Newt se concentro lo mejor que pudo y les rogo con toda la sinceridad del mundo y firmeza que pudo conseguir.—Escuchen, agradezco su ayuda y todo pero...—hubo una pequeña pausa—. Aquí es mi lugar, aquí vivo ahora y ustedes no van a hacer nada. Excepto llevar sus traseros fuera de este jodido lugar, subirse al Berg, e irse volando.—cada palabra requirió un esfuerzo inmenso.
Minho respondió esta vez.
—No, viejo. Eso no pasara. Arriesgamos nuestras vidas para venir a sacarte de este lugar miertero. Eres nuestro amigo y te vamos a llevar a casa. Si quieres quejarte y llorar mientras tu mente enloquece, no hay problema. Pero lo harás con nosotros, no con estos desconocidos.
Newt dio un paso hacia delante aun apuntando con el arma. Thomas debió haber visto en sus ojos la locura que traía Newt encima, ya que tropezó y casi cae al suelo.
—¡Esta es mi casa ahora! Soy un maldito Cranks, igual que el resto. ¿Acaso no lo ven?—hablo furioso—¡No quiero que me vean mientras este jodido virus me consume! Métanse esa mierda en la cabeza.
Newt quería discutir y luchar con el, darle una excusa. Pero solo se miraron desconcertados. El chico bajo la voz y vertió todo el veneno que pudo en sus próximas palabras.
—Quiero que se vayan. Cada segundo empeoro—un nudo se le formo en la garganta. Esto era insoportable. Todo lo era—. Váyanse o les juro que les enterrare el maldito cuchillo a cada uno.
Thomas empezó a responder, pero Newt lo interrumpió levantando una mano en advertencia. La otra mano seguía bien aferrada al cuchillo y empezó a gritarles.
—¡No! Basta de hablar, solo hagan lo que les pedí. Por favor—la voz le temblaba—. Se los ruego con todo mi corazón, como jamás lo hice antes—el continúo—. Conocí a una chica... ella es buena conmigo y... también un grupo de personas parecidas a mi. No estoy solo.
Apenas podía respirar y disminuir la ira. Estaba dejando en claro su posición y eso era suficiente para aliviarle el dolor. Al menos un poco.
—No espero que entiendan con totalidad—Aclaro el rubio—, pero ya no puedo estar con ustedes y esto es mucho para mi, así que... despidámonos de una maldita vez. Todo tiene su fin.
—No, no es cierto—se opuso Thomas—. Newt, tenemos una salida solo tienes que...
El chico al oír esto, una vez más se perdió. Grito algo que su mente olvido a medida que cada frase brotaba sin cordura de su boca. En un intento de mantener las manos firmes, sujeto el cuchillo con tanta fuerza que se les marcaron las venas del brazo.
—¡Váyanse de una maldita vez!
La situación era un desastre y faltaba poco para que todo esto terminara en las ruinas y con alguien muerto...
Minho intento decir algo, como que fueran a charlar afuera, pero Newt apunto nuevamente y dio otros pasos hacia su viejo amigo, listo para atacar sin remordimiento alguno.
—Solo lárguense y es una orden, o...—tomo aire—. O los apuñalo, enserio.
Los cuatro voltearon y se marcharon, con un dolor indescriptible en sus rostros.
Lo estaban abandonando.
Pero eso quería él.
Y los odiaba por hacerlo.
Sus amigos salieron por la puerta. Pero antes, Thomas se giro para mirarlo. Su mirada era puro dolor y no podía ser menos si estaban dejando a su mejor amigo en este palacio horrendo.
a su mejor amigo.
a su hermano.
a su enamoramiento confuso.
a Newt...
Una lagrima difusa descendió por el rostro de Thomas y cerro la puerta detrás de él. Newt cayo de rodillas, consciente de que no duraría ni un minuto más. Finalmente colapso al suelo con lagrimas en sus ojos nebulosos, pero esta vez no tenían nada que ver con su locura.
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No te vayas de mi lado
PertualanganDesde que Thomas y el resto de sus amigos dejo a Newt en el berg, el pensó que estaba perdido. Pero en verdad no era así, no hasta que conoció a una chica, su nueva amiga y compañera de supervivencia, su chica del arco, su todo. Newt se dijo a si mi...