Los dos se sentaron a la mesa y empezaron a comer de la misma olla, con una cuchara para cada uno, Newt miro a su alrededor y en aquella habitación enorme; había un colchón con una mantita encima, aquella supuesta cama estaba a unos metros de la puerta a la mano derecha, mas a la izquierda de la misma y única puerta, había una pequeña ventana al oeste, tenia un pequeño trizado, como si alguien le hubiera mandado con el puño o una piedra, pero no estaba rota por completo como para que entrara el viento. En la otra esquina de la habitación estaba el supuesto baño; era un recipiente de buena altura pero no muy cómodo, estaba algo viejo y sucio. A Newt le recordaba a esos baldes de pintura, porque a eso se parecía aquel inodoro improvisado.
«balde de pintura» esas palabras habían aparecido en su mente, no sabia de donde había sacado eso. Tal vez en su vida pasada la cual no recordaba, escucho o vio tal objeto.
Una voz femenina lo trajo de vuelta a la realidad, ninguno de los dos había dicho algo mientras comían.
—Así que... Rubio oxigenado, ¿de donde vienes?—pregunto ella mientras masticaba los frijoles y lo miraba a los ojos.
—Es una larga historia...—dijo en tono casi triste pero lo disimulo y cambio de tema.—¿Y tu, como llegaste aquí?
Ella resoplo.
—También es una larga historia que prefiero no contarle a un intruso que llego a mi cabaña sin ni siquiera tocar la puerta.
—En mi defensa, no se escuchaba ruido y dije "mi nuevo hogar, que maravilla",jamás pensé que una mocosa como tú, me apuntaría con una flecha directo a mi cara.—dijo con sarcasmo.
pensó que la había cagado con el mocosa y que la chica se enojaría y esta vez si le dispararía sin pensarlo dos veces. Pero ella sonrió levemente.
—Eres valiente al decirme tal cosa, Rayito de sol.—Ella sonrió burlescamente y a Newt también se le contagio la sonrisa en la comisura de sus labios.
***
Mas tarde, el sol había empezado a bajar con rapidez. Ya casi dejando estrellas desparramadas por el cielo que se tornaba oscuro. Mientras la chica encendía un par de velas con una caja de fósforos, para dar mas iluminación y calidez a la cabaña. Newt no quiso preguntar; «el como tenia esas cosas en este lugar que parecía la misma cárcel pero con Cranks». Charlotte se posiciono a su lado. Ambos estaban sentados en el piso, apoyados de la fría y dura pared de cemento. El silencio no era incomodo y el espero que siguiera así por un largo rato. Se pregunto el: ¿Como una chica de tan solo 17 años (que eso era lo que aparentaba), habría llegado ahí? Sin padres que la cuidaran y protegieran. Estaba completamente sola, al igual que él.
«Padres» otra palabra que resonó en su mente y recuerdos. Si recordaba lo que eran, y que de seguro tuvo una mamá y un papá que lo cuidaron y amaron antes del laberinto, pero no podía recordar el como eran o sus nombres.
—Jamás te pregunte tu nombre.—dijo Newt mientras miraba a la chica.
—Charlotte. Así me llamo, ¿y tu?
«Lindo nombre...como ella misma.» pensó el rubio y sacudió la cabeza porque no sabia la razón de ese repentino pensamiento.
—Y-yo... Newt—tartamudeo un poco pero se recupero rápido— ¿tiene algún significado o historia detrás de el?
Ella asintió con una leve sonrisa.
—Si, mi padre me dijo que el origen es Francés y que mi nombre significaba "La guerrera"
—Increíble...
—¿y el tuyo? ¿Tiene algún significado?—pregunto suavemente ella.
—El mío...—no se atrevía a decirle que tal vez ese no era el nombre que le dieron sus padres, solo se lo coloco CRUEL.—Newt es como Isaac Newton, ¿lo conoces?
—¿El señor que invento la ley de gravedad y todo eso? Yep.
Pasaron otro rato de silencio. Uno cómodo y pacifico. Un silencio que Newt no sentía hace mucho tiempo y eso era demasiado reconfortarle. Lo único que se escuchaba era la respiración de ambos en sincronía.
Newt miro a Charlotte, le traía una especie de serenidad mirarla, aunque ella no lo estuviera mirando—gracias a dios, porque seria incomodo—, se sentía bien estar junto a ella, y aunque su presentación no fue muy agradable por así decirlo, el gesto que hizo ella en darle algo de comer y alojamiento, fue suficiente para él.
—Jamás te lo dije pero; Bienvenido al palacio de los Cranks, rubio. Tu nuevo hogar, tu nueva vida y tu nueva pesadilla.—espeto ella. Esas palabras le recordaron al soldado que los bajo del camión cuando llegaron aquí.
—Gracias, Chica del arco.— Formuló el chico.
Ella asintió, le sonrió y se levanto del lado de Newt antes de hablar nuevamente.
—Ya sabes... No tengo dos colchones pero, tengo una mantita así que puedo prestártela.—Newt asintió ante eso.
Charlotte fue por su mantita rosada que ya estaba algo desteñida, sucia y vieja por el tiempo de uso, y se la entrego al rubio antes de irse a acostar al colchón, también viejo y algo sucio.
Newt fue por su mochila que no estaba muy lejos (jamás la dejaba lejos de él). Saco su diario y se coloco a escribir. Paso toda la noche escribiendo lo sucedido de hoy. Detalle por detalle, pensamiento y sentimiento, hasta que finalmente se durmió a una hora desconocida.
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No te vayas de mi lado
AventuraDesde que Thomas y el resto de sus amigos dejo a Newt en el berg, el pensó que estaba perdido. Pero en verdad no era así, no hasta que conoció a una chica, su nueva amiga y compañera de supervivencia, su chica del arco, su todo. Newt se dijo a si mi...