Chestappen INEFABLE

9. Estoy Castigado

La sangre me bajo hasta los talones, claro, metafóricamente hablando.

Mi corazón palpitaba fuertemente.

-Este... Buenos diaaaas.- dije y les sonreí con miedo.

-¡CHAMACO PENDEJO!- volvió a gritar mi mamá.

-¿Dónde andabas, Sergio?- pregunto más serio mi papá.

-A ver, les quiero explicar todo...- Y les conté que el camión se retraso, que había tráfico y el último se fue hasta Madero y por eso paso todo lo que pasó...

-Mentira, mi hijo se fue con las cariñosas.- Dijo mi papá con una sonrisa de campeón.

-¡TOÑO!- Grito mi mamá más enojada, mi papá y yo nos reímos fuerte.

Después de que finalmente si fueran comprensivos con lo mío, también me regañaron por no haber avisado, que esto y el otro, y que me castigarían una semana. Bueno, después de todo esto era lo justo al parecer.

Lo que me mantenia preocupado era Max, así que cargue mi celular para enviarle un mensaje.

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Subí y cuando el celular estaba ya cargado, le envié un mensaje...

Maxie

-Todo bien? Ya llegaste? Te regañaron? 👍🏻😔
9:00AM

-Holaa, si todo bien ya llegué, pero no te preocupes, mis papás no estaban, parece que desde anoche
9:02AM

-Que bien que llegaste, y bueno, al menos así no te castigan
9:05AM

-Y tuuu?, te castigaron? 🤨
9:05AM

-Si 😔 una semana, pero x, no están enojados
9:05AM

-Que mal, Checo, significa que entonces por una semana no saldremos juntos 😔
9:09AM

....

Después de estar platicando un rato, ambos tuvimos que hacer los quehaceres, yo en especial por parte de mi castigo, creo que si iba enserio.

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Eran las 8:00PM.

Max no daba ninguna señal de vida, lo cual me preocupaba, y por supuesto que ahora más sabiendo lo que sucedía.

Me acosté en la cama, suspirando.
Un golpe en la ventana, como de una pequeña piedra contra esta, llamo mi atención.

-Chingados mocosos, otra vez le voy a decir a su mamá.- dije solo para mí y con molestia al pensar que serían mis pequeños y odiosos vecinos.

Abrí la ventana y me asomé.

-¡CHECOO!- Era Max, me asusté.

-¡MAX!, ¿MAX?- Me saque de onda.

Estaba trepado en el árbol de afuera de mi ventana, sentado y esperando para entablar conversación conmigo.

-¡MAX BAJATE DE AHI!, ¡Te vas a caer!- regañé justo como mi mamá a mi.

-Noo, tranquilo Checo, ¡Es que vine a contarte todo!- me surgio una duda.