Parte 32

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Charlotte camino por el pasillo del palacio, notando que no había ningún alma rondando por ahí. Siguió caminando en busca de Newt cuando de repente vio a alguien con cabello rubio corriendo hacia ella.

Era él.

Charlotte se impresiono el como el chico había ido a buscarla siendo que el estaba enojado con ella, la odiaba y no la quería ver nunca más. Eso pensaba la chica, pero estaba completa equivocada.

—¡Newt!—grito Char. Apenas vio al rubio y empezó a correr hacia él con toda la emoción posible que pensó que el corazón le iba a explotar.

El rubio siguió corriendo hacia Charlotte, sintiendo un alivio al verla. Después de tantos días sin verla y estar alejada de ella. Newt pensó que eso ya no debería durar más. Tenia que volver con su chica porque la extrañaba cada maldito día.

A medida que ambos se acercaban, sentían algo floreciendo en su pecho. Algo más que emoción por volver a verse. Un sentimiento completamente extraño y nuevo. Se sintió como la vez que Charlotte beso a Newt, que fue algo mágico. El chico tuvo que reducir la velocidad para no golpear a Charlotte tan fuerte con el impacto que hicieron cuando ella llego corriendo hacia él, abrazándolo fuertemente y aferrándose al rubio, como si tuviera miedo de que este se fuera a alejar de ella nuevamente, pero esta vez por siempre. Como en su sueño...

Ambos se abrazaron largos minutos. Newt supo que Char había comenzado a llorar cuando escucho un sollozo ahogado que vibro desde su cuello, donde ella tenia enterrada su cara, hasta la punta de los pies. El chico la abrazo, sobándole la espalda y calmándola como siempre lo hacia. El verla así, hacia que Newt también quisiera romperse de la felicidad, pero se contuvo.

Charlotte se separo un poco del rubio para secarse las lagrimas que no dejaban de caer. Miro a Newt con los ojos aguados y levemente rojos.

—Newt...Perd...

—No. No te disculpes por algo que no hiciste—interrumpió él. Con su pulgar, le seco las lagrimas que caían resbalosamente por la cara de la chica—. Yo debo disculparme por alejarme de ti, molestarme tanto por algo que ni siquiera debería haberlo hecho porque estabas en todo tu derecho a decidir si contarme la verdad o no.

El rubio tomo aire para continuar. Los ojos de Charlotte estaban fijos en él, pero todavía caían finas lagrimas. El rubio se las volvió a limpiar y la atrajo hacia su pecho. Luego beso su coronilla y tranquilamente, con voz suave. Volvió a hablar.

—Ya no llores, Cariño. Se que puedo ser un idiota la mayor parte del tiempo, pero este idiota te quiere, y tampoco quiere que llores por él.

Hubo un breve momento de silencio, hasta que la chica volvió a hablar en un tono bajo.

—te extrañe, idiota...—confesó. Newt se le lleno el corazoncito de amor y un agudo dolor a la vez.

—Yo también te extrañe, chica terca.—«te extrañe demasiado, que solo quiero estar así por un largo tiempo y besarte en toda la cara»

***

Charlotte y Newt, volvieron a la cabaña. En la mochila de ambos, se repartieron lo que iban a llevar para su nueva vida fuera del palacio de los Cranks, donde la vida tal vez iba a ser más difícil. Una vez que armaron las mochilas, la colgaron a sus hombros, se encaminaron hacia la salida. Antes de salir del palacio, encontraron una nota pegada en el muro.

Charlotte, todos los guardias renunciaron. Abrieron el portón y todos los Cranks salieron corriendo. Si llegas a salir de este lugar, recuerda que Ava siempre te observara y protegerá.

CRUEL es bueno.

Charlotte supo de inmediato que esa notita, se la había dejado uno de los guardias que trabajaba para CRUEL. Y Newt, dedujo lo mismo.

Una vez que los chicos siguieron caminando. Cruzaron el arco de la puerta abierta y todo el ambiente cambio en un instante. Cuando miraron a su alrededor, el mundo parecía abandonado por la raza humana. El canto de algunas aves era el único rastro de vida a su alrededor, además de Charlotte y él. El sol quemaba la piel a través de la ropa, con una ferocidad viciosa, que hacia de verdad temer el fuego del infierno. Los rayos pegaban muy fuerte, debido a las jodidas llamaradas solares.

Comenzaron a caminar. Uno al lado de otro en completo silencio. Un silencio que se rompió cuando Newt hablo.

—CRUEL es bueno...—siempre había escuchado eso, pero jamás vio algo de bueno en esa organización. Todo lo que les hicieron a él y a sus amigos, fue horrible—. ¿Tu crees que CRUEL es bueno?—La pregunta había venido debido por la notita que encontraron antes.

Miro a la chica quien pensaba un momento para formar bien su argumentación con su punto de vista.

—sabes, reflexione bastante esos días que desapareciste. Y llegue a la conclusión, que siempre pensé que CRUEL era bueno, o al menos eso me hacia pensar Ava, al sentir que me cuidaba y vigilaba quien sabe como.

Charlotte suspiro y continuo.

—pero en el fondo, esa organización no es buena, y yo pensaba que si, solo porque Ava participaba en ella. Pero no es algo bueno que hayan llevado a adolescentes a un maldito laberinto para experimentar como ratas y pasar pruebas estúpidas que arriesgaban sus vidas.

Newt la miro. Ella tenia razón en cada maldita palabra.

—opino lo mismo, siendo parte de ese grupo de ratas—recordó todas las horribles pruebas que tuvieron que pasar juntos a sus amigos y ver tantas muertes de personas que convivieron juntas alrededor de 2 años—. Pero lo hicieron para obtener una cura, que quien sabe si la encontraron o no. ¿Cierto?

—si, pero es no era justo experimentar con tantos chicos y chicas indefensas solo para encontrar una cura. ¿Acaso no tenían otras opciones?

El chico pensó en Tommy, en Teresa, y en el que aun no podía creer que ellos dos habían creando el maldito laberinto para seguir con las estúpidas pruebas. No sabia mucho quien influencio en ellos, pero tampoco los culpaba por hacer algo así. 

Tal vez.

solo tal vez.

Newt pensó que no había muchas opciones para idear un plan mejor y encontrar la cura, debido a que la propagación del virus fue muy rápida e inesperada, por lo que tuvieron que tomar la opción de experimentar con adolescentes hasta que sobrevivieran a múltiples estúpidas pruebas y encontrar una cura. La cual quien sabe si la encontraron.

No te vayas de mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora