Me encantaba el olor de los libros.
— ¿No crees que es un poco brutal para Lisa? —preguntó la voz suave pero preocupada de Yuna por encima de mi cabeza.
Sonreí a Lisa, que me sacaba dos dedos. Como su madre y su hermana, la chica era de la misma estatura. Al retorcer el cuello para mirar a Yuna alzándose sobre mí, mi expresión era de incredulidad.
—Tiene catorce años. Es un libro de jóvenes adultos.
El libro se escurrió de entre mis dedos, porque Lisa lo cogió antes de que Yuna pudiera detenerla. Estaba disfrutando de la mañana del domingo con ellos en la librería y Lisa estaba pasando un buen rato gastando la tarjeta regalo de Ryujin.
Yuna parecía perturbada.
—Sí, sobre un mundo distópico donde los adolescentes se matan unos a otros.
— ¿Lo has leído por lo menos?
—No...
—Entonces confía en mí. —Sonreí a Lisa—. Es una pasada.
—Lo voy a comprar, Yuna —dijo Lisa categóricamente, añadiendo el libro a la creciente pila.
Yuna, soltando un suspiro de derrota, asintió a regañadientes y volvió hacia la sección de novela romántica. Estaba a punto de enterarme de que era una defensora acérrima del final feliz. Habíamos visto al menos tres dramas románticos esa semana. No obstante, antes de sufrir una sobredosis de adaptaciones de Nicholas Sparks, estaba decidida a que esa noche viéramos a Matt Damon rompiendo algunas cabezas en el papel de Jason Bourne.
Me sonó el móvil y me apresuré a buscarlo solo para descubrir que era Lia. Le había enviado un mensaje de correo electrónico la noche anterior.
— ¿Me dejas que responda la llamada? —le pregunté a Lisa.
Ella me dijo adiós con la mano, con la nariz prácticamente pegada a la librería mientras examinaba los títulos. Con una sonrisa, me alejé de ella para responder en privado.
—Eh.
—Hola —replicó Lia, de forma casi tentativa.
Me preparé.
Mierda. A lo mejor no debería haber compartido la noticia. ¿Iba a empezar a tratarme como una loca a partir de entonces? ¿Iba a andarse con pies de plomo? Porque eso sería demasiado raro. Echaría de menos que me insultaran por algo.
— ¿Cómo estáis tú y Dean? —pregunté antes de que pudiera decir nada.
—Mucho mejor. De hecho, me ha pedido que vea a alguien. A un terapeuta.
Me quedé de piedra en el pasillo de ciencia ficción.
— ¿Estás de broma?
—No. No le hablé de tu mensaje, lo juro. Solo me lo soltó. Una coincidencia. —Respiró hondo—. ¿Tú de verdad vas a ver una?
Miré a mí alrededor para asegurarme de que estaba sola.
—Necesito hablar con alguien, y una profesional sin interés personal en mi vida es la única persona en la que confiaría... bueno... para hablar sobre lo que necesito hablar... —Fruncí el ceño. Diez puntos por mi capacidad expresiva.
—Ya veo.
Me estremecí por su tono. Había un punto definitivamente mordaz en él.
—Lia, no quiero hacerte daño.
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QUINTA AVENIDA - Ryeji
FanfictionHace cuatro años Hwang Yeji dejó atrás su trágico pasado en Italia y comenzó de nuevo en EE.UU. Enterrándose en el dolor, ignorando sus demonios y avanzando sin ninguna atadura real, ha funcionado bien para ella hasta ahora, pero cuando Yeji se mud...