Enamorandome de Meyer

Machu POV

Me encuentro colándome en la casa, pensando que todos ya estarían sentados en la sala esperando saber cómo fue mi primer día. Realmente no quiero hacer eso en absoluto, por eso ahora tengo una pierna fuera de la ventana grande que da a las escaleras y la otra pierna casi tropieza con el primer escalón.

Puedo escuchar voces, el ruido de conversaciones provenientes de la cocina. Acelero el paso y subo las escaleras, encontrándome con la persona más y menos esperada. Meyer. No fue suficiente hoy que literalmente me obligó a volver a la escuela como si fuera una niña, no fue suficiente que después de lo que vieron mis compañeros, tuviera que mirarlos a la cara nuevamente.

- ¡Haz como que no me viste! – digo pasando junto a él rápidamente y encerrándome en mi habitación. Se quedó quieto, novedad. Estoy segura de que bajará esas escaleras y les dirá a todos que estoy aquí. Es el tipo de persona molesta que haría eso, sin duda.

Dejo mi mochila en una parte del cuarto y me quito toda mi ropa. Me quedo desnuda, me miro en el gran espejo y veo la cicatriz que prueba que fui ingresada en el hospital. La cicatriz que mis compañeros vieron hoy en el vestuario. La razón por la que me convertí en la chica que se corta y no en la chica nueva, en tan solo un día. Mi primer dia.

Paso mis manos por mi cuerpo, más allá de las cicatrices, se puede ver que no he estado comiendo bien, si antes nadie pensaba que era lo suficientemente atractiva como para tener una noche de placer, ahora permaneceré sin que los que me quieren me toquen hasta que muera..

Llevo un camisón para cubrir mi cuerpo desnudo cuando tocan a mi puerta. Pregunto quién es antes de abrirlo. Escucho la voz de Noah al otro lado diciendo que la cena está lista.

- No tengo hambre. – Digo, con la puerta aún cerrada.

- Cariño, tienes que comer... Todos te estamos esperando. – Me dice con su habitual voz tranquila.

Abro la puerta al abrirla, ella podría olvidar la invitación después de que pueda ver a través de mi delgada camisa que no tengo nada debajo. Sólo me cubre un pequeño trozo de tela.

- Oh... ¡Te presto un abrigo! No hace mal. No puedes quedarte sin comer. - Ella dice. – Mientras voy por mi abrigo, ¿te pondrías ropa interior? – Sale a buscarme un abrigo, como si no tuviera y me siento en la cama. Sin llevar ropa interior.

Minutos después llega con un abrigo grande, que me cubre casi hasta donde termina mi camisón. Bajamos las escaleras y nos sentamos a la mesa de la cocina. Meyer estaba sentado en la silla a mi lado y me miró con curiosidad cuando sentí un escalofrío... resulta que toqué mi trasero desnudo y otras partes en el banco frío.

- Pizza. – digo mirando todas las cajas abiertas sobre la mesa. – ¡Una cena de ensueño! – digo sonriendo, tomando dos porciones de pizza en mi plato.

- Era la única manera de convencerte de que vinieras a cenar. – Dime Nicolas.

- En realidad, no estaba convencida. No sabía que se iban a comer esto. Vine por la amabilidad de tu novia. Tienes mucha suerte, hermano. – le digo y Noah me sonríe.

- ¡Tengo mucha suerte! – Dice dándole un beso en la cara.

- NO al romance a la hora de cenar. – Dice Meyer metiéndose su gran porción de pizza en la boca.

- Envidia. – Dice Noah.

Pasaron un rato hablando y agradezco que nadie me haya preguntado cómo estuvo mi día. Estoy a punto de sacar una tercera porción de pizza de la caja cuando Meyer hace lo mismo y terminamos tocandonos las manos. Siento que mi corazón a latir, pero no es el que está en mi pecho. Quito mi mano, tratando de controlar mis palpitaciones, pero cuando lo miro y lo veo sonrojarse, me siento mojada. Esto no debería estar pasando.

- Come vos. – Me dice, todavía con la cara un poco roja.

- ¿Podemos compartir? – pregunto, y corto la pizza dejando la mitad en mi plato. El resto de la gente se levanta diciendo que van a un bar cercano. Excepto Meyer, que dice que seguirá jugando.

Todavía tengo que poner mi plato en el lavavajillas, pero no me atrevo a levantarme cuando Meyer todavía está aquí y el banco frío ahora está caliente y todo mojado. Me encuentro mojada, y este nerviosismo sólo hace que tenga más palpitaciones y más líquido saliendo de mí.

- ¿Te vas a quedar allí? – me dice Meyer tomando mi plato y metiéndolo en la máquina.

- Lo estoy pensando... - digo, tratando de ocultar la vergüenza que siento.

- Puedo traerte una toalla si quieres. – Me dice y me sonrojo. El se queda con verguenza. – Puedes olerlo a kilómetros de distancia. Además, tus palpitaciones están haciendo vibrar mi miembro. Pero eres la hermana de mi mejor amigo y además eres más joven. Lo único que puedo hacer es darte una toalla. – Me dice sin siquiera sollozar. ¿Qué quieres decir con que no está más avergonzado después de lo que me acaba de decir?

- Sin duda, debería haberme puesto algo de ropa interior. – digo rompiendo el ánimo, pero creo que lo empeoré al ver como se acerca a mí.

- No vuelvas a hacer eso en una casa llena de hombres. Hoy, sobrio, puedo controlarme. Mañana quién sabe. - El me dice. Siento la provocación. Al mismo tiempo que quiero que sus manos me limpien, también quiero que se vaya... recuerdos como este no son nada buenos.

- ¿Quién dijo quiero que te controles? – Le lo digo siguiendo el juego.

- No vayas por ahí, Machu. Nunca me tendrás dentro de ti. – Me dice con la sonrisa más traviesa.

- Esa elevación dice lo contrario, me dice que estás tan excitado como yo. Pero no te preocupes, no te necesito dentro de mí, necesito que me ayudes a mantenerme limpia. – le digo y el abre más los ojos.

- Te adviero a que no hagas eso. No sabes con quien tas jugando. - Me dice el sacando una toalla del armário y dandomela. Yo me levanto del banco. Paso la toalla mojada en el banco y despues la paso entre mis piernas. Puedo notar su mirada en mi. 

- No estoy jugando con nadie. - Le digo, tirandole la toalla sucia para el pecho y saliendo de la cocina. Siento una gran fuerza prendendome contra la parede de la cocina y mi cerebro empieza teniendo flashbacks de lo que me paso.

No puedo escuchar lo que el me dice, veo su boca abrindo y cerrando pero mi cerebro está procesando la pression de mi cuerpo contra la pared...sus manos en mi, me acuerdan las manos...su calor...veo todo pasando en velocidad en mi cerebro y me siento cayer en el piso, con los brazos de Meyer a mi alrededor. El sigue hablando, ahora con cara de preocupado pero todavia no puedo escuchar que dice. Siento mis ojos, mis oidos, mi respirar mas pesados que antes. Siento sus brazos en mis piernas llevandome arriba por las escaleras, y la ultima cosa que siento es algo confortable debajo de mi antes de ver todo negro.

No se cuanto tiempo despues desperte, pero escucho Meyer en el celular supongo que con mi hermano, hablando del otro lado de la linea. Me levanto un poquito poniendome sentada en la cama. No es mi cama. El me mira.

- Tengo que cortar. - Dice el al telefono, acercandose a mi. - Me re asustaste boluda. - Me dice el mirandome con cuidado.

- Creo que tuve un ataque de panico. No es nada nuevo en mi vida... - Le digo, mirandolo a los ojos.

- Es nuevo en la mia. No sabia que hacer. Estaba llamando a mi psicologa, para calmarme. - El me dice con una voz calma.

- Tu psicologa? - Digo curiosa.

- Si, llevo tiempo que deje de ir a un, pero sigo teniendo su contacto en caso de necesitar. - El me dice. - Necesitas que llame a tu hermano? - El me pergunta.

- No...no digas nada de esto a mi hermano! - Le ordeno y me mira confundida.

- Tu hermano debe saber que paso. - El me dice, dandome una copa de agua. Bebo un poco.

- Que le vas a decir? Que me agarraste contra la pared? - Le digo, intentando que ya no quiera contar a mi hermano. Mi hermano no sabe que sigo atromentada, hasta en mis sueños.

- Podemos cortar parte de la historia y decir que te desmayaste. - El me dice. Le doy la copa y el la pone en una mesa.

- Por favor no digas nada. - Le digo acercandome a el.

- Dame una buena razon para mentir a mi mejor amigo. - Me dice.

- El no sabe que sigo traumada. No le quiero decir porque siento que va a ser peor para ambos. Estoy tratando de cuidar a mi hermano. - Le digo. El asiente con la cabeza.

Me trato de levantarme y ir a mi cuarto. Antes de dormir pienso y repienso en la conversacion que tendre con mi hermano. Ya que hay 50% de probabilidad que Meyer le va a decir a mi hermano parte de lo que paso en la cocina.

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Ahi va un avanzo de capítulos! Pondré más cuando pueda!
Queda conectado! :3