No te vayas de mi lado

Parte 27

Charlotte no podía dejar de vomitar.

Aquel mismo día, en la noche, Charlotte despertó de una pesadilla que obviamente fue a causa del trauma realizado por el imbécil de Theodore.

Newt le tenia el pelo sostenido y con la otra mano le acariciaba la espalda en círculos mientras tanto, Charlotte tenia el estomago revuelto y vaciaba el contenido de su estomago en un balde, el cual Newt no sabia donde lo iba a lavar, o botar.

La pobre chica estaba empapada de sudor y completamente lívida.

Después de vomitar lo que debía ser todo el contenido de su estomago, se derrumbo encima del hombro del rubio.

—Perdón...—murmuro ella.

—No te preocupes, cariño, todo se arreglara—Newt paso una mano suavemente por su cabello ondulado—. Lo prometo.

***

Cuatro días después, Charlotte se recuperaba de a poco.

Newt, quien desde lo ocurrido y la rara aparición de esas venas en sus brazos y cara, sentía que había un vacío dentro de él que no lo dejaba dormir, lo inquietaba, por lo que se mantenía despierto y en alerta a causa de las recurrentes pesadillas de Charlotte. Que agradecido, ya no terminaban en vómitos incontrolables o ataques de pánico. Ahora eran solo lagrimas y sudor frio.

Charlotte le conto todo a Newt, desde la parte en que fue donde Theodore luego de que lo beso, hasta lo ultimo ocurrido.

Mientras almorzaban en la cabaña, nuevamente carne del viejo Eloy, Charlotte confeso que su arco y su bolso con flechas, lo había dejado en la cabaña de Theodore.

Ese maldito nombre hacia que le hirviera la sangre a Newt.

El rubio luego de almorzar, le dijo a la ondulada que iría a buscar su arco y las flechas.

Le dejo el cuchillo que tanto amaba porque era de su Tommy, y salió de la cabaña para dirigirse a la otra.

Newt llego a la otra cabaña sin tocar. Entro, y para su sorpresa no tan sorpresiva: el chico no estaba.

No había rastros de Theodore.

Ni de su comida.

Ni de su mochila.

Ni siquiera la mayoría de las ollas que tenia arrumadas en la cocinilla.

Nada.

Por lo que se fue hace días atrás, tal y como Newt le dijo. Eso era bueno, demasiado bueno a decir verdad.

El rubio no le importo a donde haya llevado su trasero de loco psicópata, pero al menos: no iban a toparse con él en el palacio.

La mirada de Newt fue directo a su objetivo: el arco y el bolsito con flechas encima de la mesa.

El chico recorrió el lugar con la mirada, pensando que seria buena idea tener otra cabaña. Un lugarcito cómodo para transformarlo en una linda casita con; luces, pintarla, con sofás cómodos y un buen colchón de dos plazas, con muchas cobijitas. Algo cálido para vivir junto a Charlotte felices por siempre.

Claro, todo eso era parte de la imaginación de Newt, ya que no había nada para redecorar esa cabaña. Tampoco había seguridad en ese lugar, o iban a tener un final feliz. Tal vez si, Newt no sabia con seguridad eso, pero tenia esperanzas.

Agregando que apenas tenían comida, un colchón y una cobija para abrigarse, pero no importaba. Mientras Charlotte y él estuvieran cómodos y cuidándose unos con otros, eso era lo que los hacia felices.

Sin más, Newt tomo el arco con las flechas y salió de la cabaña de Theodore, o la antigua cabaña del chico.

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NOTA DE LA AUTORA.

Capitulo cortito, o encontré yo que fue corto jdjsj.

Aviso que las cosas ahora van a ir un poco mas rápido. No queria ir TAN rápido, pero por temas de tiempo, tendrá que ser asi.