Capítulo XXI

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La semana finalmente había terminado, y el viernes en la noche comenzaba.

Durante esos días, cada tanto recibía una pregunta por parte de Arai respecto al tema de ese muchacho que formaba parte del mundo de las "drogas". Por más que intentara dejar de pensarlo, llegaba ella a reforzarle el recuerdo de Satoru Gojo.

Buscó con la mirada a Jouji que había dicho que acababa de llegar y que ya se dirigía a la ubicación que ella le mencionó. Para su suerte, su padre la pudo acercar allí y le indicó que le avisara cuándo tenía que ir a buscarla.

Volteó a ver en otra dirección, esperando dar también con su amiga por esas casualidades y así descubrir con quién había ido. La curiosidad la estaba comiendo desde dentro.

Miró por el rabillo del ojo unos chicos que pasaron a su lado y comentaban entre ellos cosas de las que no entendió, pero sus miradas las sintió a la perfección. No solo eso, sino también una que otra pequeña maldición que vagaba por ahí entre las personas. Seguramente se habían formado por las emociones negativas de gente de algunos puestos, o venían con alguien, o se habían alejado de otro lugar que fuese su "hogar".

Ahora sabía cómo se creaban gracias a las tutorías de Shukumei.

—¡Hola!

Ante la voz de Jouji, volteó con una sonrisa, notando que se aproximaba mientras alzaba uno de sus brazos.

—Hola, hola— ladeó la cabeza, levantando una mano.

—¿Lista para caminar toda la noche, jugar y comprar lo que quieras?

—Siempre y cuando no me canse y me alcance, estoy perfecta— levantó un pulgar, causándole gracia a su amigo.

—Esa es la actitud— ensanchó la sonrisa para levantar la mirada a ver a su alrededor —. ¿Hay algún puesto que llame tu atención para comenzar por ahí?

—Vi uno de-...

—¿Tokuda?

Al oír esa pregunta que se hizo cerca de ellos, y resultar una voz familiar, ambos regresaron la vista a Keina Arai que estaba detrás de ellos.

—¡Keina!—exclamó con una sonrisa ______, pero cuando su mirada se dirigió a la silueta que estaba detrás de ella, sus ánimos decayeron con molestia —Tú...

—Hola~— alargó las vocales Satoru Gojo, llevando sus manos a su nuca con una sonrisa divertida —. Qué sorpresa verte por aquí.

Su vista se direccionó de nuevo a su amiga, que parecía sorprendida por la compañía de la Ito. Y por lo que escuchó de ella, parecía que su apellido era Tokuda. Estaba claro que debía ser uno de los Tokuda con los que habló tiempo atrás.

Entre ambas intercambiaron miradas, para indicarles a ambos muchachos que ya regresaban, y se alejaron de ellos para tener espacio para hablar.

—¡¿Con ese engreído?!

—¡¿Con Tokuda?!

Dijeron a la misma vez, con una clara sorpresa que no era de su agrado. Suspiraron con pesar para tomar posturas cansadas, recargándose en una pierna.

—Necesito explicaciones...

—Yo igual... Empieza tú— dijo ______ —. ¿Aceptaste salir a la feria con ese grandísimo tonto?

—Tengo mis razones— respondió mientras trataba de convencerse a sí misma.

—Lo aceptaste porque está lindo, ¿no?

—No es solo por eso...

—No me digas que es tu estándar este... tipo...— señaló con un brazo en dirección en donde habían dejado a ambos chicos que veían distintos puntos, sin saber qué hacer entre ellos. Uno incómodo; otro aburrido.

HILOS |Satoru Gojo y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora