—La operación de Yuna es mañana.
La doctora Sylvester asintió.
— ¿Estás nerviosa?
Dije que sí con la cabeza y sentí el estómago revuelto.
—Su cirujano tiene grandes credenciales y está realmente convencido de que es sencillo para tratarse de cirugía cerebral, pero todavía estoy preocupada.
—Es natural.
Solté aire lentamente, y la espiración se convirtió en una pequeña sonrisa.
—Tengo reserva para un vuelo a Milán a final de enero. Voy a viajar allí después de las dos semanas de recuperación de Yuna en casa.
Las cejas de la doctora Sylvester llegaron a la línea de nacimiento del pelo.
—Oh. ¿Qué ha desencadenado eso?
La valentía de Yuna y que Ryujin haya pasado página.
—Ryujin ha conocido a alguien, como yo quería. Pero Yuna es realmente la que me infundió valor. Ha sido valiente con todo y estábamos sentadas hablando anoche, y allí estaba con esta enorme cirugía por delante y preocupándose por mí, diciéndome que si no empezaba a afrontar mi pasado nunca mejoraría.
La doctora Sylvester me dedicó una sonrisa triste.
—Yuna te convenció en una conversación de lo que yo he estado intentando convencerte durante casi seis meses.
—Supongo que hace falta que te diagnostiquen algo que da miedo y ser realmente valiente al respecto para que me sienta como la peor clase de cobarde.
—Necesitaré añadir eso a mi repertorio.
Reí, y la risa se fue desvaneciendo en un silencio tenso.
—Estoy asustada —reconocí finalmente—. Tengo las cosas de mi familia en un almacén. Iré a visitar sus tumbas y quizá por fin haga algo con todo eso.
—No me habías dicho que guardabas todas sus cosas.
—Sí. Las puse en un almacén y simulé que no existían.
—Es un paso muy bueno el que vas a dar, Yeji.
—Sí, eso espero.
La doctora torció el gesto.
— ¿Ryujin ha conocido a alguien?
No hice caso del dolor.
—Es lo que yo quería.
—Yeji, sé que te has contado eso a ti misma, pero aun así no ha de ser fácil verla con otra persona tan pronto. Sobre todo después de que te fuera detrás y te prometiera que no se rendiría.
—Solo prueba que tengo razón. No me quiere.
— ¿Y estás segura de que está viendo a esta mujer nueva? ¿No hay un malentendido?
—Según Yuna, no.
—Entonces un viaje a Milán podría ser justo lo que necesitas ahora mismo.
—Oh, no es un viaje. —Negué con la cabeza—. Bueno, lo es y no lo es. Estoy pensando en volver a instalarme allí de forma permanente cuando sepa que Yuna está bien. Voy a buscar una casa cuando esté allí y luego volveré a Nueva York a ordenar mis cosas...
La doctora Sylvester negó con la cabeza.
—No lo entiendo. Pensaba que Nueva York era tu hogar. Pensaba que Yuna era tu familia.
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QUINTA AVENIDA - Ryeji
FanfictionHace cuatro años Hwang Yeji dejó atrás su trágico pasado en Italia y comenzó de nuevo en EE.UU. Enterrándose en el dolor, ignorando sus demonios y avanzando sin ninguna atadura real, ha funcionado bien para ella hasta ahora, pero cuando Yeji se mud...