HILOS |Satoru Gojo y tú|

Capítulo III

Permaneció arrodillada mientras oía a las mayores conversar. Ni bien llegó, oyó todo tipo de sermones sobre lo sucedido el sábado. De cualquier modo, le sorprendía que hasta el momento Shukumei le fuese a contar a su abuela.

Su vista viajó de una a otra, para alzar la taza de té para darle un largo sorbo sin quitar la mirada de la más anciana con cierta molestia.

—Mitsuko, me encargaré de releer el destino prescrito para... la señorita _______.

Al nombrarla, tuvo que fingir cordialidad, dedicándole a la misma una mirada que le continuaba la guerra.

—No hace falta, señora Shukumei. Ya lo escuché.

Fingió su sonrisa y tono, lo cual fue muy forzado y se notaba a leguas. Incluso llegó a inclinarse sobre la mesita que la separaba de las dos mujeres.

—Dije "Mitsuko".

Frunció su semblante Tokiko, también inclinándose sobre el mueble.

—Ya cálmense las dos— habló cansada Mitsuko Ito, manteniendo su buena postura a duras penas por la escena que hacían —. Procede a leerlo, Tokiko.

—Como digas.

Se enderezó y mostró aires de profesionalidad, aunque una comisura de sus labios la traicionaba queriendo realizar una sonrisa, lo cual llegó a fastidiar a la menor.

Posó el libro envuelto por varios sellos, para cerrar sus ojos por unos cuantos segundos.

La anciana realizó una extraña seña con sus manos, para recitar unas palabras, invocando su técnica. Y al momento de abrir de nuevo sus ojos, estos habían tomado otro color, pareciendo irreales, y aparecía otro en su frente de forma invertida.

El encuadernado se abrió de repente, pasando página por página rápidamente, demostrando que poseía más de las que aparentaba. Hasta que se detuvo en una en donde extraños símbolos se movían de un lado a otro, mareando a quien los viera.

«En la oscuridad, Ito se desvanecía, hasta que la muchacha trajo luz y alegría. El destino conspirará, uniendo al clan Gojo e Ito, lo cual los salvará, persistiendo en el tiempo.

Esta unión forjará un destino de grandeza y renacimiento. Juntos enfrentarán las sombras, desafiando el final, preservando la gloria del clan en un lazo celestial. Su amor y lealtad, como un fuego ardiente, despertarán.

El destino habló. Su lectura clara y profunda, la unión de clanes tejió. El clan Ito prevalecerá, su grandeza no se desvanecerá, y en cada paso, su legado brillará.»

La voz de Tokiko se volvió grave y el ambiente cambio, como cuando se realizó la primera lectura. _______ tragó saliva mientras mantenía un semblante serio.

—Qué ridículo...

Balbuceó y apoyó un codo en la mesita para descansar su mentón en la palma de su mano, dirigiendo la vista a otro punto.

—Es lo que te espera, _______— mencionó la anciana, cerrando sus ojos al tiempo en que el tercero se desvanecía lentamente y el libro se volvía a cerrar.

—Son buenas noticias, pequeña— agregó su abuela, sin haber podido presenciar bien toda la energía maldita que se presentó por el hecho de no cargar con los lentes adecuados.

—¿Buenas noticias?— interrogó indignada —¡No quiero casarme con un hechicero! ¡Es lo que menos quiero!

Mitsuko permaneció en silencio, haciéndose una idea de qué podía estar pasando por la cabeza de su nieta.