Estaría negando lo evidente si no dijera que las cosas cambiaron entre Ryujin y yo después de esa noche.
Nos unimos.
De la forma en que la gente se une cuando se comparten miradas y se comprende lo que la otra persona quiere decir.
Y pasamos mucho más tiempo juntas.
Decidí no pensar en el futuro.
Justo entonces estaba teniendo un sexo asombroso con una gran mujer que además resultaba que era una excelente amiga.
No quería el mañana.
Sabía lo que me esperaba en el mañana y lo que me esperaba era un caos inevitable.
Todo era mucho más bonito en el presente.
El sábado llegó sin que me diera cuenta, y era la noche del DJ invitado en el Fire de Ryujin , como punto de partida de la primera semana de curso en la universidad. No me moría de ganas de ver a un montón de jóvenes de primer año, pero tampoco Ryujin , y ella tenía que estar allí en muestra de respeto por ese famoso DJ del que yo nunca había oído hablar, así que Yuna, Chaeryeong y yo estábamos haciéndole un favor.
Cometí el error de ir esa tarde con Yuna y Lisa a comprar un vestido, y me dejé convencer para quedarme un mini vestido.
Nunca había tenido un mini vestido. Era sencillo, azul turquesa. Tenía cuello alto, pero dejaba la espalda al descubierto hasta justo por debajo de la cintura y la falda me quedaba unos centímetros por encima de las rodillas: decididamente más corto que nada de lo que me había puesto en público antes.
Vale, estaban esos shorts a rayas verdes y blancas, pero un vestido corto era claramente más arriesgado.
Me recogí el pelo encima de la cabeza, me maquillé un poco más (porque dejé que se ocupara Yuna) y me puse un par de sandalias de piel ligadas al tobillo y del mismo color que el vestido. Yuna, como siempre, estaba impresionante con un vestido dorado y sandalias de cordón.
Íbamos a reunirnos con Ryujin en el club, lo cual probablemente fue una buena idea, porque torció el gesto en cuanto me vio llegar. Las cuatro estábamos en su oficina, con la música del club resonando alrededor. Puse los brazos en mi cintura al ver su expresión.
— ¿Qué? —solté.
Su mirada viajó por todo mi cuerpo y volvió con un brillo de peligro.
— ¿Qué demonios te has puesto?
Entrecerré los ojos.
— ¿Qué problema tienes?
Yuna se aclaró la garganta.
—Creo que está preciosa.
Ryujin le lanzó una mirada de advertencia a su hermana.
Dolida por su respuesta de lo que pensaba que era un vestido sexy, me encogí de hombros como si no me importara.
—Vamos a tomar una copa.
Di media vuelta y me satisfizo oír a Ryujin inspirando con fuerza. Acababa de echar un vistazo a la espalda de mi vestido.
Oí pisadas que me seguían al abrirme paso por el club bastante tranquilo. Era pronto y la gente estaba empezando a aparecer. El espacio de la planta principal de Fire era enorme y estaba dividido en dos niveles. Cuatro escalones largos en curva separaban la barra y una pequeña pista de baile, con sofás y mesas en torno a ella, de un enorme espacio de planta. Paredes negras con luces intermitentes rodeaban el nivel superior, mientras que una serie de lámparas de papel en forma de llamas iluminadas desde atrás salpicaban los bordes de la sala en el espacio principal.
ESTÁS LEYENDO
QUINTA AVENIDA - Ryeji
Fiksi PenggemarHace cuatro años Hwang Yeji dejó atrás su trágico pasado en Italia y comenzó de nuevo en EE.UU. Enterrándose en el dolor, ignorando sus demonios y avanzando sin ninguna atadura real, ha funcionado bien para ella hasta ahora, pero cuando Yeji se mud...