capítulo 20- casa

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feyre.

Terminé de cerrar la maleta con un gran esfuerzo, no sabía como había podido meter toda mi ropa de invierno en el baúl pero, con unos cuantos hechizos que me chivó Pansy, ordenar nunca había sido tan fácil. Ya era casi navidad, así que tocaba volver a casa para pasarla con todas nuestras familias y seres queridos, yo estaba muy emocionada porque Pansy podría pasarla con nosotros, en un ambiente familiar y no destructivo, por fin iba a tener unas navidades sin dolores de cabeza, se lo merecía más que nadie.

O que casi nadie.

Draco y yo llevábamos desde el Yule Ball sin mantener la más mínima conversación, necesitaba tiempo para mí. Los primero días le fue difícil entenderlo, pues o me mandaba notitas en clase o simplemente se acercaba a mí, pero ahí estaban todos nuestros amigos para hacerle saber que debería darme el espacio que merezco después de todo, yo no soy cualquier persona en su vida para que me trate así, y eso debía entenderlo. Obviamente mis sentimientos por él no habían cambiado, es más, habían aumentado. Cada día que pasaba le echaba más de menos, sobre todo porque nuestro último encuentro había sido muy íntimo y personal en el cual pude sentir mucho amor. Pero hay algo que no puedo tolerar, y son las faltas de respeto hacia mí.

-¿A qué hora nos vamos, Cycy?- preguntó Pansy tirándose en la cama.- Quiero despedirme de Blaise.- enarqué una ceja por la sorpresa.

-Vaya, Zabini está de suerte últimamente.- mi amiga se ruborizó, estas últimas semanas habían estado dedicando más tiempo a lo que fuere que tuvieran, y yo estaba encantada con ello.

-Se podría decir.- me guiñó el ojo.- No tardo, intenta no echarme mucho de menos.

-No te preocupes.- hice un gesto con la mano.- Iré a despedirme de Ron.- ella asintió y cerró la puerta.

Paseaba por los pasillos de Hogwarts en dirección al Gran Comedor, sabía que Ron y sus amigos estarían en él preparándose para irse a la madriguera en un poco tiempo. Me iba encontrando poco a poco con muchos estudiantes que iban cargados con sus baúles de camino a los carruajes que les llevarían en el primer turno a sus hogares, se podía notar el ambiente festivo y alegre que irradiaba este momento. Hasta que choqué con alguien y pude entender que este día no es feliz para cualquiera.

-Hola.- musitó mirando al suelo.

-Hola.- respondí en el mismo tono que él lo había hecho.- ¿Te irás a casa estas navidades?- le pregunté , él sólo esbozó una sonrisa.

-Lo intentaré.- por fin me miró, y me perdí totalmente en esos preciosos ojos grises.- Con los Malfoy nunca se puede tener un plan seguro.

-Eso desde luego.- bufé, rápidamente intentó corregirse.

-Oye, Feyre-

-Déjalo.- le interrumpí.- Tengamos la fiesta en paz, Malfoy. No tengo ganas de lidiar con esto estas semanas. Nos veremos a la vuelta.- comencé a caminar, pero un delicado agarre en mi muñeca me lo impidió.

-Feyre, por favor.- susurró.- Te echo de menos.- noté como mi corazoncito de serpiente se ablandaba, rápidamente miré a todos los lados para ver si me encontraba con alguno de mis amigos que me ayudara a salvar la situación. No se dió el caso.

-No me hagas esto.- le miré a los ojos.

-Por favor.- volvió a decir.- Perdóname, sabes que no puedo dejar de pensar en tí.- noté como sus manos se posicionaban al lado de mis mejillas, seguramente estarían ardiendo, porque así las sentía.

-Yo también te echo de menos, Draco.- musité, él sonrió.- Pero no puedo.- toda pizca de felicidad se esfumó de su cara.- No puedo permitir que no se me trate con respeto. Te aprecio, lo sabes, pero me quiero más a mí.- él me miró por unos segundos, con un ápice de culpa en sus ojos.

𝙘𝙤𝙢𝙛𝙤𝙧𝙩 | 𝓓.𝓜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora