Cuatro - Vete ahora

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En el momento en que Taehyung abrió los ojos, él y Bam intercambiaron miradas, despertar y ver a ese temible perro observándolo en primera fila hizo que el cuerpo del chico se congelara y un sudor frio recorriera su espalda. Se levanto de un solo brinco soltando un grito de desesperación en busca de un lugar seguro.

—¡Ahhhhh!

Grito mas fuerte con su cuerpo temblando cuando el perro soltó un fuerte ladrido, Taehyung se encontraba sobre la cama enredado en movimientos desesperados bajo las cobijas.

En primera, antes de dormir se seguro que ese perro no se moviera del lugar donde el pelinegro le había ordenado, pero morir en boca de un perro no era lo que había imaginado.

—¿Qué te sucede? — gruño el chico a su lado—. ¡¿Por qué rayos estas gritando... a las siete de la mañana?!

Tampoco pensó que el chico seguía estando en su cama cuando corrió a esconderse bajo las sábanas, ni mucho menos que se aferraría a su cuerpo como instinto de supervivencia.

—El animal... tu perro... quiere asesinarme... lo vi en sus ojos.

Hablo con desesperación y el cuerpo aun temblando, no recibió mas que un gruñido y una mirada furiosa cuando noto que sus rostros estaban demasiado cerca, que se miraban directo a los ojos, un poco incomodo cuando el pulso de Taehyung comenzó a aumentar y no solo por el susto del perro de hace unos segundos.

—Aléjate de mí—hablo entre dientes—. O yo mismo seré el que le diga que te coma ahora.

Taehyung volvió a apartarse como otro instinto de supervivencia, esto debía de ser una maldita pesadilla, una de la que ahora estaba seguro, no lo valía Jimin.

—Yo lo juro, él quería comerme con sus filosos dientes

Se quejo, haciéndose mas pequeño abrazándose a sus piernas, observando al molesto chico que se frotaba los ojos, podía ser igual de aterrador que ese perro que lo observaba desde abajo.

—Al menos será la ultima vez que te sientas amenazado por un dulce y adorable dóberman.

Taehyung se sintió ofendido cuando escucho el tono lleno de burla del otro, ese perro no podía ser dulce y adorable, para eso tenia a su perro, un pequeño Yeontan, esperaba que por lo menos Jimin lo cuidara unos días.

—Yo tengo también un perro y el sí es dulce y adorable, no como ese perro.

Grito desde la cama siguiendo con la mirada a la par de ese chico y el perro que salían de la habitación con un fuerte azotón de puerta. A lo mejor azotar las puertas era algo normal en esa casa.

Se quedo en silencio esperando a que su mismo pulso se calmara, se pasó las manos sobre su cabello intentando acomodarlo, grasoso y asqueroso, eso le recordó que no había tomado una ducha desde hacia mas de un día.

Aparto las sabanas de la cama y se levanto caminando por la habitación, no había tenido tiempo de admirar la noche anterior, apenas llego Jungkook le aventó un montón de cosas y durmió en el piso, realmente su orgullo estaba herido, un Kim durmiendo en el campo y en el suelo, siendo atacado por un perro.

Si alguien se enteraba.

Había roto una de las reglas, no podía salir de la ciudad, no por más de una noche, y ahora estaba en medio de la nada, rompiendo unas tres reglas más. Pero desde esa habitación viendo por la ventana como la niebla de la mañana comenzaba esfumarse, tal vez podría intentar hacer lo mismo unas horas más.

El chico entro sin previo aviso, Taehyung lo observo en silencio caminar alrededor de la habitación, moviendo una cosa tras otra y recogiendo las sabanas del suelo.

Un amor para San Valentín | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora