Capítulo 5

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Dos noches más tarde estaba en remojo en la bañera después de una sesión agotadora en el gimnasio cuando oí un grito de alegría de Yuna. Levantando una ceja hacia la puerta, no me sorprendió la llamada que sonó en ella al cabo de dos segundos.

— ¿Puedo pasar? —preguntó con risa en la voz.

Estaba claro que la noticia que había recibido no podía esperar. Miré para asegurarme de que estaba suficientemente cubierta por burbujas.

—Claro —respondí.

La puerta se abrió y Yuna entró con dos copas de vino en la mano y una expresión de suficiencia en la cara. Cogí la copa que me ofreció y sonreí ante su contagioso buen humor.

— ¿Qué está pasando?

—Bueno —bramó Yuna—. Después de seis meses nefastos, Ryujin ha dejado por fin a Sana.

Resoplé en mi copa, sin hacer caso de la forma en que mi estómago se retorció con la noticia.

— ¿Esa es tu noticia excitante?

Yuna me miró como si hubiera dicho alguna locura.

—Por supuesto. Es la mejor noticia en Dios sabe cuánto tiempo. Sana era la peor de todas. ¿Sabes?, creo que la otra noche en el bar fue la gota que colmó el vaso. Ryujin parecía mortificada con ella. Y a era hora que la dejara. Esa ensimismada, falsa y cazafortunas era un fastidio.

Asentí en señal de consentimiento, pensando en el descarado flirteo de Ryujin conmigo.

—Sí, probablemente solo habría terminado engañándola.

La alegría de Yuna se desvaneció al instante y me miró con mala cara. Levanté una ceja ante su reacción.

—Ryujin nunca engañaría.

Yuna verdaderamente pensaba que su hermana caminaba sobre las aguas. Incliné la cabeza con una sonrisita cínica, una expresión que probablemente bordeaba la condescendencia y que se merecía un puñetazo.

—Por favor, Yuna, es una mujer atractiva que flirtea con todo lo que se mueve.

Considerando un momento lo que acababa de decirle, Yuna se apoyó en las paredes de baldosas, al parecer sin reparar en el vaho que se había adosado a ellas y más que probablemente humedeciéndose la espalda de la blusa. Al parecer había olvidado su celebración en vista de mi negatividad.

—Hay una cosa que tienes que saber de Ryujin. Nunca engañaría. No es perfecta, ya lo sé. Pero digamos que nunca sería tan cruel o deshonesta con nadie. Siempre que ha estado en una relación y su interés se ha apagado o ha saltado a otra persona, ha sido sincera con su novia y ha roto antes de empezar nada con otra. No estoy diciendo que su actitud no sea un poco penosa, pero al menos es sincera.

Llena de curiosidad por la seguridad de Yuna, tomé un trago de vino antes de responder.

— ¿Alguien engañó a Ryujin?

Ella me dedicó una historia triste.

—No soy nadie para explicarlo.

Vaya. Si Yuna no abría la boca al respecto, Ryujin tuvo que sufrir con eso.

—Basta con decir que tiene una relación detrás de otra. Es completamente monógama, pero salta de una novia a la siguiente. Sana ha durado más de lo habitual. Creo que es porque hacía viajes frecuentes al sur. —Yuna me lanzó entonces una mirada provocadora, casi conocedora—. Me pregunto qué chica ha captado su interés esta vez.

QUINTA AVENIDA - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora