Capítulo 25

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Quizá todavía me sentía culpable por haberle fallado a Yuna aquella primera noche, así que me pasé un poco preparando el apartamento para su regreso.

Estaba limpio de suelo a techo, pero había contenido mi propia inclinación al orden y había dejado las cosas de Yuna, porque sabía que eso la haría sentirse en casa.

Encargué en Internet un espléndido juego de cama color verde pálido, porque sabía que le encantaba el verde, compré unos cuantos cojines decorativos y convertí su cama en la cama de una princesa. Compré también una bandeja para desayunar en la cama que rodaba por el lateral y se doblaba hacia dentro. Compré flores. Chocolate. Llené la nevera con su helado favorito de Ben & Jerry's.

Había una pila de todos los últimos números de todas las revistas que ella leía en el pequeño armario de al lado de la cama. Un par de libros de sudokus y crucigramas. Y lo más extravagante... una pequeña televisión de pantalla plana con DVD incorporado.

Probablemente era demasiado para un paciente que en principio solo tenía que estar en cama dos semanas, pero no quería que Yuna se aburriera.

—Oh, Dios mío. —Los ojos de Yuna se ensancharon en cuanto entró en la habitación.

Estaba de pie con el brazo enlazado en la cintura de Chaeryeong, y Jiwon, Clark y Ryujin ya estaban en el dormitorio, sonriendo ante todo ello. Los niños habían vuelto a la escuela, así que se perdieron el «Yeji se ha pasado». Los ojos de Yuna se clavaron en mí.

— ¿Tú has hecho todo esto?

Me encogí de hombros sintiéndome muy incómoda de repente.

—No es nada.

Yuna rio y se acercó a mí, despacio.

—Eres asombrosa.

Resoplé.

—Si tú lo dices...

—Ven. —Me envolvió con sus brazos y yo la abracé, como siempre sintiéndome como una niña pequeña abrazada a su madre—. Me encanta, gracias.

—Me alegro. —La aparté con suavidad y puse ceño—. Túmbate.

Yuna gruñó.

—Esto va a ser divertido.

Cuando Chaeryeong estaba ayudando a Yuna a sacarse los zapatos y meterla en la cama, Jiwon se me acercó.

—El médico dice que has de asegurarte de que no se le humedezca el vendaje cuando se duche.

—Puede bañarse por ahora.

—Bien. Y tiene que descansar. Puede caminar un poco, pero no constantemente.

—Entendido.

—Tiene que volver dentro de dos semanas para que le quiten el vendaje.

—Vale.

—Y luego tiene un control dentro de tres meses. Si todo está bien, el siguiente será dentro de un año.

Puse ceño.

—Espera. —Lancé una sonrisa de esperanza en dirección a Yuna—. ¿Tienen los resultados de la biopsia?

— ¿Nadie se lo ha dicho? —Yuna arrugó el entrecejo al mirar de manera acusadora por la habitación.

Ryujin suspiró.

—A lo mejor si dejara de evitar a todo el mundo...

—Hola. —Moví la mano—. ¿Resultados, por favor?

QUINTA AVENIDA - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora