—Jennie.
Mi cuerpo titiritaba. El frío simulaba constantes punzadas en mi piel, haciéndose de mis extremidades cuales no sentía. Exhalaba ruidosamente. Mi cuerpo estaba totalmente entumecido y yo solo trataba en vano intento, moverme con miras de darme calor, buscar algo cálido que me abrigara, pues ya mi ropa parecía ser una capa de nieve.
—¡Jennie!
Me llaman. Es su voz, debo acudir a su llamado. Pero no podía. Mis párpados pesaban, mi cuerpo yacía tullido, incluso no sentía parte de mí. Y mi rostro, ese era manipulado por algo tan suave como cálido y yo solo quería adormecerme en ello, en ese tacto que se escurría por todo mi rostro.
—Vamos, Jennie, despierta.
El desespero pintado de una evidente angustia, golpeó mi estado consciente, mi estado racional, mi mente que parecía acatar orden de movilidad en mis extremidades. Siendo mis párpados los primeros en acudir a su orden y entreabrirse, cerrándose intermitentes con el fin de dar sentido a mi mente de lo que mis ojos avistaban. Pues estaba en la nada, sumida en la oscuridad del bosque, rodeada de árboles de abedules con la nieve debajo y encima de mí.
—Hey, estoy aquí.
—¿Lisa...? —Mi voz fue tan nula que apenas le escuché, pero poco me importó cuando delante tenía a Lisa, a su rostro totalmente contrariado, con preguntas vaciando su mirada cual se paseaba sobre mi rostro.
—Sí, Jennie. Te estuve buscando y luego no daba contigo...
Su voz no fue más que nula para mis oídos. Pues para mi mente era de prioridad dar entendimiento qué hacía en la nada, en el bosque, a medio sentar con Lisa arrodillada a mi lado sirviendo de soporte. ¿Cómo vine a parar aquí? Mi mente parecía colgarse ante tantos detalles que se desfilaban en segundos.
Me desligué del entorno, enderezando mi postura, sirviéndome de la escaza luz de luna para avistar lo que pudiera en medio de tanta oscuridad. Y sí, en definitiva estaba un lugar cuyo tramo era mucho hasta llegar al lugar donde buscaba de Roseanne. Al lugar donde perdí juicio y razón alguna. Y ahora estaba aquí, sobre el frío suelo cual quemaba bajo las palmas de mis manos, esas que Lisa tomó.
Lisa.
Sus labios se movían, pero yo solo le veía a salvo. ¡Estaba a salvo! Y mis labios no tardaron en demostrar la euforia que me invadía, estirándose en temblorosa sonrisa. Dándole entendimiento a sus palabras, prestándole suma atención...
—Roseanne está perdida...
Hasta que ya no sonreía.
Mi rostro fue la viva impresión de súbito miedo. Miedo que aumentaba a medida que Lisa seguía relatando, a medida que mi mente despertaba armando piezas que se mantenían engranando del modo equivocado.
—La reunión ha terminado hace par de horas, y más cuando ya varios buscábamos de ella son encontrarle. En algún punto las perdí de vista, al igual que a Jisoo. —Mi mirada atónica, fue al encuentro de una perturbada—. Te encontré de casualidad al recorrer parte de los bordes de aquella casa...
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I SEE YOU →JENLISA
Fiksi PenggemarHuir. No había otra palabra que definiera mis acciones y mi vida en sí. Huía y no sabía de quién, pues a donde quiera que llegase la muerte se plantaba a mi lado, fijando su atención en quien yo mirase, con el fin de tenderme en sueños la oportunid...