsificar mi identidad. Así me volví Lin Ikeda.-

Lin se quedó en silencio un rato y luego soltó una pequeña risita.

-¿Sabes? La vida es muy irónica. Mi hermana me recluyo en ese hospital para deshacerse de mí. Y ahí encontré dos personas que fueron mis hermanos, que fueron mi familia. -
Su mirada fue melancólica.

-Lin, como lo siento- sabía que con lamentarlo no hacía nada, lo hecho, hecho estaba. Pero necesitaba darle palabras de apoyo.

Extendí mis brazos como una invitación para que yo pudiera consolarla. Ella sin dudarlo se tiró a mí. Necesitaba ese apoyo, ese consuelo.

Después de un rato, me aventure a preguntarle más.

-Lin ¿y qué sucede con Bankotsu?-

-¿A qué te refieres?

-Sé que él fue tu doctor en Inglaterra y que...-

-No. Él me abandono, él permitió que me trajesen a ese lugar, él...- su llanto volvió a aparecer y no pude más que estrecharla para calmarla.

-Él no sabía nada de lo que te paso. Tal vez si hablases con él y...-

-Me prometiste que no dirías nada. ¡No lo puedes decir nadie!- estaba demasiado exaltada.

-De acuerdo Lin, no diré nada. Pero tal vez tú deberías hablarle. Decirle que eres tú. Él se siente culpable por todo lo que pasó.

-¿Culpable? ¿Eso es todo?-podía escuchar la decepción en su voz. Estuve a punto de refutar su idea cuando una enfermera entró a la habitación.

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