CAPITULO 36 SORPRESA Y DECEPCIÓN

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SORPRESA Y DECEPCION

Abrí los ojos con frenesí solo para encontrar a Inuyasha dormido junto a mí, con sus brazos enroscados alrededor mío, proporcionándome su tibieza que tanta falta me hacía.

Sonreí tontamente al recordar que el estaba aquí. Ya la fría mañana no lo parecía tanto con él a mi lado. Quise apretujarme contra él para aprovechar cada segundo. No pasábamos mucho tiempo juntos, al menos no desde que fue dado de alta.

Yo debía seguir trabajando. Con otro cargo y otras responsabilidades. La verdad no podía quejarme, mi sueldo no era malo y tenía lo necesario para vivir y para poder ayudar un poco a mis padres.

El único inconveniente era mi horario de trabajo, a veces se saturaba tanto que no podía verle. Aunque le había prometido estar con él y apoyarle en todo, no lo había hecho como me hubiese gustado.

Se veía tan relajado ahora, era un gran cambio con respecto a nuestras últimas noches juntos. Las noches eran intranquilidas y pesadillas, miedos e inquietudes. Ahora era todo paz, era tranquilidad. La diferencia estaba en su rostro, en su expresión y en su agarre. No se sentía como si temiese perderme, ahora era más un signo de protección y de cariño.

Si, muchas cosas habían cambiado en el en último par de meses y estabas más que agradecido por ello.

En silencio me salí de su abrazo y fui al baño. Quería arreglar un desayuno para él, de los que a él le encantaba tener. No dudaba que Sango lo agasajara con las mejores comidas, yo había compartido el desayuno con él hace unos días. Pero quería hacer algo de los que llevaba tiempo que no realizaba y que él, a lo mejor, extrañaría.

Llegue a la cocina y empecé a buscar todas las cosas necesarias para poder prepara un digno desayuno, pero realmente me faltaba ir de compras al supermercado. No pasaba mucho tiempo en casa ya que mis responsabilidades me obligaban a tener guardias de noche, bastante seguidas. Realmente no era tan malo como se escuchaba. El ala de mujeres estaba lleno de chicas de todo tipo.

Tendría que salir y a pesar del frio, que generalmente era mi mayor queja, hoy lo haría con muchísimo gusto..

Tome mi chaqueta y mi gorro que habían quedado anoche en el perchero, palme en el bolsillo de la chaqueta para estar seguro que las llaves seguían ahí y luego me dispuse a salir del departamento. Sabía que el viajecito no me tomaría más de diez minutos.

Corrí escaleras abajo para apurar mas el paso y cuando estuve a punto de llevar al último piso note una figura encorvada sentada en el último escalón. Era demasiado temprano para que alguno de los vecinos estuviese ahí, por eso llamo tanto mi atención.

Así que cuando pase junto a la persona no pude evitar mirar quien era.

-¿Qué diablos haces tan temprano aquí? - casi le grite a Bankotsu.

-Oh, ¿ya es de mañana?- pregunto y luego soltó un sonoro bostezo.

Me horrorice de su pregunta.

-¿Desde qué hora estás aquí?

-Pase aquí la noche.

-¿Puedo saber por qué motivo pasaste la noche en las escaleras de mi edificio con este frío?-chille.

-¿Por qué motivo hago la mayoría de cosas que hago?

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