Enamorandome de Meyer

Cláudio POV

- Joder, otra vez no! - Digo, colgando el microfono de mis headphones hace mi boca.

- Ya es la tercera vez que mueres aqui, llamaré otro pa jugar. - Me dice el chico con quien tengo jugado online en los últimos dias.

- Y despues bajas el ranking del grupo. - Digo, poniendo los ojos en blanco.

- Ya lo estas haciendo tu! - Me dice el.

Este debe pensar que es el mejor del mundo, ya no es la primera vez, solo porque no paso de este nivel, el pelotudo quiere trocarse de equipo. Parece que ni fui yo que lleve la equipa hasta aqui. Me levanto para buscar una manta cuando me tocan la puerta. Todavia con mis headphones en las orejas digo al chico online que me espere, pauso el sonido y abro la puerta.

- Oye, queria mismo hablar contigo. - Me dice Silvério entrando para mi cuarto y cerrando la puerta detrás suyo.

- Eso es bueno, hermano. Pero no es recíproco, estoy jugando. – le digo sentándome nuevamente en la silla frente a las distintas pantallas de computadora.

- ¡Siempre estás jugando! – me dice sentándose en mi cama y empezando a hablarme. Quito un lado de los auriculares para poder escucharlo y seguir jugando. – Estaba pensando y tal vez deberíamos hacer que Machu se sienta como en casa... - Me giro hacia él antes de que termine la frase.

- Quien? – pregunto, perdiéndome en la conversación.

- La hermana de tu mejor amigo. Se nota la importancia que le das al tema cuando ni siquiera sabes su nombre. – Me dice seriamente.

- Es que no me importa lo más mínimo su nombre, ni el motivo por el que está aquí. – digo, volviendo a mirar el juego.

- Mira, piensa que es la hermana de tu mejor amigo. Incluso si no quieres saber de ella, sé que quieres saber de Nicolas... Es cierto que no sabemos por qué está aquí, pero solo por sus nervios puedo garantizar que es algo importante para él. – me dice Silverio y luego sale de mi habitación dejándome solo.

Después de unos minutos apago el juego y me acuesto en mi cama, por primera vez en mucho tiempo, me encuentro pensando... pensando antes de poder dormir. Quizás podría ser más amable con Machu, pero ella me recuerda a personas del pasado y cosas que no quiero repetir. Además, no estoy aquí para ser niñera.

Sin poder dormir, voy a la cocina a preparar un café con leche, y veo que no estoy solo... La chica que quería evitar está aquí, dormida en la mesa de la cocina con un montón de libros de matemáticas abiertos.

Pienso en despertarla o dejarla quedarse aquí, pero cuando uso el microondas y suena, ella se despierta. Me mira y luego se endereza en la silla donde se había quedado dormida. Saco la taza del microondas y me siento al otro lado del mostrador... Tengo cierto interés en algunas cosas de esta chica, como por qué fue hospitalizada o por qué estaba entre libros de matemáticas a las 2 de la mañana.

- No sé si a tu hermano le gustará saber esto... - Le digo antes de acercarme el vaso a la boca.

- Mi hermano ya llegó y me vio aquí. Entonces está tranquilo. – Me dice directamente.

- Estoy tranquilo... ¿Pero puedo saber para qué sirve todo esto si las clases para ti empiezan en sólo dos días? – pregunto mirándola directamente a los ojos, ella mira hacia otro lado.

- Es para un examen de ingreso. – Me dice sin rodeos.

- ¿No deberían haberlo sido Hace muchos meses? – digo dándome cuenta de que esta chica está llena de secretos.

- No es para la escuela. – me dice, empacando sus libros para levantarse y sale de la cocina, dejándome lleno de preguntas.