36. Mis compas (FINAL)

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–––CHECO¹¹–––

Nos estábamos riendo desde hacía ya como media hora, pues un pájaro había venido a asustar a Pato.
Siempre era divertido por qué el era el que más fácil se asustaba y al que más lo asustaban.

Estábamos cotorreando, siempre nos la pasábamos genial juntos, a pesar de que a veces bromeabamos y que en algunas ocasiones nos llevábamos algo pesado, siempre estábamos el uno para el otro, nos apoyamos. Éramos un grupo de buenos amigos, muy unidos.

-¡Puto pájaro!- grito Pato mientras el ave se alejaba.

-¡JAJAJA!- Absolutamente todos nos reímos.

-Algo tienen los animales contigo, Pato.- dije riendo.

-Me aman o me odian.- dijo y también comenzó a reír.

-Creo que solo a los patos les caes bien.- Max dijo y volvimos a reír.

-¡Y también al perro de George!- se rió Lance.

-¡NO ME LO RECUERDES!- Pato se tapo la cara.

-No, no, no, pasado de lanza.- Lando dijo.

-Osea si se paso, pero también fue muy gracioso cuando le hizo pis encima.- volvimos a reír por lo que dijo Charles.

-Me mordió el sinvergüenza.- Pato se indigno.

-Oye oye, no insultes a mi perrito.- George se cruzó de brazos fingiendo enojo.

-Wey, lo mordió, casi se nos va con Diosito el pobre Pato.- Oscar agregó.

-Es verdad, ahí andábamos todos preocupados en el seguro por qué no tenían la vacuna antirrábica.- Max comentó.

-Casi te nos mueres de rabia.- Carlos se reía.

-El perro de George, fuera de chiste, está loco.- dije yo.

-¡JAJAJJA!- todos reíamos.

Y era verdad, como olvidar que casi se nos muere Pato, pues el perro de George, después de haberlo mordido, le hizo pis en la mordida, todo un raro y rabioso.

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Estábamos sentados todos, comiéndonos un elote preparado, muy a gusto.

Charles y Carlos estaban juntos, abrazados comiendo su elote.

George, Oscar y Lando estaban viboreando a la gente que pasaba y criticando como se vestían cuando su outfit no combinaba.

Pato y Lance veían a la gente que pasaba también, pero ellos veían morras, esperando que alguna les pidiera el número.

Max y yo, estábamos sentados juntos, casi igual que Charles y Carlos, solo que yo estaba con mi cabeza recargada en el hombro de Max.

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Tuvimos una pequeña platica "motivacional" después de haber comido el elote.
Sobre siempre apoyarnos, estar juntos.

Probablemente algún día, el destino nos separaría los caminos, pero que siempre mantuviéramos el contacto, por qué la amistad perduraria por toda la vida para nosotros.

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