Capítulo 07

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—¡Mimi!— gritó, ingresando a la oficina de su hermano.

—Buen día, Tae— le sonrió —¿No deberías estar en casa, descansando?

—Me aburre estar casa, eh tenido que enojarme con Jungkook para que me deje venir.

—Tae, Jungkook solo quiere cuidarte.

—Lo sé— hizo un pucherito, se sentía regañado —Jungkook me comentó que iras a China como mi reemplazo.

—Así es, estás esperando un bebé y tienes que cuidarte un poco más, el viaje puede ser agotador y estresante.

—Gracias, Mimi.

Jimin guardo algunos documentos en su bolso —Debo ir al aeropuerto.

—Como yo no puedo ir, te acompañaré al aeropuerto, Jungkook me dijo que iría después.

Salieron de esa oficina y subieron al taxi que ya les estaba esperando.

—Gracias, tenga buen día— habló Taehyung, pagando al conductor.

—Avancemos o se hará tarde— ambos omegas caminaron a la zona de embarque.

—Te voy a extrañar— Taehyung abrazó a su hermano.

—Cuídate mucho de ti y el bebé— agarró su maleta.

—Espera, enano, no irás solo, Yoongi te acompañará— interrumpió Jungkook.

Jimin abrió sus ojos en grande, lo último que le faltaba.

—¿Es una broma verdad?

—No, aquí viene— señaló al alfa, que vestía de manera informal.

—Hola, Jimin, nos vamos— el omega asintió, caminando hacia la señorita que verificaría su equipaje —Nos vemos.

—Mi amor, no llores— abrazó a su omega por la espalda, que no perdía de vista a su hermano —Mimi, regresará pronto, solo serán dos días cariño.

Taehyung hizo un pucherito, alzando sus abrazos. El alfa sabía lo que significaba esa acción y no dudo en alzar en sus brazos al omega.

Mientras tanto, Jimin tomaba asiento al lado de Yoongi.

—No sabía que vendrías conmigo.

—Yo tampoco, Jungkook me avisó a último momento.

—Entiendo— Jimin bostezó, acomodándose mejor en su asiento y cerrado sus ojitos.

Yoongi sonrió, observando el semblante tranquilo del omega, sus largas pestañas rizadas, sus labios abultados. Sin duda Jimin era lindo, un omega maravilloso y su destinado, pero no podía cortejarlo, su familia nunca aceptaría a un omega macho en la familia Min, lo último que deseaba es cortejar a Jimin, enamorarlo y que sufra por el desprecio y prejuicio de su propia familia. 

Saliendo de sus pensamientos, dejó un corto beso en los cabellos chocolates, con cuidado, no quería despertarlo de su maravillosa siesta, le dio una última mirada y se acomodó en el asiento, cerrando sus ojos.

—Señor, Min— llamó Jimin, habían aterrizado y debían bajar del avión, pero no podía porque Yoongi se había dormido como una roca.

Yoongi abrió sus ojos un poco asustado, viendo al omega furioso —Estaba cansado, disculpa.

Jimin asintió, saliendo del avión, con un alfa corriendo detrás de él.

—Espera— lo agarró del hombro —Eres rápido.

—Lo soy— rebusco sus gafas negras en su bolso y se las puso —Sube o el taxi nos dejará.

—Las gafas te quedan perfecto— dijo, adentrándose en el taxi.

—Gracias— habló fuerte, para que le pueda escuchar.

Jimin subió al taxi y empezó a observar por el cristal de la ventana, las diferentes casas antiguas, algunas parejas y personas vestidas de personajes de su propia cultura. 

Yoongi lo único que hizo durante el trayecto, fue observar al omega disimuladamente, según él.

—No tienes algo mejor que hacer que mirarme el trasero— Jimin volteó a mirarlo, gracias a que vio un pequeño festival, cambio de posición, arrodillándose en el asiento, dándole la espalda a Min.

—Estoy mirando el festival, no te estoy viendo el trasero— volteó su cabeza.

Jimin quiso hacer un pucherito, esperaba escuchar una afirmación, después de muchos debates con su lobito se dio cuenta que el alfa le gustaba mucho.

Antes que Jimin hablara, el conductor paró el coche, por fin habían llegado a su hotel, pagaron al conductor y uno de los trabajadores del hotel les ayudo con el equipaje, guiándoles a sus respectivas habitaciones.

—No olvides la reunión de mañana— habló Jimin, adentrándose a su habitación que estaba al frente del alfa.

—Claro que no— susurró Yoongi, cerrando su habitación.

Mientras alfa y omega hacían sus pendientes, la noche cayó.

Yoongi salió a la cafetería a cenar, antes pasó por el cuarto de Jimin, pero no encontró a nadie, supuso que ya había bajado. Desbotonando los primeros botones de su camisa se adentró a la cafetería, buscando con la mirada al omega, y lo encontró, Jimin estaba cenando junto a un alfa, ambos reían disfrutando su cena.

Su alfa gruñía, pidiendo que vaya por el omega, no le gustaba ver como el otro alfa tocaba el hombro o manos de su omega, antes de perder la cordura salió de la cafetería, recordando que debía suprimir sus celoso, el  omega seria feliz con otra persona, porque con él nunca llegarían hacer pareja, tenía que mantener distancia entre el omega o ambos se lastimarían.

Después de dos horas decidió regresar a su habitación, tomar aire le había permitido aclarar sus pensamientos.

—Yoongi— Jimin sacó su cabeza desde la puerta de su habitación, lo había estado esperando, pues no lo vio en la cafetería, pensó que tal vez no bajó a cenar porque estaba nervioso ante la reunión que mañana tendrían.

—Buenas noches, Jimin— habló cortante, marcando la clave de su habitación 

—Buenas noches...eh... quería desearnos suerte, mañana firmaremos contratos muy importantes— vio como Yoongi asentía —Y-yo te compré un poco de comida, no te vi por la cafetería, debes estar hambriento, espérame un momento, no te muevas— Jimin corriendo fue por la comida que estaba en la mesa pequeña y se la entregó.

—No era necesario, Jimin— internamente atesoró ese gesto, pero a la vez con ese acto su lobo se enamoró aún más.

—No me agradezca, termine toda su comida— agitó su mano, despidiéndose.

Yoongi se adentró en su habitación, desempacando la comida que el omega le había dado, empezando a comer contento.

Jimin después de tomar una ducha, se acomodó en su pieza, pensando en el alfa, por fin estaban dando los primeros pasos, Yoongi ya lo trataba como un amigo y no como un conocido de trabajo, dio pequeños brinquitos, sonriendo a la foto del alfa, que estaba en su celular.

Sin imaginar que al día siguiente esa sonrisa e ilusión desaparecería, pues el alfa durante toda su estancia en china lo empezaría a evitar.




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