Capítulo XV

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Mientras trenzaba los hilos de distintas tonalidades de morado, las manos le temblaban. Habían pasado ya un par de horas desde ese encuentro. Tampoco era como que se hubiese dirigido a ella. Es más, lo hizo a dos chicas. ¿Sería un mujeriego?

Esperaba que esa idea reforzara la principal de no tener nada que ver con él, y todos los demás motivos que habían.

—Respira profundo...

La tranquila voz de su abuela no ayudaba.

Detuvo un momento lo que hacía para dejar escapar un suspiro y cerrar los ojos con cansancio.

—Odio mucho a Satoru Gojo— fue lo que dijo para continuar —. ¿Dónde está Shukumei? Le partiré ese librito en la cabeza.

—Lo último que supe de ella, es que estaba viendo un programa de televisión. Imagino que seguirá viéndolo, ya que no ha respondido mis mensajes todavía.

—¿Eso cuándo fue?

—Anoche.

—¿No se habrá muerto ya?

—No digas esas cosas.

—Es que tiene como doscientos años, abuela. ¿No tiene fecha de vencimiento?

—Su clan suele ser muy longevo. Incluso ella leerá el futuro de tus bisnietos.

El semblante de ______ se arrugó ante sus palabras.

—Los bisnietos que no tendré con Satoru Gojo— meneó la cabeza en cada sílaba, haciendo un gesto molesto y remarcando la negación.

—También, lo último que me dijo es que dejara esto cerca de ti.

Por el rabillo del ojo, vio como dejó una grulla de papel a un lado de ella. 

—¿Una grulla?

—Simboliza la buena fortuna, en este caso para que tengas una buena relación amorosa con Satoru Gojo— sonrió dulcemente, para regresar a sentarse a seguir con su trabajo con hilos.

Arqueó una ceja sin muchos ánimos, siguiéndola con la mirada.

—Me salvo de esa vieja, pero no de ti, abuela— suspiró para ladear la cabeza.

Dejó de nuevo lo que hacía para sentarse mejor en el suelo, tomándose de los tobillos.

—¿Realmente es así como ella lo leyó...? ¿No hay una forma de evitarlo?

Si fuese alguien más, sí le daría una oportunidad. Quitándole lo arrogante, engreído y, sobre todo, lo hechicero. Ni siquiera lograba imaginarse un futuro feliz al lado de ese tipo. ¿Y aún así estaba destinada a terminar con él? Creyó que su familia, en este caso su abuela, deseaba algo mejor para ella.

Detuvo sus movimientos en el marudai, para verla.

—Si esto te anima... Tokiko me dijo que la lectura es en general de tu futuro. Todas las decisiones que tomes, llevaran a ese desenlace. 

Dejó caer sus hombros. No la animó en lo más mínimo. Ahora se sentía más amenazada por la espada que la tenía contra la pared.

—¿Y si muero? ¿Gojo me revivirá mágicamente o qué?

—No pienses en esas cosas— la regañó con preocupación.

—Era un escenario, nada más...— balbuceó _______.

No estaba en sus planes dejar ese plano solo por no querer estar con alguien. Lucharía para hallar otro camino, en el que anduviera lejos de Satoru. No quería agarrarle cariño, menos a alguien que corría peligro.

HILOS |Satoru Gojo y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora