Parte 13

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Narrador omnisciente.

(3 días mas)

Charlotte poco a hablado con Newt sobre lo que paso ese día en el bosquecito. Ella se a mantenido reservada y con poco animo, ni siquiera a salido a practicar sus tiros. Eso no era muy normal de parte de ella y el rubio estaba preocupado por ella-demasiado preocupado-. El rubio no a querido molestarla con sus típicas bromas o hacerle preguntas sobre lo sucedido.

A Newt le dolía el alma ver una leves marcas que habían quedado en el cuello de Charlotte por culpa de ese estúpido Crank. Si fuera por él; lo hubiera matado, pero no podía. No frente a Charlotte.

Ayer, Newt volvió a recaer con sus síntomas de la llamarada. Esta vez no fue un día, solo pasaron alrededor de 1 minuto. La chica no se entero porque Newt le dijo que iría a recorrer el lugar brevemente-mentira-, pero no quería abrumarla más. Otra vez fue ese dolor punzante detrás de los ojos, los mareos y las náuseas, pero milagrosamente duro menos que el anterior. A medida que pasaban los segundos, los síntomas disminuían y dejaban una leve jaqueca al rubio.

***

Newt decidió hacer una fogata a unos cuantos metros antes de llegar al bosquecito. El cielo cambio, arrojando el mundo profundos tonos de naranja y rosa. El cielo se veía magnifico, aun estando en el palacio de los Cranks con esos muros altos, se apreciaba tal maravilloso acto de la naturaleza.

El rubio animo a Charlotte a que lo acompañara. Llevaron la mantita rosa, un poco de comida, un termo con café y azúcar-para llegar y servir-, y vasos. Charlotte se sentó frente al fuego que había hecho Newt apilando unos palos y luego colocándolos verticalmente apoyados uno contra el otro. Parecía como una montaña de fuego. El rubio se posiciono al lado de la ondulada y sirvió un poco de café para cada uno mientras veían el hermoso atardecer.

-Jamás te agradecí sobre ese día...-hablo Charlotte rompiendo el silencio el cual no era incómodo. El rubio miro a la chica antes de tomar un sorbo de café del vaso y hablar.

-No te preocupes-como ella no dijo nada, Newt siguió:-. Tal vez no sea de mi incumbencia preguntar pero ¿Qué paso ese día?

Charlotte duro varios minutos en responder mientras bebía café y observaba el atardecer que ya se estaba desvaneciendo de a poco.

-¿Te refieres a la parte en que por un momento me fui de la realidad y luego volví en si, sin saber que un Crank me estaba asfixiando?-el rubio asintió-. No... no me gusta recordar eso. Pero algún día te contare esa historia, lo prometo.

Newt volvió a asentir con la cabeza. No se sentía decepcionado porque Charlotte no le haya contado la verdad detrás de todo o porque no confiaba en Newt, al contrario. El rubio jamás presionaría, juzgaría o se decepcionaría de Char por algo que ella no quería hablar. Y sobre que ella no confiaba en el chico ¡por supuesto que confiaba en él!, se noto cuando Newt la consoló entre sus brazos, cosa que Charlotte; una persona que se había vuelto fría y no le gustaba el contacto físico, dejo a Newt que tuvieran contacto físico. Cuerpo con cuerpo.

-¿Te sientes mejor, o necesitas un besito de tu rubio favorito?-las bromas de Newt habían vuelto. Necesitaba aligerar el ambiente y despejar la mente de Charlotte tal como ella lo ayudo a él. Como respuesta, recibió un pellizcon en el brazo, en broma, y una sonrisa de Charlotte.

-Maldito rubio, tu si sabes hacerme sentir mejor. Gracias...

Ella le dedico una hermosa sonrisa a lo que Newt se la devolvió.

-Mi damisela estaba en apuros, no me agradezcas. Ambos sabemos que si tu estas en peligro, correré mar y tierra para salvarte.-ella se sonrojo. Los colores del cielo bajaron mas rápido de lo previsto, ahora el cielo estaba totalmente oscuro con estrellas esparcidas.

-Se me había olvidado-hablo Newt sacando algo de su bolsillo en su chaqueta roja algo desgastada. Era un cigarro-. Fred me dio esto, tenia una cajetilla completa. Jamás los probe.

Charlotte miro el cigarro sorprendida antes de hablar:

-Wow, debe haberlos encontrado tres metros bajo tierra, porque para tener una cajetilla de cigarros a estas alturas, es como tener el mejor plato de comida que podrías encontrar, claro, para un fumador pasivo.

-¿Tienes fuego?

-¿Sabes como inhalar y no morir en el intento?-el chico lo pensó y negó con la cabeza. Charlotte tomo el cigarro y se lo coloco entre los labios. Saco un encendedor, ahueco una mano frente a la punta del cigarro y lo prendió. Inhalo un poco y luego exhalo el humo por la boca-Mierda, hace tiempo no hacia esto.-espeto y se lo paso a Newt-. Vamos, mi saliva tu saliva.

El rubio tomo el cigarro e hizo lo mismo que la chica. Esta era la primera vez que fumaba. Le dio una calada. Tosió. Se coloco pálido. Se mareo. Siguió tosiendo. Tomo un sorbo de café y ahí recién su garganta se relajo mientras la risa de Charlotte llenaban los oídos de Newt. Era como la melodía más hermosa para él. Como si juntaran el sonido de las olas golpeando la orilla y esa la enfrascaran. Su risa era como si fuera un pequeño rayo de luz que brillaba entre la oscuridad, y sus ojos brillaban como gemas. La risa de Charlotte era; pura, dulce y mágica. Newt no pudo evitar el ligero rubor que subía por sus mejillas al verla así. En vez de sonrojarse por la vergüenza de casi ahogarse con el humo de aquel tabaco, se sonrojo por tal maravilla que tenia frente a él.

-¡oh dios!-hablo Char entre risas-¿estas bien?

El rubio tiro el cigarro al suelo y lo piso para apagarlo. Tomo bocanadas de aire y finalmente lleno sus pulmones de aire puro, no de humo.

-Si, eso creo.

Ella apoyo su cabeza en el hombro de Newt mientras su bella sonrisa seguía ahí. Ambos miraban la fogata, a Newt no le importo tal gesto ya que se sintió cómodo y se alegro que la ondulada hiciera eso en primer lugar.

-Casi me quedo sin mi rubio favorito.-bromeo ella.

-¿Ah, así que ahora soy tu rubio favorito?-se burlo y marcando bien la parte de "tu"

La chica rio nada más. Con la mantita rosa que habían llevado, Newt la envolvió con esta porque estaba empezando a hacer frio pero no se querían ir de ahí todavía. Finalmente el rubio dejo caer su brazo sobre la espalda de Charlotte. Ella podía sentir su calor que era tranquilo y reconfortable, no dijo nada al respecto porque no le importaba tener al rubio tan cerca de ella, de hecho le gustaba.

No te vayas de mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora