5. Ciudad Natal

411 57 35
                                    


–––CHECO¹¹–––

Me mire al espejo.

-Ay no mames.- dije al ver qué tenía cara de mapache o de panda, no se, pero se notaba que no había podido dormir.

Intenté hacer algunas cosas para disimular las ojeras, como lavarme la cara con agua helada, poner algo de hielo, pero no funcionó, así que tuve que recurrir a NADA. Así lo deje, ya a la fregada, pero al menos se disimulaba un poco más.

Me arregle, desayuné y me lave los dientes. Ya todo listo agarre mi mochila. Mis papás ya se habian ido a trabajar, así que solamente salí de mi casa.

El trayecto era algo largo, no mucho, me gustaba caminar.
Iba algo distraído, viendo tiendas, lugares, un parque, los espectaculares y todo eso, solo para intentar ubicarme mejor en algunos días.

Me apresure, pues me di cuenta que ya llegaba tarde.
_______________________

...

–––MAX¹–––


Se llegó el receso.
Estaba listo para hacer lo que llevaba días olvidando hacer, pedirle su número y su instagram a Checo.
He sido tan pero taaan menso que se me ha olvidado.

Lo busque con la mirada mientras George nos contaba un chisme.

-Asi que por eso acusan a Horner.- termino de decir y todos lo miraban sorprendidos, encantados por el chisme.

-Dios mío, que chismecito tan...- no pudo terminar de decir Pato.

-Tan impactante.- continuo Lance.

-No no no, es que no me lo creo.- dijo Pato.

-Weyes, ahí vengo.- comenté yo.

-¿A dónde vas?- pregunto George.

-Necesito pedirle el número a Checo.- dije con pena.

-No chingues, ¿Todavía no se lo pides?- me regaño Lance.

-Psss, ps no.- agregue apenado.

-Ay ya, correle mejor.- dijo Pato.

...

Me encamine a buscarlo entre la gente, pero justo cuando iba caminando por un pasillo, me lo encontré, nos detuvimos uno frente a otro, sonriendonos.

Por cierto que ya no traía ni el yeso ni las muletas, podía verlo mejor.

Me daba ternura, por qué yo soy más alto que el, así que tiene que inclinar su cabeza un poco hacia arriba, ya que estábamos cerca.

-Hola Checo.- sonrei.

-Hola Max, esteee, venía a... A...

-A pedirte tu número...- dije y me sonroje.

-Siii, exactamente eso.- sonrió y se rascó el cuello.

-¿Me lo pasas?- le pregunté y le hice una cara como de súplica.

-Obvioooo microbio.- dijo riéndose.

Sacamos nuestros celulares y anotamos nuestros números.

Aprovechando el momento, y que ni mis amigos ni los suyos estaban cerca, decidimos ir a la cafetería, queríamos conocernos más.

Fue más como un: "Oye, ¿Ya comiste?" "Nooo, ¿Tu?", “Tampoco, vamos a la cafetería, ¿Si?"

Y de todos modos aún así sin saber demasiado a fondo, yo sabía que definitivamente quería estar con el.

Chestappen INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora