capítulo 25.- amor.

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feyre.

No miento si digo que han sido las peores semanas de mi vida con diferencia.

Absolutamente todo mi grupo de amigos vive en un estado constante de estrés y ansiedad a causa del escape de Azkaban, digo yo que si tan buena cárcel mágica es, ¿Cómo han podido conseguir salir? un auténtico misterio. Aunque el tema del escape ha sido muy impactante para todos, creedme que no hay mayor tortura como la de aguantar a Malfoy y Potter en convivencia obligada, si bien decidieron pactar una tregua con los leones para poder solucionar esto con la mayor brevedad posible, la tregua no debía de consistir en dejar de pelear.

-Como sigan así, les pienso lanzar un Crucio.- susurró Hermione mirando la acalorada discusión entre Malfoy y Potter. Pansy le miró entrecerrando los ojos.

-Cállate, nadie te ha preguntado.- ah si, entre ellas dos las cosas iban mucho peor.

Los únicos que parecían llevarse bien era, Theo y Blaise con Ron, debido a que estaban constantemente de bromas y sin hacer caso a los diferentes colores que adornaban sus túnicas.

-Eres un imbécil, Potter.- exclamó con desdén Draco.- No tienes ni puta idea de como llevar esta situación.

-¿Tú si?- contraatacó este, con sorna.- Por favor, Malfoy. Si tuviéramos que depender de ti, ya estaríamos todos muertos.- este se tensó, levantándose con fuerza hacia él.

-¿Qué acabas de decir?- susurró una vez llegó a estar lo suficientemente cerca de él como para lograr intimidarle.- Repítelo, Potter, creo que no te he entendido bien.- Harry no se dejó asustar tan fácilmente, me levanté y cogí a Draco del brazo, intentando suavizar su tensión corporal.

-Ella.- dijo Harry echándome una fugaz mirada.- Sabes que es la que más tiene que perder.- los músculos de Draco se tensaban más y más.- Y tú no estás haciendo nada para protegerla, Malfoy. Te la pasas jodiendo y jodiendo, no aportas nada, lo único que haces es invalidar mis- en un abrir y cerrar de ojos, Draco se zafó de mi agarre y estampó su puño contra la cara de Harry. Blaise y Theo corrieron a sujetarle, apartándome de él.

-Cállate, maldito estúpido.- vociferó, ignorando mis llamadas de atención.- No vuelvas a mencionar a Feyre, ni la mires, maldito traidor de mierda.- intentó zafarse de los brazos de Blaise y Theo.- La próxima vez que insinúes que si la pasa algo es mi culpa, serán mis manos las que acaben contigo.- de un movimiento, se liberó del amarre de sus amigos y sin dirigirme la mirada, salió del aula.

-Por Merlín.- suspiró Theo, pasándose una mano por el pelo.

-Que intenso es.- rodó Pansy los ojos.- Tú, Potter, levántate ya. Se un hombre, no un bebé.

-¿Quieres dejar de ser tan desagradable?- intervino Herminone.

-¡Basta!- exclamé dando un golpe a la mesa.- Por el amor de Merlín, ¿no os dais cuenta? vosotros no sois el problema, hay unos cuantos mortífagos que se han escapado de Azkaban, joder.- miré a todos.- No es momento de pelear, es momento de que aparquéis todas vuestras diferencias y luchéis por solucionar esta auténtica mierda en la que estamos metidos hasta la cabeza.- suspiré.- Si me disculpáis, voy a buscar a mi novio, cuando vuelva quiero a todos trabajando en una maldita solución.- no obtuve respuesta.- ¿¡Vale!?

-Vale...- dijeron todos al unísono. Acto seguido, salí del aula en busca de Draco.

Tras unos minutos buscando, pude encontrarle a la orilla del lago negro. Le observé unos instantes, su pelo era movido levemente por el viento y el jugueteaba con su varita mientras miraba el lago. Intenté no hacer ruido al acercarme.

-Cycy, no hace falta que vengas tan despacio, estaba deseando que vinieras.- susurró y una sonrisa se posó en mis labios.

-No quería molestarte.- apresuré el paso y me senté a su lado.- Parecías tan... tranquilo.- apoyé mi cabeza en su cuello mientras él soltaba una gran bocanada de aire.

-No quiero que te pase nunca nada malo, no podría perdonármelo.- susurró.

-No me va a pasar nada, Draco.- le miré.- Y si me pasa, algún día muy lejano, no será culpa tuya, lo sabes.- acaricié su cara con el pulgar.

-Feyre, mi padre va a querer castigarme por no haber ido a verle, va a querer que vuelva a ser un mortífago.- se le empezó a quebrar la voz.- A mi madre jamás le hará nada, se que la ama con todo su alma.- conecto sus ojos con los míos.- Junto a ella, tú eres lo único que me importa en la vida, si va  a por ti y no puedo protegerte yo- le interrumpí.

-Tienes que dejar de pensar que soy una princesa en apuros que necesita ser protegida, Draco.- espeté.- Soy de las mejores brujas que hay en Hogwarts, tú lo sabes, si algún día alguien viene a joderme, sabré protegerme.

-No sabes nada de magia oscura.- se burló.

-Seguramente más que tú.- hizo una mueca de confusión.- A mi me gusta leer, lo sabes, y tengo la confianza suficiente de los profesores como para que me dejen visitar la sala prohibida de la biblioteca.- se sorprendió.- Sí, así es. Soy una pelota.- sonreí y el rió.

-O sea que...- apartó un mechón de mi cara y lo colocó tras mi oreja.- ¿Podrías lanzarme una maldición ahora mismo?- ronroneó.

-¿Cómo si no el mítico Draco Malfoy, al que todas las chicas aman y desean, se iba a fijar en mí?- bromeé.

-¿Así conseguiste que me enamorara de tí?-noté un escalofrío recorrer mi espalda.

-¿Qué?- msuité.

-No me hagas repetírtelo.- desvió su mirada hacia el lago.

-¿Por qué?- le pregunté, un poco desconcertada ante su reciente indiferencia.

-Sabes que no soy bueno en esto, Feyre, no me puedes obligar a ser algo que no soy.- espetó.

-Mírame.- le obligué.- Ya.- con desdén, posó sus ojos nuevamente en mi.- Me vuelves loca, Draco, lo sabes.- arrugó la frente, esperando oír más.- Sabes.- miré al lago.- Cuando te conocí, me aterrabas, de verdad, había oído tantas historias sobre ti que cuando Pansy me dijo que ibas a estar en Hogwarts con nosotros casi me caí al suelo.- sonrió.- Yo estaba colgada de Theo en ese momento desde hacía unos meses, sabía que yo también le gustaba.- bufó.- Pero cuando te conocí, todo fue distinto.- sonreí inconscientemente.- No sé como conseguiste entrar en mi cabeza y hacer que olvidara a Theo tan rápido, pero créeme que eso es algo que nunca ha conseguido hacer nadie.- me miró directamente a los ojos.- Te quiero, Malfoy, estoy loca y profundamente enamorada de ti.- agarró mi cara de ambos lados y presionó mis labios con los suyos.

-Te quiero, Feyre Cyra Dawn.- dijo tras despegarse de mi, a pocos milímetros de mi cara.- Te quiero tanto que moriría por ti, mataría por ti, haría cualquier cosa, lo que me pidieras, sólo por ti.- me mordí el labio.- Cuando todo esto acabe y salgamos de este sitio asqueroso, no te va a faltar nunca nada, te daré todo lo que me pidas.- hizo una leve pausa, preparándose para decir algo. Tomó aire y lo soltó.- Espero que no te guste mucho tu apellido, porque te prometo que cuando seamos libres, te llamarás Feyre Malfoy.

-C. <3

1167.-

gracias por seguir ahí, siempre.

𝙘𝙤𝙢𝙛𝙤𝙧𝙩 | 𝓓.𝓜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora