-Muy bien, vamos a empezar...-dijo Jess.- Recuerda, a partir de ahora estás hipnotizada, bajo mi control.
-De-acuerdo-Ama-estoy-bajo-tu-control.- respondí con voz robótica. Jess soltó una risita.
-Siéntate en el borde de la cama.- Eso hice. Ella se sentó a mi lado. Permanecí quieta, mirando al frente con expresión ausente. La verdad es que era divertido actuar así.
-Ahora, cierra los ojos.
-Vaya, siempre igual...Alguna vez me gustaría poder verte...- protesté.
-Ya bueno, es que soy muy tímida - dijo con ironía.- Ahora obedece.
Accedí a regañadientes.
¿Tímida Jess? Igual era cierto. Después de todo, ni siquiera la había visto nunca desnuda, o...
De pronto sentí como me quitaba las gafas, con mucha delicadeza.
-Mejor así, ¿Vale? Las dejo en la mesilla, no queremos que se rompan, o que molesten...
-Lo que tú digas, Ama... Tú mandas.
-Así es, yo mando.-Sonrió, su boca pegada a mi oído. Me mordí los labios al sentirla tan cerca de mí, pero permanecí inmóvil.
-¿Qué quieres que hagamos hoy, Ama?- dije en voz baja.- Vibradores, azotes, juguetes...
-Pues nada de eso...¿Sabes? Hoy lo que me apetece es acariciarte toda entera, y darte mucho placer...- Respondió para mi sorpresa. Lentamente, Jess comenzó a deslizar su mano por mi mejilla, con mucha suavidad...
-Así que...te ordeno que cierres los ojos, y te dejes llevar...
Solté un suspiro de satisfacción.
-¿Sabes por qué?-susurró- Porque estoy muy contenta de tenerte conmigo...
Siguió dibujando la línea de mi mandíbula con la punta de sus dedos, y después los llevó hasta mi boca, perfilando mis labios.
-Porque tú me haces muy feliz...-confesó- ...y ahora, abre la boca...
Eso hice, y ella se dedicó a jugar con sus dedos con mi lengua. Después, los deslizó por mi barbilla, muy despacio, para seguir bajando por mi cuello.
Era un contacto muy sutil , pero me hacía estremecer.
-Eres tan bonita, profe...- dijo en mi oído. Suspiré de satisfacción al oírla.
Nada me resultaba tan excitante como sentirme deseada por ella.
Siguió acariciándome, rodeando mi cuello, hasta llegar a la nuca.
Incliné la cabeza para ofrecerme mejor a sus caricias.
Ella siguió con la punta de sus dedos la línea que marcaba el nacimiento de mi cabello, haciendo que me estremeciera de placer.
-Me encanta esta zona...Tu pelo aquí es tan rubio y tan suave...
Para confirmarlo, me beso justo allí, haciéndome sentir escalofríos.
Comencé a gemir suavemente... ¿Desde cuándo Jess decía y hacía cosas así? Nunca había ocurrido antes.
-Eres preciosa...- me dijo al oído, y a continuación comenzó a besar la parte izquierda de mi cuello, dulcemente, apenas rozándome.
Yo estaba temblando.
A pesar de las ganas que tenía de besarla también, permanecí quieta, dejándome hacer...
Resultaba curioso ver cómo nuestra relación , que había empezado con prácticas sexuales algo extremas y retorcidas, ahora estaba entrando en una fase de caricias y besos. No me importaba , de hecho estaba encantada: yo lo quería todo.
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Jessica y Beatriz
RomanceEsta es la versión corregida de Jessica y yo, la continuación de mi historia " Mi profesora es mi esclava". Cuenta el oscuro romance entre la inteligente y malvada Jessica, de 18 años, y Beatriz, su profesora, una mujer sensible y no tan inocente co...