Capítulo XIX

5.3K 714 91
                                    

Apenas podía ver allí dentro gracias a la luz de la calle que se escabullía por las ventanas rotas. Fue en esos momentos en los que se puso a pensar que la estaban esperando en casa. Estaba dispuesta a decirle al muchacho que quedaran para otro día en un lugar más seguro. Y también ya era de noche.

Trató de buscarlo con la mirada, pero era imposible.

—Oye, me tengo que ir. Preocuparé a mis padres— alzó un poco la voz, tratando de encontrar su presencia con su mayor esfuerzo. ¿Y si le estaba jugando una broma?

—¿La niña gruñona cumple horarios?

Al oír la tranquila voz de Satoru Gojo hablándole a uno de sus oídos y a sus espaldas, se sobresaltó provocando que tendiera a golpearlo con un codo en su estómago.

El de cabellos blancos perdió el aire al impacto, llevando las manos a la zona afectada. Había bajado la guardia, y hasta él mismo se sorprendía de eso.

—Si serás genio, ¿no? — dijo molesta tratando de regularizar su respiración. No alcanzó a sentirlo en lo más mínimo.

—Por lo menos discúlpate— se quejó, haciendo el mejor esfuerzo por volver a incorporarse bien.

—Tú fuiste el de la gran idea de asustarme— pasó una mano por su frente y así correr algunos cuantos cabellos hacia atrás, cansada —. ¿Qué es lo que querías? ¿O solo querías reírte un rato con hacerme asustar?

—Ja, me muero de la risa, no imaginas— comentó con ironía, parándose mejor pero aun teniendo una mano en su abdomen —. Tengo un par de preguntas para ti.

—Apresúrate a hacerlas así me voy pronto.

Oyó como soltó una queja con irritación, para hacer que ella rodara los ojos con fastidio. Era por decisión propia que se estaba quedando allí. Podía irse lo más bien sin darle explicación de nada.

—¿Qué es esto?

Volvió a verlo, ya que había alzado su mano izquierda para mostrársela. Por la poca luz que había, apenas divisaba su serio semblante y no hallaba nada en lo que formaba parte de su pregunta.

—Tu mano...— respondió insegura.

—Ya sé-...

—Entonces no hagas preguntas obvi-...

—A lo que me refiero—alzó el volumen de su voz para interrumpirla como hizo con él, cerrando los ojos mientras le daba un tic en una ceja —. Siento algo extraño en mi dedo meñique, como si fuera un hilo.

­______ apretó los labios. No sabía de qué le hablaba, pero comenzaba a atar cabos al respecto. Y no le gustaba nada por dónde iba eso.

—Dime, ¿tú eres la causante de esto y las demás extrañas sensaciones que estoy experimentando?

Se inclinó, todavía manteniendo serio su ceño, teniendo su rostro a escasos centímetros del de la apellidada Ito que tarde se echó hacia atrás, sintiendo mucho calor en sus pómulos y mostrando una clara sorpresa.

—N-no...

Dijo en un hilo de voz, viéndolo a los ojos debido a que sus gafas se estaban sosteniendo en la punta de su nariz. Más nerviosa la ponía si la miraba con esos ojos tan encantadores. ¿Por qué tenía que ser tan hermoso?

—No mientas. Estás tan obsesionada conmigo que utilizas tu técnica para hacerme pasar por todo esto.

—¿Qué?— dejó escapar una corta risa al preguntar desconcertada —¿Yo? ¿Obsesionada contigo? ¿Quién es el que dijo que me sintió cerca y salió a ver por curiosidad?

HILOS |Satoru Gojo y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora