Diescisiete - ¿Qué va a pasar con nosotros?

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Fue el sol que entraba por la ventana de la habitación lo que hizo que Taehyung se despertara, intento volver a dormir enterrando la cara en la almohada, estiro el brazo para buscar a alguien que no estaba, y luego abrió los ojos.

—Jungkook

Dijo su nombre en voz baja, esperando una respuesta que no llego.

La luz lo cegaba cuando quiso levantarse de la cama y mirar a todos lados, intentando encontrar al chico, algo lo alarma cuando no escucho un solo ruido, en toda la habitación.

¿Cómo hubiera sido despertar junto a él?

Eso hizo un hueco horrible se formará en su estómago, porque él no estaba, y algo mucho peor, tal vez jamás lo sabría, el tiempo parecía como si se les estuviera yendo de las manos.

¿Y si en realidad había huido?

Anoche dijo tantas cosas sobre él, le había dicho su verdadero nombre, le conto todo lo que podía, la idea lo bombardeo cuando recordó todas esas historias de compañeros e incluso le había pasado una vez a Jimin, cuando al día siguiente de haber estado con alguien, desaparecían sin dejar un rastro o fingiendo que todo había sido un error, y jamás creyó ser parte de ese porcentaje.

Ese pensamiento lo estaba atormentando, hasta que la puerta se abrió y apareció Jungkook con una charola con comida, no pudo ocultar su alivio mostrando una sonrisa tonta que se formaba en su rostro cuando lo vio pelear con la puerta en su intento de cerrarla de nuevo, fue como si volviera a respirar de nuevo.

—Ya despertaste.

Lo observo en silencio caminar alrededor de la habitación, hasta quedar al otro extremo, traía puesta una playera blanca y shorts negros, Taehyung no pudo controlar su pulso.

—Por un segundo creí que eras de los que huía a la mañana siguiente.

Lo dijo sin pensar, solo quería dejar salir el miedo que lo había invendido hacia solo un momento.

—Ddaeng, ddaeng— uso su expresión para negar—soy de los que prepara el desayuno, cuando me fui seguías dormido, no quise despertarte.

Taehyung intenta saber la hora, pero es imposible, solo sabe que ha dormido más de lo que debería.

Hace un tonto intento de peinar su alborotado cabello cuando Jungkook se da la vuelta y no lo ve, de alguna manera le preocupa como luce, con movimientos lentos y cuidando se sienta sobre la cama, el olor a comida le hace despertar un apetito que no tenía segundos antes.

—Eso es...¿mandus? — se detiene

—Sí, le mande un mensaje a Jiji antes de dormir — le dice con una media sonrisa—. Le ayude a ponerles en el plato, así que deben estar deliciosos, prueba.

Taehyung no podía negarse, no cuando un bocado va directo a su boca, mucho menos cuando se trataba de su comida favorita.

—La regla número cuatro — Taehyung se quedó observándolo atento, aun sin entender—. Esta es la regla número cuatro.

Se pasa el ultimo bocado, durante unos segundos confundido, hasta que lo recuerda.

—¿Hablas enserio? — no suena como un reclamo al decirlo, pero lo cree y está un poco decepcionado.

—¿Qué? — le pregunta confundido—. ¿Por qué pareces decepcionado?

Taehyung no había pensando mucho en todo lo que había dicho en ese momento cuando estaba perdiendo la cabeza, porque no tenía tiempo para pensarlo, pero sin duda, ahora con la cabeza ay mente más tranquila, no pensó que eso podría ser la regla número cuatro.

Un amor para San Valentín | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora