Cinco - ¿Tu que ganas?

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Taehyung tenía más hambre que ganas de pensar en lo que acababa de hacer, porque sin duda no lo pensó, no tuvo oportunidad, fue su primer impulso, y cuando se dio cuenta mientras caminaba hacia el comedor en silencio, supo que no tendría vuelta atrás.

Simplemente no le importo en ese momento cuando vio la mesa repleta de comida, un poco extraña, estaban en un pequeño pueblo y la comida era extranjera, no se detuvo a preguntar la razón, solo tomo un plato, se sirvió hotcakes, tocino y huevo frito, en se punto comería todo lo que fuese posible.

Paso un bocado tras otro, sin darse cuenta que todos en aquella mesa lo observaban en silencio, cuando lo noto dejo los cubiertos, bebió del jugo de naranja y se mantuvo quieto.

—Lo lamento, yo solo tenía un poco de hambre.

Sonó un poco apenado cuando lo dijo.

No supo que hacer, no solía comer en la misma mesa que su padre o hermanos, o siquiera compartía la hora de comida con alguien más que no fuese Jimin en ocasiones.

«¿Tenían un tipo de ritual?»

Pensó cuando nadie le dijo una palabra en respuesta a lo que sintió una eternidad, aunque nadie se había tomado la molestia de detenerlo.

—No te preocupes pequeño, puedes comer lo que quieras, ¿esta rico? — le dijo la dulce anciana de cabello blanco, Taehyung asintió sonriendo—. ¿Jungkookie te dejo hambriento anoche?

—Abuela— reclamo Jungkook con las mejillas rojas.

—Son adultos, Yeri tiene dieciséis, todos en la mesa sabemos que hacen los adultos—se centró en Taehyung, que ahora también tenía las mejillas rojas—. Puedes llamarme abuela Jeon, Taehyung. ¿Se divirtieron anoche?

—¿Anoche? — soltó Taehyung abriendo los ojos—. No podría decir que solo nos divertimos, fue totalmente intimidante y feroz.

Hablaba del dóberman, pero aquello no termino de decirlo cuando el bocado que tenía Jungkook en la boca se le atoro logrando que tosiera un par de veces, esa esa acción se repitió en Yoongi que lo observaba.

—Lo sabía Jungkookie – sonrió satisfecha la anciana—¿Quién es quien?

—Suficiente abuela—advirtió en un intento cambiar la conversación—.Yo soy Jieun, la madre de Jungkook, solo dime Jiji, todos lo hacen. Nos alegra conocerte por fin, Mrs. P era un poco misterioso, por fin tenemos un rostro, lo siento si ayer te abrumamos un poco, cuando Jungkook nos contó que vendrías nos emocionamos demasiado, el no suele contarnos mucho.

«Ah, Mrs P.»

—Es eso cierto, cariño, ¿No hablas mucho sobre mí? — Taehyung fingió un liger0 puchero—. A mí también me alegra conocerlos por fin, Jungkookie habla mucho de ustedes.

«Mentira»

—Es curioso, Jungkook jamás me hablo sobre ti, espero que te haya contado solo cosas buenas, ¿tienen mucho tiempo Juntos? — enarco la ceja, ignorando por completo a todos—. nos gustaría conocerte un poco cuéntanos sobre ti Taehyung o tal vez cómo se conocieron.

De pronto el hambre se le había esfumado, y la boca se le puso seca, las miradas estaban sobre él, sobre todo las filosas cuchillas del hermano de Jungkook que lo acribillaron.

Las manos le sudaron y una corriente atravesó su cuerpo.

—Sí, ¿podrías contárnosla? — pidió la pequeña pelirroja, Yeri.

Segundos, parecieron una eternidad.

En ese momento supo que se había lanzado sin ninguna protección para la caída libre que se avecinaba.

Un amor para San Valentín | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora