Capítulo 20

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Jimin somnoliento, estiró su brazo para agarrar su celular que reposaba en la superficie de la mesita de noche que no paraba de sonar desde hace unos minutos.

—¿H-hola? — saludó, sentándose en la cama.

—Buenos días, Jimin. Necesitamos hablar.

—¿Y-yongi? — preguntó, verificando nuevamente que ese número no lo tenía agendado —¿Hablar? nosotros no tenemos nada de qué hablar.

—Tenemos mucho que hablar, Jimin

—Yo no tengo nada que decirte. Ahora te pido que me dejes dormir y ya no me llames más.

Jimin, no hagas esto. Necesitamos hablar, desde ayer te estado llamando y hoy no has venido a la oficina.

—Yoongi, ayer mi celular lo mantuve apagado y te informo que no iré a la empresa tampoco. ADIOS— cortó la llamada.

Dejó el teléfono en el antiguo lugar, recostándose en la cama para retomar su sueño, no le tomaría importancia al alfa.

No supo por cuanto tiempo durmió para que nuevamente su sueño sea interrumpido por el timbre. Sin alternativa se levantó y fufó, acaso ese día se pusieron de acuerdo para no dejarle dormir más, moría de sueño.

—Tú— se sorprendió al ver a Yoongi parado frente a él —¿Qué haces aquí?

—Necesitamos hablar.

—¿Quién te dio mi dirección? — alzó una de sus cejas.

—Tu secretaria me la dio— dijo, dirigiendo su mirada a la pancita del omega, que tan solo traía un camisón hasta sus muslos —Hablemos, por favor.

—¿Qué miras? — lo encaró, sintiendo un poco de vergüenza.

—A mi bebé— señaló la no tan prominente pancita.

—¿Tu bebé? — preguntó totalmente indignado.

—Perdona, nuestro bebé— sonrió nervioso.

Jimin bufó, Yoongi era un descarado. — Pasa— indicó, dándose la vuelta.

El alfa al ver al omega caminar hacia el sofá, lo siguió sin antes cerrar la puerta.

—¿Solo has venido a observarme? — dijo, al ver qué el alfa no decía nada.

—Disculpa— aclaró su garganta —Yo... Bueno... Quería decirte que estoy muy feliz de tener un bebé contigo, siempre anhele tener hijos y mis sueños se han convertido en realidad gracias a ti.

—Si eso es todo, ya puedes irte.

—Jimin no me trates de esa manera.

—¿Y cómo quieres que te trate? — preguntó a la defensiva.

—No tan a la defensiva, yo no te hecho nada.

—Claro.

—No entiendo porque actúas así. Incluso ayer saliste corriendo de mi casa, después de darme la noticia.

—¿Querías que me quede a interrumpir tu velada con Momo?

—¿Qué velada Jimin?

—No te hagas Yoongi.

—No sé de qué me hablas, yo y momo no tenemos nada que ver.

—Ahora así lo llaman. Nada, cuando tú "secretaria" está en tu casa recién bañada y con tu camisa.

—Entendiste todo mal. A Momo se le cayó el Café encima y pues mancho toda su ropa y yo le presté mi camisa.

—Que generoso eres— habló sarcástico —Además no necesito explicaciones, tú y yo no somos nada.

°°°° Bebé °°°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora