La fina lluvia golpeaba sobre el paraguas de tal modo que solo evocaba una relajación en mi cuerpo. Quizá solo estaba extenuada en demasía, que cualquier melodía suave me adormecía. Me aferré al bastón del paraguas con ambas manos como si este detuviera mi posible caída por mi estado adormilado. Mi estado era tan dejado en el cansancio, que poca energía tenía como para reparar en ello, en mis torpes y apresurados pasos que me llevaron a varios charcos de agua.
Podía acreditar aquello a la tenue niebla en conjunto a la lluvia. A mis largos días donde desconocía lo que era dormir por más de dos horas, cuando mucho. Las calles humedecidas creaban un mal juego entre determinar lo que era un charco o el firme pavimento...
—Santo cielos —ya había perdido la cuenta de cuantas veces me había quejado por caer en un charco. Suspiré apacible cuando ya daba con la fachada de la residencia.
Desde el comienzo del día una extraña sensación habitaba en mí. Era como si solo quisiera llegar a mi habitación y echarme a dormir. Pero había algo más, alrededor, conmigo, como una sombra que me perseguía y esperaba a por mí. Extraño. Muy extraño.
Pero no tanto, porque en lo más remoto de mi mente, sabía a qué se debía.
—Oh, Jennie —el saludo de Sandara me despabiló, siendo consciente de mi estado catatónico ya en el recibidor principal de la residencia. Su rostro risueño se fue transformando en una mueca compungida al acercarse—. ¿Estás... bien? No te había visto estos días, pero vaya, parece que fueron meses sin verte.
—¿Tanto es el cambio en mi apariencia? —Sonreí tratando de aliviar su estado preocupado—. De seguro es que mi aura compagina con el tiempo; no ha hecho buen tiempo estos días.
—No. Pero tú luces muy cansada. —Parpadeé al sentir su dedo pulgar pasearse bajo mis ojos—. Tienes ojeras muy notorias y... —perfiló con sus dedos mi mentón—, estás más delgada. ¿Qué sucede, cariño?
—Nada, es solo... No te preocupes. —Tomé su mano dejándole un leve apretón que no logró efecto en su preocupación—. Es que alguien no me ha dado el gusto de cenar comida casera y apenas tengo tiempo de prepararme algo.
—Oh... —Me destensé cuando su risa fluyó con gusto. Su preocupación solo evocaba a mi madre y eso, eso me hacía extrañarla. Y no me gustaba extrañar lo que no podía volver a tener—. Es cierto, pero estos días he... estado un tanto atareada. Me he vuelto a comunicar con él.
—¿Él? —Ella asintió un par de veces, cierta sonrisa gustosa abarcó sus labios. Hasta que recordé—. ¡Oh! Él... ¿Lo viste al fin? Puedo deducir por tu estado que fue de provecho para ti.
—No. No lo fue. Realmente mi felicidad es el maquillaje de la melancolía. Verlo, escucharle, fue... como una trampa a la cual casi cedo. Pero ya no.
—Es bueno que mantengas tu posición, a ti, por encima de cualquier situación. Entonces ya que lo viste y te despediste, ¿ya te irás?
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I SEE YOU →JENLISA
FanficHuir. No había otra palabra que definiera mis acciones y mi vida en sí. Huía y no sabía de quién, pues a donde quiera que llegase la muerte se plantaba a mi lado, fijando su atención en quien yo mirase, con el fin de tenderme en sueños la oportunid...