Un amor para San Valentín | Taekook

Ocho - ¿Acaso nos has estado mintiendo?

Taehyung llevaba toda la mañana en la habitación, más específico, en la cama, no se molestó en levantarse por la mañana —incluso cuando el sonido de Jungkook caminando por toda la habitación lo despertó—, había fingido seguir dormido.

No quería enfrentarlo en ese momento. No cuando había intentado hablar con él y solo lo había ignorado, habría planeado decirle la verdad en un par de días, o al menos de una mejor manera, pero en su lugar solo lo había dicho sin una pisca de sensibilidad y él había entendido perfecto, su mirada perdida, su rostro sin alguna expresión, y por supuesto no había aceptado ninguna explicación cuando intento dársela.

Esta mañana ni siquiera tenía hambre.

Había tomado ese tren en el lugar de Jimin porque quería pasar unos días fuera de Seúl, huir al menos unos días, y esa había sido su escapatoria, ahora quería huir de ese lugar.

¿Qué haría cuando se encontrara de nuevo con Jungkook?

Cuando estuvieran solos, en esa habitación, ciertamente no tenía idea de cómo reaccionaría, tal vez lo correría.

Tomo unos jeans, y una camiseta negra, volvió a usar los mismos zapatos que le lastimaban, la casa estaba en silencio cuando salió por la puerta principal, agradecía no haberse encontrado a nadie en el camino.

Pero tal vez la buena suerte se terminó más rápido de lo que desearía.

—Park Taehyung – escucho decir su nombre, con ese apellido falso, con esa voz, deseo enserio haberse quedado en la habitación—. No pensé encontrarte aquí.

"Tampoco pensé encontrarte a ti"

—Si, salí a caminar — respondió rápido.

—¿Buscabas a Jungkook?

Se giro para quedar de frente a Yoongi que le hablaba, cuando escucho de nuevo ese ladrido y encontró a Bam atado a una correa junto a él, trago saliva nervioso, Jungkook podría detenerlo, pero no estaba seguro de que él lo hiciera.

—Jungkook salió temprano al pueblo, ¿lo buscabas?

"No buscaría a la persona de la que más quiero huir"

—No... no en realidad— titubeo, él y Bam juntos no terminaría bien.

—No pareces caerle bien a Bam— dijo irónico—. Es un pequeño muy quisquilloso, tal vez porque puede sentir cosas que nosotros no, ¿cierto Bam?

Un ladrido hizo que el cuerpo de Taehyung se paralizara, no detestaba a los perros, pero estaba seguro de que el sí lo detestaba.

—Tal vez solo hace falta que nos conozcamos, si fuera quisquilloso no le caerías bien— sonrió—. Los perros pueden sentir cosas.

La falta de expresión en el Yoongi era la señal perfecta para huir de ahí.

Se dio media vuelta y continuo su camino hacia el lago, no podía regresar adentro de la casa.

—Tengo curiosidad sobre ti Taehyung— continúo hablando apresurando su paso—. ¿A qué te dedicas?

Taehyung soltó un duro suspiro. De nuevo debía de mentir, ahora haberle dicho a Jungkook que lo ayudaría no se sentía tan bien.

—En una empresa, soy oficinista, — mintió un poco, las mentiras se le estaban dando bien, aun ni siquiera había terminado la universidad—. Por lo que el campo no es lo mío.

—¿Y que hace un oficinista?

—Papeleos— se aclaro la garganta—. Me encargo de realizar los informes sobre ventas de una empresa.